Algunas personas les tienen temor, pero para otras, el cine francés es un placer y significa una gran alegría que un film de este país llegue a las salas españolas, porque no todas lo consiguen. Los que disfrutamos de las producciones galas lo hacemos aún más si cabe si se trata de comedias, porque, aunque hay de todo, se presupone un alto nivel de risas en ellas. Sin embargo, en la obra que nos ocupa, había cabida para muchísimas más.
'Entre amigos' nos presenta a Richard, un triunfador sesentón que quiere presumir de dinero y nueva novia treintañera con sus amigos de toda la vida y sus respectivas mujeres. Para ello, alquila un barco y pretenden compartir un relajante viaje a Córcega juntos. Lo que parecía una bendición, causará que salgan los trapos sucios de antaño y que todos se acaben tirando de los pelos.
Olivier Baroux lleva varios años dirigiendo, tras saltar a la fama como cómico con su querido compañero y excelente actor Kad Merad. Tras hacer varias comedias menores, y algún que otro respetable film como 'Quiero ser italiano' (precisamente protagonizada por su amigo Merad), se atreve ahora con una película que, sobre el papel, debería estar hecha de otra pasta.
Y digo esto porque Baroux escribe y dirige una obra coral, con mayores aspiraciones y con un reparto de veteranos actores realmente cumplidores. No se puede negar que la dirección es más que correcta, pero el punto débil es, sin lugar a dudas, el guion que co-escribe junto a Éric Besnard y Richard Grandpierre. Un error de bulto, si tenemos en cuenta que es requisito indispensable para un film de estas pretensiones un guion sin fisuras.
Éste, se muestra ingenioso en ocasiones con los diálogos, pero falla en un plano más general al querer desarrollar una historia y no encontrar la manera. Demasiados tópicos sobre amistades que estallan y se tiran los trastos a la cabeza, en un producto que debería guardar sorpresas y supurar mucha más originalidad.
Como se podía esperar con un reparto de enorme altura, el punto fuerte son los intérpretes, que consiguen salvar una película en la que casi todos ellos brillan. Daniel Auteuil vuelve a demostrar su tremenda versatilidad, y nos recuerda por qué es uno de los mejores actores europeos de la actualidad. Una pena que todos ellos solo puedan hacer que nos riamos en contadas ocasiones, ya que, desde luego, un reparto así merecía un mejor material con el que poder trabajar y soltarse.
Nota: 5/10
Lo mejor: Un Daniel Auteuil desatado, que no deja que se hunda por completo el barco cinematográfico.
Lo peor: La tibieza de un guion que supone una grandísima oportunidad desperdiciada.