La tarea más complicada de una serie es atrapar a una legión de seguidores, pero una vez que eso se logra se abren muchas puertas. El historial de películas basadas en series que han tenido un resultado equiparable al del producto original no es demasiado satisfactorio, y eso se debe a la complejidad de abarcar un público mucho más amplio que el que ya se logró durante la emisión televisiva. La última en arriesgarse a dar el paso ha sido 'Entourage', e influirá mucho conocer la serie previamente o no. Haber quedado prendado de ella en su momento o empezar de cero con la película.
Obviamente la película no tarda en presentar a los personajes y la situación para aquellos ajenos a la serie, pero el filme llegará mucho más a aquellos acérrimos al show. Esa introducción prudencial no se hace cargante aunque ya conozcas el ambiente, pero queda demasiado clara la intención de contentar a todo el mundo con lo que se está mostrando, tratando de ampliar todo lo posible su público objetivo. Ese deseo de complacer y de gustar en exceso provoca que se pierda en medida la irreverencia que definía a la serie. Esto se nota sobre todo en el personaje de Ari Gold, que durante las ocho temporadas recopiló un diccionario de insultos a todas las razas, religiones y orientaciones sexuales, y que en la película queda más amansado con algún toque de rabia esporádico.
De todas formas se puede perdonar que se suavice el personaje más emblemático de la serie por el mero hecho de ver en la gran pantalla a otros personajes carismáticos como Johnny Drama, pero queda una sensación agridulce de no respetar del todo la esencia de la serie. Aquellos que no conozcan de antes a los personajes no notarán esto, pero tampoco podrán disfrutar de algunos de los puntos fuertes. Eso no quita que otros elementos hayan permanecido intactos. Como los incesantes cameos -más o menos justificados- o las fiestas repletas de chicas. La frenética vida de Hollywood es el motor de nuevo. El deseo de formar parte de ese séquito brota irremediablemente, lo cual era la clave del éxito de la serie.
Pero una vez más al tratar de tenerlo todo se llenan demasiado las manos como para poder disfrutarlo. En concreto hay una escena de una fiesta en la que hay tantos cameos y tantas subtramas que la atención se dispersa y nos olvidamos de que estábamos en una fiesta en una casa idílica en California. La complicación de dotar del mismo protagonismo a Vincent, Drama, E y Turtle era considerable, y realmente se reparten el tiempo de manera equitativa, pero no hay margen suficiente como para completar cuatro tramas en menos de dos horas. Por lo tanto alguna queda más descuidada que otra, pero sobre todo la de Drama es una satisfacción tremenda para todos los seguidores de la serie. Una vez más el personaje menos interesante es precisamente el protagonista, Vincent, pero tiene la suerte de rodearse de un grupo tan atractivo que no necesita cargar con las miradas todo el rato. Aunque queda la sensación de que si la película se hubiera centrado algo más en al rodaje de su debut como director el interés en él podría haber crecido. Solo hay que recordar el rodaje de 'Medellín'.
Recuerdos a flote
Los fans perdonarán en menor o mayor medida esos fallos o los que cada uno encuentre, pero su opinión quedará trastocada cada vez que algún elemento memorable de la serie salte a escena. Desde la secuencia de créditos en la que se amplía la cabecera de la serie con la música de Jane's Addiction poniendo los pelos de punta hasta el repertorio musical. La música independiente era la transición habitual en la serie, en los frecuentes traslados en coche en los que Franz Ferdinand y Muse amenizaban los tiempos muertos. En la película comenzamos con Royal Blood introduciéndonos en un yate en Ibiza repleto de mujeres y más adelante Tame Impala, Queens of the Stone Age y The National completan una banda sonora que, a pesar de no estar elegida con un detalle extremo, funciona de la misma manera algo superficial que lo hacía en la serie.
'Entourage' se queda en un término medio entre un episodio y una temporada sin encontrar realmente el tempo cinematográfico. Eso no quita que sea un divertimento notable, tanto para fans como para aquellos que quieran explorar este terreno por primera vez. No todo reluce en la película, pero lo mismo debe ocurrir en el verdadero Hollywood.