Pixar, antaño el estudio rey de la animación norteamericana, lleva tiempo sufriendo el peso de su propio éxito, además de las consecuencias de la pandemia y los cambios de estrategia de The Walt Disney Company que, según analistas, han "devaluado" la marca. Con 'Elemental' han querido volver a por todas, con una gran Premiere en el Festival de Cannes que nos recordara que su lugar está ahí, en el cine, y entre los grandes.
La película de Peter Sohn, quien tuvo que encargarse de salvar como pudo 'El viaje de Arlo', es un relato muy personal para él porque está basado en sus propias vivencias como inmigrante de segunda generación en Estados Unidos. La historia de Candela y la de sus padres es la de su familia: la de un matrimonio coreano que llegó en busca del sueño americano. Y el peso que supone para el hijo que cree que tiene que honrar ese sacrificio a costa de sus propios sueños.
Desde su anuncio, 'Elemental' se ganó la broma recurrente de que Pixar estaba repitiendo la misma idea una y otra vez. "¿Qué pasaría si los elementos de la naturaleza tuvieran sentimientos?". Es posible que la base suene a estas alturas poco impactante, pero 'Elemental' es muy diferente a los "juguetes con sentimientos" o a los "sentimientos con sentimientos" de títulos anteriores. En Ciudad Elemento encontramos una comedia romántica, una historia familiar y una aventura urbana, todo a la vez (en todas partes).
El aspecto más destacable es esa comedia romántica con un aparente "match" imposible entre una chica de fuego y un chico de agua. Sohn se basa en la propia naturaleza de los cuatro elementos para crear los arquetipos de sus protagonistas. Candela es pasional y llena de energía, pero también tiene la mecha corta. Nilo es mucho más fluido, se adapta bien a las diferentes situaciones, y es transparente, pura sinceridad, pero también se desparrama con facilidad. Entre ellos surge una química (je) arrolladora, esos polos opuestos que se atraen y que consiguen que se nos olvide lo que podría pasar si se juntan.
El tema de la física y la química también ha sido bastante recurrente en las críticas que vinieron de Cannes. Sí, es cierto que 'Elemental' pide a veces saltos de fe algo grandes, pero también está creando sus propias reglas, jugando con las nociones básicas de Conocimiento del Medio para que los niños y niñas puedan salir con alguna lección aprendida, pero sin poner diques al mar en el sentido narrativo. Al final estamos hablando de gente de fuego que son llamas casi eternas y gente de agua que mantiene la forma sin ocupar ningún recipiente.
La historia es encantadora, lo suficiente como para que no demos muchas vueltas a esos saltos de fe. 'Elemental' se sirve de muchos clichés de las comedias románticas pero en un sentido positivo y casi de homenaje, para que poco a poco nos enamoremos también de Candela y Nilo. Montajes musicales, "adivina quién viene a cenar esta noche", padres suspicaces, malentendidos, primeras citas... En este aspecto Nilo se descubre como un personaje tremendamente carismático: un chico empático, sensible y detallista y graciosísimo gracias al trabajo de Mamoudou Athie en el doblaje.
Una de las claves de las comedias románticas es su sencillez. Quizás es una de las razones por las que se señale que es "un Pixar menor", pero en 'Elemental' esconde muchas otras capas más allá del chica conoce a chico. La trama de la inmigración tiene un montón de ideas muy bien desarrolladas, desde esa losa que sienten los hijos de inmigrantes (la relación entre Candela y su padre es interesantísima) a la propia forma en la que Ciudad Elemento aísla a toda la gente del fuego en su gueto, sin ningún tipo de interés en integrarlos como sí lo hicieron con la gente de la tierra o del viento.
También alberga temas como la vocación, los sueños, el arte frente al oficio. Puede que la trama sea "simple", pero 'Elemental' tiene mucha más chicha de lo que parece. Y destila sinceridad. Sentimos que esta historia viene del corazón de Peter Sohn. Es su homenaje a su familia, y esa llama arde con mucha fuerza.
Ciudad Elemento en sí como escenario, sí, recuerda bastante a Zootrópolis en planteamiento, y aunque es cautivadora visualmente, queda un poco infrautilizada. No ayuda tampoco a las comparaciones que uno de los personajes secundarios sea básicamente Flash el perezoso convertido en funcionario de barro. Pero en estética está lleno de detalles, desde los utensilios de cocina que inspiran el barrio de fuego a las probetas y decantadores que dan forma al pijísimo barrio de agua.
'Elemental' llega a los cines muy poco después de que 'Spider-Man: Cruzando el Multiverso' haya reventado, una vez más, las concepciones de la animación y haya demostrado la capacidad narrativa que tiene apostar por una creatividad sin límites. Pero en Pixar tampoco se quedan anclados en lo mismo de siempre con el aspecto, sobre todo, de sus protagonistas.
Los ordenadores de Pixar están que arden
Resulta hipnótico ver lo que han conseguido con Candela y Nilo, y con sus familiares y amigos. La respuesta de las llamas a los estímulos de alrededor, el pelo siempre en movimiento de la gente del agua, la fluidez, las expresiones faciales, el humor físico que permiten. Es un nuevo salto de calidad para el estudio, que sigue sin perder de vista los detalles más secundarios, como que el agua de los escenarios resulte tan increíblemente real y ayude así a distinguirla del agua de los personajes.
Sin embargo, en Ciudad Elemento conviven cuatro tribus, y las dos que no son fuego y agua se sienten muchísimo menos trabajadas, no solo en diseño o animación sino también en el guion. Los personajes de tierra o de aire que tienen alguna aparición con diálogo son muy olvidables.
Además de lo visual, la película tiene un impecable apartado sonoro con un trabajo de doblaje, al menos en versión original, muy bueno, pero sobre todo destaca la banda sonora de Thomas Newman, con una inesperada inspiración en sonidos que recuerdan a India e instrumentos como el sitar. Le da un toque místico y convierte ciertas escenas en momentos realmente bellos. Estupenda también la canción principal, 'Steal de Show', de Lauv.
Siento bastante admiración hacia Peter Sohn desde que tuvo que hacerse cargo de 'El viaje de Arlo' con muy poquito tiempo para lograr algo que se pudiera estrenar en cines. Aunque no está en la lista de las mejores películas de Pixar, al menos sí tenía una idea visual que la diferenciaba (los escenarios hiperrealistas) y su historia tenía momentos realmente emotivos (lloro cada vez que veo la escena del río).
Pixar le ha permitido contar, esta vez sí, una historia completamente suya desde el principio, y él ha volcado toneladas de amor hacia sus padres, su historia y sus raíces en la historia de Candela. Obviamente es difícil competir contra el pasado de un estudio que ha llegado a dejar tanta huella desde su primerísima película, pero ni por asomo estamos ante una película olvidable. Suple el hecho de que no reinvente la rueda con mucha ternura. La historia de amor entre Nilo y Candela se queda grabada a fuego cuando salimos del cine, algo que pocos romances actuales han sido capaces de hacer.
'Elemental' se estrena en cines el 14 de julio.