Esta crítica no contiene spoilers
Vaya antes que todo una aclaración: es muy probable que el público se zambulla en 'El secreto de Marrowbone'. Ya veremos si el combo Mediaset (la fábrica de taquillazos) y Sergio G. Sánchez (guionista de 'El orfanato', 'Lo imposible' y 'Palmeras en la nieve') vuelven a crear un fenómeno del cine nacional o se quedan en éxito moderado (cualquiera de las dos le vendrán bien a la raquítica taquilla de las últimas semanas), pero no me cabe duda de que muchos espectadores irán a verla y de ellos un gran porcentaje disfrutará de la propuesta.
Porque Sánchez sabe lo que se hace, que ya ha quedado demostrado varias veces. Aquí nos ofrece un cuento de fantasmas clásico, directamente venido de la tradición romántica de Edgar Allan Poe. Un "homenaje" muy en la línea de lo que hizo el año pasado Guillermo del Toro con 'La cumbre escarlata'. Precisamente del Toro está relacionado indirectamente con el debut como director de Sánchez: fue el mexicano el que apadrinó 'El orfanato' y le dijo a J.A. Bayona que a cambio tendría que apadrinar él el primer proyecto de alguien en algún momento. Por eso el catalán, en plena producción de 'Jurassic World: El reino caído', ha estado apoyando y supervisando a su colaborador y amigo a título de productor ejecutivo.
Y así unos cuantos nombres rodeados de prestigio y éxito sacan adelante un thriller español con miras internacionales: rodado en Asturias pero en inglés, con dinero de aquí pero referencias y códigos de fuera. De paso, también te aseguras de que todos esos que se vanaglorian de no ver cine español te compren la entrada, porque esto "es otra cosa".
Pero entremos en Marrowbone. Sin destripar nada de una historia que tiene varios giros y sorpresas, se trata del relato de cuatro hermanos que se instalan en un caserón aislado, que perteneció a un familiar pasado. Huyen del pasado y esperan resignadamente un futuro en el que podrán salir al mundo real. Pero ese pasado del que huyen está lleno de fantasmas que no están bien enterrados, y parecen haberles seguido hasta su nuevo hogar.
La premisa está envuelta en una producción muy vistosa que convierte la verde Asturias en los campos de una zona indeterminada de los Estados Unidos de mitades del pasado siglo. Y eso cuando vemos el mundo exterior, porque los hermanos Marrowbone y su siniestra mansión están convenientemente congelados unas décadas antes en el pasado. Cumplen con creces el diseño de producción de Patrick Salvador y el vestuario de Sonia Grande, que precisamente se encargó de lo propio en una de las películas que más han influido en esta, 'Los otros' de Alejandro Amenábar.
Sánchez aprovecha los trabajos de Salvador y Grande grabando ampliamente los espacios de la casa y los movimientos de los Marrowbone, que recorren su laberinto indefensos pero valientes.
Es decisión del debutante director imprimir la película de un tono pomposo e intenso, desde la dirección de sus actores hasta el uso de la música. Compone, curiosamente, Fernando Velázquez, que además de haber firmado partitura en todas las películas de Bayona, también lo hizo en 'La cumbre escarlata'. Curioso porque Guillermo del Toro tomaba unas decisiones parecidas a las de Sánchez que lastraron su película, como ocurre aquí, convirtiéndose ambas en propuestas de género que no aportan nada nuevo y se limitan a repetir y revisitar sus propios orígenes y referencias.
Esa pomposidad de antes nos llevan al gran error de 'El secreto de Marrowbone', que es tomarse demasiado en serio a sí misma. Es como si 'Scream', tan anclada en los slashers a los que estaba fusilando, hubiera pretendido que el público no se riera viéndola. Con giros que ya hemos visto antes en varias ocasiones y personajes tan arquetípicos, ni un gran presupuesto bien invertido ni una dirección bien resuelta (hay un par de escenas que consiguen asustar con éxito, siempre con ayuda de la estridente banda sonora) pueden elevar un guión que podría llevar en un cajón 15 años.
Su gran acierto es su reparto
Nos dejamos lo mejor para el final. Sánchez trabajó con Bayona también como coach de niños actores, y ese as en la manga lo ha usado en su debut. El casting lo encabezan dos de los actores jóvenes más interesantes del momento: Anya Taylor-Joy ('La bruja', 'Múltiple') y George MacKay ('Captain Fantastic'), junto a la incipiente estrella de 'Stranger Things' Charlie Heaton. Lo cierran los también eficientes Mia Goth y Matthew Stagg, el pequeño que protagoniza algunas de las escenas de terror más interesantes.
Pero además de un reparto muy acertado, está claro que Sánchez sabe sacar a sus actores lo que quiere en cada escena. Al irritante Kyle Soller, al complejo pero encantador MacKay, a la superviviente Taylor-Joy (la carrera de esta chica tenemos que seguirla de cerca) o al atormentado Heaton.
En fin, una propuesta con sus aciertos que será suficiente para quienes buscan un par de sustos y quizá una película reconocible en tiempos convulsos. Los demás esperamos futuras ocasiones en las que el talento sea mejor invertido.
Nota: 5
Lo mejor: Su reparto, lleno de estrellas incipientes
Lo peor: Nos habría sorprendido algo hace 20 años
