'El último show' es una comedia pero empieza queriendo hacernos llorar. Un viejo humorista sale al escenario de un local cutre y con poco público, pero en medio de un chiste empieza a desvariar y, entre lágrimas, se remonta a un momento de su infancia. El escenario traiciona a "Marianico el Corto", un famoso cómico que participó en programas de la televisión nacional en los años 80 y 90. Cuando se baja de ahí arriba, este anciano de 70 años es Miguel Ángel Tirado, un hombre al que le fallan las fuerzas y le falta la ilusión para seguir con la careta puesta.
La primera serie original de Aragón TV sorprende por varias cosas, pero sobre todo por beber de propuestas que han salido de plataformas de pago ('¿Qué fue de Jorge Sanz?', de la antigua Canal+), cadenas británicas ('Life's Too Short' de Ricky Gervais) o Internet ('Paquita Salas' de los Javis). 'El último show' podría ser una serie de Movistar+ o de Netflix si Netflix arriesgara un poquito en sus producciones españolas. Las autonómicas no suelen producir ficciones que traspasen fronteras nacionales (hay excepciones como TV3 y sus 'Citas', 'Merlí', 'Benvinguts a la família'...), pero 'El último show' nace con ese claro propósito: es por una parte 100% aragonesa (rodada en las calles de Zaragoza con actores maños) y por otra completamente universal: habla de la vejez, de la familia, del fracaso como la otra cara de la moneda del éxito, de la emigración, de la soledad... Y todo ello solo en el primer episodio.
Otra de sus sorpresas está en quién ha tenido la idea: Álex Rodrigo, un jovencísimo director que en los últimos años ha firmado episodios de 'Vis a vis', 'La casa de papel' y 'El embarcadero', y que en este momento se encuentra rodando 'Veneno' junto a los Javis. Este aragonés destacó la década pasada dirigiendo y escribiendo webseries con pocos medios que acababan encontrando su éxito en festivales y en Internet ('Pendiente de título', 'Libres', 'El partido'), y tras ponerse a los mandos de las series más épicas, frenéticas e internacionales de nuestra ficción parece querer aprovechar su estatus para volver a los orígenes. Literalmente, porque Marianico el Corto estaba revoloteando en su cabeza desde un encuentro que tuvo con él cuando era un niño, en el que el actor le hizo una inesperada reflexión relativista sobre la poca importancia del ser humano en el universo.
Ese fue el Big Bang de 'El último show', y la estrella en su centro es Miguel Ángel Tirado, la otra gran sorpresa de la serie. "Marianico" no tiene que demostrar su talento para la comedia, aunque el terreno que transita esta serie, entre lo patético y lo trágico, bebe de un tipo de humor distinto al de los chistes del aragonés. Pero donde brilla especialmente Tirado es en los momentos más tiernos y dramáticos: brillan literalmente sus ojos, en los que aún pervive la mirada de un niño. No esperaba emocionarme tanto viendo a un anciano probar el ceviche por primera vez.
Una comedia con corazón
Ese es el secreto de Álex Rodrigo y su equipo (Carlos Val dirige algunos episodios, y los guiones los firman junto a Rodrigo Sara Alquézar y Enrique Lojo): el corazón, la ternura y la empatía que sirven de brújula emocional para 'El último show'. Se acerca más al tremendamente humanista Ricky Gervais de 'Derek' y 'After Life' y se aleja gracias a su calidez de propuestas más incómodas, frías y crueles. Y todo ello sin resultar extremadamente cursi, una línea muy fácil de cruzar, gracias al alineado trabajo de dirección, guion y un muy buen reparto compuesto, entre otros, por Luisa Gavasa, Itziar Miranda, María Isabel Díaz y una sorprendente Laura Boudet que convence a pesar de su edad.
Mención especial para Jose Luis Esteban, que interpreta con gracia y delicadeza a Chusé el representante, que con su bienintencionada insistencia subraya el conflicto del protagonista. Miguel Ángel no solo está agotado de "Marianico el Corto", sino también insatisfecho con el legado que deja atrás. 'El último show' pone en el centro de su relato una reflexión sobre la vejez, que no es necesariamente el final. En los siguientes episodios (que se emitirán jueves a jueves en Aragón TV y otras autonómicas, y estará disponible en Movistar+ y por tiempo limitado en Internet) parece que la serie explorará qué hay más allá de la muerte de "Marianico el Corto". ¿Pues qué va a haber? Chou. El chou debe continuar.