En medio de las megaproducciones de Hollywood, con sus múltiples sagas y películas de superhéroes, los géneros 'medios' han sido los más perjudicados respecto a estrenos cinematográficos. El ejemplo más evidente son las comedias románticas. Este año, solamente las estupendas 'Cásate conmigo' y 'La ciudad perdida' han sido las apuestas de las majors estadounidenses, a pesar de ser un género que atrae al público y que ha demostrado su importancia en la gran pantalla. Afortunadamente, su hueco puede cubrirse con la producción de largometrajes franceses, que traen sofisticación y encanto parisino.
La última propuesta es 'En su punto', simpática y ligera historia de amor entre cuchillos y fogones que supone el regreso del actor Christopher Thompson a la realización tras diez años de su ópera prima, la notable 'Bus Palladium'. En esta ocasión, el intérprete franco-estadounidense deja el drama y los amigos de la infancia para narrar una comedia romántica con la que busca ofrecer un momento tierno y encantador en los cines. Thompson, quien firma el guion de la cinta junto con Fabrice Roger-Lacan, aprovecha los arquetipos del género para un relato de amor con tintes clásicos a los que busca reinventar.
Por ello, inicialmente los enamorados son antagonistas, lo opuesto de lo que desean. Ella es Charly, una prestigiosa redactora jefa de una revista de moda y él es Martial, el carnicero y segundo de abordo del padre de ella, quien es carnicero, una profesión que siempre aborreció ella. La inesperada muerte de su progenitor hará que Charly quiera vender el local, aunque al ser temporada navideña, decide posponer la venta al final de las fiestas. Con una premisa así, es fácil adivinar por dónde van a ir los tiros.
Una comedia romántica hecha para pasar un rato en encantador en el cine
Y sí, se cumple con todo el guion preestablecido, pero parcialmente. Realmente, tiene una primera parte deliciosa, que busca innovar, mezclando el glamour de la moda con algo tan crudo y pedestre como llevar una carnicería. Parece que encuentra el punto de equilibrio, creando un puente entre dos realidades, aparentemente, que son semejante al agua y al aceite. Se logra por la buena química de la pareja protagonista, encarnada por Géraldine Pailhas -la cual se prodiga poco por la comedia- y Arnaud Ducret, este último experto en amor y cocina, tal y como pudo verse en 'Historias de una indecisa'.
Sin embargo, la cinta se cae completamente en su intento de reinventar el género, creando un conflicto que desvirtúa el concepto inicial de la premisa, con una pareja protagonista a la que se le enreda demasiado. A pesar de la química de los actores, el guion provoca una gran desconexión con su protagonista masculino, hasta el punto de que logra que se salga completamente de la historia.
Lo que podría haber sido una propuesta similar a las simpáticas 'Sin reservas' o 'Bon appétit', ambas ejemplos de que es posible tener una propuesta feel-good con un toque de profundidad y pedigrí, se pierde en un enredo más propio de telenovelas turcas de saldo que de un film con ese 'charme' propio de estas propuestas de manufactura gala. Se agradece que lleguen propuestas comerciales diferentes a las salas españolas, convertido casi en un acto de resistencia, pero eso no exime que se exija un mínimo de calidad.
Nota: 4
Lo mejor: La química entre Géraldine Pailhas y Arnaud Ducret.
Lo peor: Su parte final derrumba toda la premisa inicial, olvida también ese encanto de mezcla glamour con una carnicería.
