En ocasiones, el cine protagonizado por personajes de la tercera edad es recibido con muchos prejuicios por parte del público, algo reacio a sentirse interpelado por este tipo de historias. Sin embargo, es interesante descubrir que, cuando uno se acerca a ellas con la mente abierta, puede encontrar propuestas tan profundas y universales como 'El viaje de sus vidas'.
Con su primer trabajo rodado íntegramente en Estados Unidos y en lengua inglesa, el cineasta italiano Paolo Virzì nos presenta una historia de madurez vital y del amor en el ocaso de la vida. Director de 'El capital humano' (2014) y 'Locas de alegría', en esta ocasión, ofrece una entrañable road movie con una pareja de ancianos que deciden vivir una última aventura juntos ante el ocaso de sus vidas.
Protagonizada por Helen Mirren y Donald Sutherland, la película se centra en la melancolía de sus recuerdos y la nostalgia típica de la tercera edad. Él es despistado pero tenaz. Ella es frágil pero ingeniosa. Juntos inician un viaje por Estados Unidos huyendo del asfixiante cuidado de sus médicos e hijos. Desde Boston hasta Key West, la pareja recorre una América que no reconocen a bordo de una vieja autocaravana. El viaje les hará compartir buenos y malos momentos a la vez que les devolverá su amor y pasión por la vida.
Realismo y simpatía
El filme es conmovedor y logra hacer una buena mezcla entre duras dosis de realismo existencial y simpáticas pinceladas de humor. En este sentido, el talento interpretativo de Mirren y Sutherland, así como su inagotable carisma, logran que ese equilibrio funcione a la perfección dotando de verosimilitud y ternura cada uno de sus pequeños momentos.
Humana, triste y romántica al mismo tiempo, la propuesta recuerda al estilo narrativo de Alexander Payne u otros títulos del género, aunque con algo menos de cinismo. Y es que, en esta historia, el amor prevalece por encima de todo. Probablemente, su mejor logro sea mantener fresco este mensaje algo manido, sin caer en cursilerías o idealizaciones. Además, se toma la molestia de plasmar elementos de la America contemporánea y los votantes de Donald Trump que suman una perspectiva curiosa.
El problema, quizás, es que, más allá de sus virtudes, el conjunto no tiene grandes hallazgos, no resulta demasiado original y recuerda a muchas otras películas similares que ya hemos visto otras veces. Además, por bellas que resulten varias de sus escenas, no dejan de ser algo reiterativas, recreándose tanto en el estado de ánimo de los personajes, que, en alguna ocasión, para olvidar que tiene continuar avanzando hacia adelante.
Sin embargo, el buen sabor de boca que deja, en general, es suficientemente satisfactorio. Su sentido del humor, su aprecio por los pequeños detalles, su autenticidad y sus buenas intenciones son, en realidad, bastante irresistibles. A muchos espectadores, les vendrán a la cabeza sus padres o sus abuelos y, probablemente, por ese motivo, resulte fácil sentir hacia la cinta un cariño y una familiaridad poco habitual pero que tienen un gran valor cinematográfico.
Nota: 6
Lo mejor: Es emotiva, tiene sentido del humor y grandes interpretaciones.
Lo peor: No es demasiado original y resulta un poco reiterativa.
Las 10 mamás más locas del cine y la televisión
Bree Van De Kamp
Las cuatro protagonistas de 'Mujeres desesperadas' merecen estar en esta lista, pero desde el comienzo de la serie de Marc Cherry, una de ellas siempre destacó como la más extrema de todas, Bree Van De Kamp, la pulcra y estirada mamá interpretada por Marcia Cross. Bree es la perfecta ama de casa y haría cualquier cosa por mantener esta reputación. Conservadora, obsesionada con el orden y la limpieza, siempre preocupada por el qué dirán y profundamente estricta con sus dos hijos adolescentes (una bala perdida y un homosexual, la cruz de cualquier republicano), Bree se encontrará con todos los obstáculos del mundo, pero hará lo posible para criar a su familia en la rectitud y preservar su imagen impoluta. Las circunstancias la llevarán al límite en muchas ocasiones, y nadie quiere ver a una republicana como ella suelta por el barrio con un rifle. O sí, porque es endiabladamente divertido.
Beverly Sutphin
En 1994, el irreverente John Waters llevó hasta las últimas consecuencias la idea de la mamá suburbana loca de atar con 'Los asesinatos de mamá' (conocida en inglés con el divertido título de 'Serial Mom'). En esta disparatada película, Kathleen Turner da vida a Beverly Sutphin, una ama de casa aparentemente dulce y perfecta que parece salida de una sitcom de los 50, pero que en realidad esconde impulsos homicidas y una explosiva rabia interna. Beverly es fan de la rectitud, da su merecido a cualquiera que no se adhiera a las normas del decoro y rechaza todo indicio de modernidad o blasfemia (básicamente sinónimos para ella). Y por supuesto, esta protectora mamá también haría lo que fuera por sus cachorros, incluso matar a aquellos que los tormentan (profesores, novios...). En la carrera de las mamás más locas del cine, Beverly acaba de las primeras.
Joyce Byers
El personaje de Winona Ryder en el fenómeno televisivo 'Stranger Things' es una de las últimas que se suman a la lista de grandes madres de la ficción. Joyce Byers es la típica madre amable de las películas de los 80, pero cuando su hijo Will desaparece, se transformará en una fiera incansable que hará lo posible por recuperar a su retoño, incluso viajar al Upside Down. Byers es especialmente memorable por la ya icónica interpretación histérica de Ryder, que con este excesivo y para muchos divertido personaje ha vuelto a la cima de la cultura popular.
Joan Crawford
La película de 1981 'Queridísima mamá' llevaba al cine la historia de Christina Crawford, la hija de la gran estrella del Hollywood clásico Joan Crawford, que narró en su libro 'Mommy Dearest' las vicisitudes que pasó con una madre alcohólica con problemas de ira y trastorno obsesivo-compulsivo. Esta adaptación resultó en una de las películas más camp de la historia, sobre todo gracias a la exageradísima interpretación de Faye Dunaway como Joan Crawford, madre inestable y neurótica a la que vemos lanzando productos de limpieza a su hija o perdiendo completamente los papeles cuando esta cuelga sus vestidos en perchas de alambre. "¡Nada de perchas de alambre!" se ha convertido en una de las frases favoritas de los aficionados al mejor peor cine.
Madeline Mackenzie
'Big Little Lies', la miniserie de HBO basada en la novela homónima de Liane Moriarty, nos lleva a la idílica y aparentemente pacífica comunidad de Moterrey, en la costa de California, un paraíso de casas de diseño y jardines con vistas al mar donde conocemos a un grupo de madres y amas de casa que se ven involucradas en un crimen, al más puro estilo 'Mujeres desesperadas', pero con la factura de HBO y grandes estrellas de cine. Entre ellas se encuentra Madeline, interpretada por una sublime Reese Witherspoon, la cabecilla del grupo. Madeline, que tiene la tendencia a querer arreglar siempre los problemas de los demás, haría cualquier cosa por proteger a sus hijos y a sus amigas, aunque suponga iniciar una guerra entre las madres del colegio de sus niños que desembocará en crimen. También cabe destacar a Renata, madre histérica donde las haya, interpretada por la siempre exquisitamente exagerada Laura Dern.
Otra Madre
La figura ausente del padre o la madre es una constante en el cine de animación para toda la familia, pero en la siniestra 'Los mundos de Coraline' no solo no faltan, sino que los tenemos por partida doble. Coraline descubre que al otro lado de la pared viven las versiones alternativas de sus padres, aparentemente iguales, pero más presentes, cariñosos, y lo más importante, con botones cosidos en lugar de ojos. La Otra Madre de Coraline es la ama de casa perfecta de los 50 que no se despeina ni se mancha el delantal mientras se pasa el día horneando para su familia. Pero sus intenciones son de todo menos amables: en realidad es una terrorífica bruja con agujas por dedos que quiere coserle botones en los ojos a su hija para que se quede en su mundo para siempre.
Nancy Botwin
La matriarca de los Botwin es objetivamente una de las peores madres de la televisión, pero eso es en parte lo que la hace tan fascinante. Nancy (Mary-Louise Parker) es una viuda que las está pasando "canutas" para mantener a su familia, por lo que decide meterse en el negocio de la marihuana. Convertida en la camello oficial de su perfecto barrio suburbano de chalets idénticos, Nancy descubrirá que la vida de narcotraficante le llena más de lo que creía. Con una mala decisión tras otra, irá involucrando a sus hijos en sus "aventuras", poniendo inicialmente la excusa de que todo lo hace por ellos. Cuando la realidad es que Nancy no es ninguna víctima, sino una madre adicta al peligro y de valores, digamos, alternativos, a la que se le va la cabeza bastante.
Pamela Voorhees
La figura de la madre sobreprotectora también ha servido de inspiración para numerosas historias de terror. Una de las más memorables es la madre de Jason Voorhees, el asesino de 'Viernes 13', interpretada por Betsy Palmer (aunque paradójicamente, no todos recuerdan que ella es la asesina original de la saga). En la primera entrega, esta psicópata de jersey de lana lleva a cabo su sanguinario plan de venganza, matando a diestro y siniestro para hacer justicia a su pequeño, que murió ahogado en el campamento de Crystal Lake por culpa de unos monitores negligentes. Puede que la Sra. Voorhees se pasara un poco, pero ya sabéis, todo por los niños.
Norma Bates
El cine nos ha hablado en muchas ocasiones de la madre como figura clave en el desarrollo de un protagonista, y particularmente como origen de los problemas psicológicos del mismo. Alfred Hitchcock presentó a principios de los 60 la quintaescencia del complejo de Edipo en el cine con 'Psicosis', en la que conocíamos a Norman Bates (Anthony Perkins), psicópata con mommy issues que escondía el cadáver de su madre el sótano mientras "se convertía" en ella para asesinar a inocentes víctimas. La precuela televisiva 'Bates Motel' nos daba a conocer en profundidad a la madre detrás del serial killer, una mujer fascinante interpretada por la espléndida Vera Farmiga, que a través de cinco temporadas repletas de locura, apego excesivo y desequilibrio emocional, nos hacía comprender mejor al icónico Norman (Freddie Highmore en su versión adolescente).
Margaret White
Para terminar, recordamos a una de las locas más locas del cine, la madre de Carrie en el clásico de los 70 de Brian de Palma, interpretada por Piper Laurie. Carrie (Sissy Spacek) es una adolescente apocada y algo extraña que vive con una madre ultracatólica que condena el comportamiento obsceno de los jóvenes y castiga a su hija por estar convirtiéndose en una mujer. El maltrato de Margaret hacia Carrie está basado en la convicción de que su hija es una pecadora que ha recibido la "maldición de la sangre" (es decir, la menstruación), por lo que la atormentará constantemente, quemándola con té ardiendo o encerrándola en el armario por querer ir al baile del instituto. Al lado de Margaret, la mayoría de mamás de esta lista son el paradigma de la cordura.
