No ha sido extraño ver en el cine historias protagonizadas por mujeres maduras y homosexuales, títulos como 'En 80 días', 'Cloudburst', 'A Million Happy Nows' o uno de los fragmentos de 'Mujer contra mujer' dan buena muestra de ello. No obstante, son casos contados con las palmas de la mano, pues se trata de historias que no han estado en el ojo de la industria, así como tampoco son habituales dentro del llamado cine LGBT. De ahí, que propuestas como 'Entre nosotras', ópera prima del realizador italiano Filippo Meneghetti, se aplaudan. No obstante, el debut de este director es mucho más que un ejercicio de activismo y visibilización.
La realidad LGBT es muy amplia y, conforme van pasando los años, es cada vez más habitual encontrar referentes en la senectud. Es más, sirven también aprender y valorar lo logrado en cuestión de derechos en los últimos años, así como también para recordar que queda mucho camino por recorrer. Desde ese enfoque, 'Entre nosotras' es un formidable testimonio de una realidad que muchos creían atrás, en la que los armarios, las dobles vidas y los prejuicios están muy presentes, especialmente en las mujeres (más, incluso, en aquellas que están en su senectud), quienes en la lucha por derechos, han estado, históricamente, en un discreto segundo plano.
Unas actrices en estado de gracia. Maravillosa y pasional química entre Barbara Sukowa y Martine Chevallier
Y es desde esa perspectiva, cómo Meneghetti, que coescribió el libreto junto con la guionista Malysone Bovorasmy, configura un elegante e intimista relato de un amor inquebrantable, con una fuerza interior fascinante. El cineasta rehúye cualquier tipo de melodrama, retratando el romance de sus protagonistas, Nina y Madeleine, como un ejercicio de contención dramática para percibir las angustias y ansiedades de lo cotidiano, de la presión de mostrar el rostro de lo que se espera (o esperaba) de madre y abuela de familia, de cómo el engaño ha servido para poder vivir realmente como se es en verdad.
Esa poderosa pasión, que reivindica el eros en la tercera edad, no solo muestra cómo senectud no significa pérdida de la magia y la complicidad, sino que también pone en primera línea una realidad muy pocas veces visitada en ficción, convirtiendo a Meneghetti en heredero de otros cineastas como Ira Sachs, Céline Sciamma o André Téchiné. Una inusual ópera prima, cuya energía máxima es la elección de sus tres actrices protagonistas. Las dos primeras, sobran las palabras: Barbara Sukowa, leyenda viva del cine alemán, y Martine Chevallier, distinguida intérprete de la Comédie Française. Su química y su entrega a su oficio provocan un auténtico círculo virtuoso, en el que se percibe también una magistral dirección de actores. Mención también para Léa Drucker, una tercera en discordia que sabe mostrar espontaneidad e incluso provocar la empatía del público en momentos tremendamente incómodos.
Espléndida ópera prima. Una obra maestra
A ello hay que añadirle un tono en la narración diferente a lo esperado. En esa contención, en ese armario mental, Meneghetti configura un filme cercano al thriller, con escenas en las que son palpables la angustia, el miedo y la opresión. Encuadres que inciden en esa sensación, enfocados en mirillas de puertas, pasillos y ascensores. Por otro lado, su apartado técnico es excelente, con una buena mezcla y montaje de sonido, que ahonda en esa sensación de zozobra.
Eso sin contar con que el realizador aprovecha su cuidado diseño de producción, un pequeño pueblo de Montpellier se convierte en un escenario aparentemente afable pero tremendamente asfixiante. En esa combinación de drama romántico y cinta de suspense, Meneghetti sigue una línea que ya mostró François Ozon, realizador que supo mostrar las consecuencias de las mentiras y el autoengaño, como bien demostró en 'Bajo la arena' o '5x2 (Cinco veces dos)'.
'Entre nosotras' es el debut por todo lo alto de un cineasta que ha sabido captar la sensibilidad femenina de una manera completamente asertiva. Una espléndida historia de amor, de esas que quedan grabadas en el recuerdo, como en su momento fueron 'Carol', 'Cold War', 'El blues de Beale Street' o 'Retrato de una mujer en llamas'. Ha comenzado 2021 y ya está aquí uno de los títulos imprescindibles del año, una obra maestra.
Nota: 9
Lo mejor: Las interpretaciones de Barbara Sukowa y Martine Chevallier, la pasión que transmiten. Su cuidado diseño de producción y cómo Meneghetti convierte el drama en thriller.
Lo peor: Que su recorrido en salas en su país natal haya sido breve por culpa del coronavirus. Que no esté entre las nominadas al Oscar.