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CRÍTICA

'En tercera persona': Amor y otros dramas

El director de la aclamada 'Crash' se pone detrás de las cámaras en un nuevo drama respaldado por un casting repleto de estrellas. 'En tercera persona' en cines a partir del próximo día 6 de marzo.

Por Marina Díaz López 5 de Marzo 2015 | 11:26

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Paul Haggis vuelve a la carga. El director de la aclamada 'Crash' se pone detrás de las cámaras para traernos 'En tercera persona', un drama con todas las letras, que una vez más demuestra que si hay algo que se la da bien a Haggis es eso de entrelazar historias. Una película marcada por el sello 'Crash', pero algo más edulcorada si cabe. Una película en la que el amor, tanto de la pareja como el de los padres, es el plato fuerte. Una película que lanza la pregunta y espera que el espectador de la respuesta. En resumen, una película muy Haggis.

 En tercera persona

Haciendo honor al título, son tres las historias que convergen en 'En tercera persona', tres triángulos cruzados que nos trasladan a Roma, a París y a Nueva York, de la mano de un reparto lleno de estrellas en el que Adrien Brody y su particular uso de la ironía brillan con luz propia. Sin embargo, son Liam Neeson y su querida (y desnuda) Olivia Wilde los que acaparan todas las miradas en las casi dos horas y cuarto de película, que aunque puedan asustar, logran hacerse llevaderas gracias a la habilidad con la que el realizador nos va dejando las pistas que nos llevarán a resolver el final de este particular y dramático juego, del que resulta bastante abstracto hablar de desenlace.

Un escritor enamorado de una alumna, un pintor en plena guerra con la desquiciada madre de su hijo, y un "Ladrón de trajes" aspirante a superhéroe, son a grandes rasgos las almas torturadas que protagonizan este largometraje que trata de indagar en esa particular manera que tenemos los seres humanos de reaccionar tras haber cometido un error, tan diferente en cada persona como distintos son los lugares que sirven de escenario a la cinta. Y es que entre las muchas virtudes de este olvidado director está el hacernos pensar, aunque a veces peque de demasiado profundo.

Haggis juega con los escenarios y con el tiempo en este puzzle en el que, dicho sea de paso hay historias que se quedan muy en la sombra, como la que viven Mila Kunis y su ex pareja James Franco, en la que lo más destacable podría ser la actuación del niño que tienen en común, no obstante, es uno de los nexos necesarios en la trama principal, esa en la que Neeson, demuestra que hay vida más allá de 'Venganza', y esa en la que Olivia Wilde se exhibe sin tapujos delante de la cámara.

 En tercera persona

Con el sello de fábrica

La música y el montaje hacen juego con una película que exagera como nadie los dramas del primer mundo, una película que se estrena diez años después de que Haggis se alzase con las tres estatuillas por la que hasta ahora ha sido su obra maestra. Puede que la intención de Haggis con esta película haya sido revivir el éxito olvidado de 'Crash', y lo cierto es que, para todos aquellos que vieron la película más aclamada del director, esta puede llegar a decepcionar, no obstante, y aunque probablemente sean los menos los que acudan a las salas de cine sin referencia alguna del trabajo que supuso el trampolín de Haggis, dejar de lado las expectativas es clave para poder disfrutar de 'En tercera persona'.

Dejando preguntas sin responder y sembrando la duda en el público, algo a lo que ya no estamos acostumbrados en el cine de hoy en día, es como se despide esta película en la que más vale permanecer atentos a la pantalla y no perder detalle de nada, si se quiere hilar bien una trama que a pesar de resultar algo lenta al principio, consigue ir enganchando al espectador medio adulto al que va dirigida este primo hermano de 'Crash', no apto para días tristes.

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