En un momento de constante cambio social y reinterpretación del pasado como el que está viviéndose actualmente, el cine de época ha servido como fuente de inspiración para mirar con ojos contemporáneos obras clásicas desde una perspectiva más moderna, como ocurrió con Greta Gerwig y su notable versión de 'Mujercitas' o la perversa vista de Yorgos Lanthimos a la hora de narrar el delirante reinado de Ana de Gran Bretaña en 'La favorita'. Ahora es el turno de la fotógrafa Autumn de Wilde, quien debuta como realizadora con una adaptación de 'Emma', el clásico de Jane Austen.
Experimentada en fotografía y en dirección de videoclips, el salto de Wilde a la gran pantalla es un juego sobre seguro, pues dirige una adaptación de la escritora neozelandesa Eleanor Catton, premio Man Booker en 2013 por su aplaudida novela 'Las luminarias'. Con una parte creativa enteramente femenina, ambas optan por una versión sorprendentemente fiel a la 'Emma' de Austen, aunque con una perspectiva más ácida e irónica de lo que han sido las adaptaciones predecesoras de esta obra, como las miniseries de 2009, 1996 y 1972 -estas dos últimas muy aplaudidas por la crítica- o la versión cinematográfica que protagonizó Gwyneth Paltrow en 1996.
La heroína más irónica de las novelas de Jane Austen
Con una elegante puesta en escena en la que predominan los tonos pastel y otorgan al filme de una impostada candidez, esta versión de 'Emma' bebe de la distinguida ironía de otras adaptaciones de Austen como 'Amor y amistad', aunque no olvida su esencia clásica y romántica, lo que la enlaza con el 'Orgullo y prejuicio' de Joe Wright -que fue también una ópera prima, cabe recordar-. Es más, en ese tono de comedia ácida, con escenas en las que Wilde y Catton dejan en evidencia la auténtica crítica social que la propia Austen hacía en la novela original de 1815.
Y ahí juega un importante papel la afilada interpretación de Anya Taylor-Joy, como arrogante y mezquina doncella de clase alta con ínfulas de celestina con falsa modestia. Su Emma carece de la simpatía que en anteriores adaptaciones tuvo la heroína y, justamente, por ello ha sido el mejor retrato de la heroína de Austen hasta el momento. Esta joven, como le sucedía a Elizabeth Bennett en la ya mentada 'Orgullo y prejuicio', no desea casarse, pues es dueña de su propia fortuna, algo inusual en la época y que muestra que, precisamente, eso le otorga a la joven Woodhouse un poder al que sabe sacarle provecho.
La mejor adaptación cinematográfica de 'Emma'
Menos empática que las hermanas Dashwood de 'Sentido y sensibilidad', que Catherine Morland de 'La abadía de Northanger' o que Fanny Price de 'Mansfield Park', curiosamente, en ello, halla su mayor virtud, dándole a Taylor-Joy una fuerza inusual como heroína de Austen, siendo este punto es el más cercano a la mirada actual, pues Wilde y Catton sorprenden al no buscar una reinterpretación moderna de 'Emma', siendo también este punto otra de las estupendas cualidades de una adaptación que aspira a codearse con las adaptaciones que, en su día, hicieron Ang Lee o Roger Michell. Siendo la guinda del pastel ese idilio romántico que, efectivamente, recuerda al público que está ante una versión cinematográfica de un escrito de Austen.
Es imposible negarse al encanto del debut de Autumn de Wilde en la dirección, 'Emma' se disfruta gracias a esa mirada que respeta la esencial original de la obra, mirándola con respeto y admiración, como finalmente mira la doncella a su galán, el señor Knightley; así como también por la apuesta de Wilde y Catton de crear una versión ligera, algo acorde, pues ese era el espíritu de la obra original. La mejor adaptación cinematográfica de la novela ¡Puro Jane Austen!