En medio de producciones tremendamente comerciales y películas de arte y ensayo, el cine francés siempre ha apostado por la tercera vía, aquella que busca encontrar el equilibrio entre los dos extremos, siendo también símbolo de esperanza para ese público que busca algo diferente, con historias concretas y cotidianas y alejadas de excesivas ambiciones artísticas o empresariales. Son varios los casos que han podido llegar a salas españolas, como las estupendas 'Rosalie Blum', 'Pastel de pera con lavanda' o 'Tan cerca, tan lejos'. Ahora es el turno de 'Entre rosas', un formidable relato protagonizado por una grande de la cinematografía gala, Catherine Frot.
Ocho años después de dirigir su primer largometraje, la comedia dramática 'Hábleme de usted', Pierre Pinaud regresa con un filme que es también un tributo a su fallecida madre, la cual era horticultora. Puede que la premisa suene, una empresa u organización en crisis hasta la llegada de un grupo de 'outsiders'. Sin embargo, es la forma en la que Pinaud, quien escribe el guion junto con Fadette Drouard y con la colaboración del cineasta Philippe Le Guay, ejecuta el filme lo que convierte a 'Entre rosas' es una maravillosa propuesta, que vuelve a demostrar el poder del buen cine feel-good.
Y todo porque Pinaud realiza un filme honesto, con unas interpretaciones deliciosas, que lidera Catherine Frot. La actriz es muy ducha en personaje llenos de carisma, como pudo verse en la reciente 'Bajo las estrellas de París' o en otros títulos como 'Dos mujeres', 'Madame Marguerite' o 'La cocinera del presidente'. Con 'Entre rosas', Frot vuelve a derrochar encanto, con un personaje complejo, cuya lealtad familiar por el cultivo de rosas esconde un trasfondo sobre la soledad.
Una deliciosa y entrañable comedia dramática
Pero Frot no está sola, le acompañan unos estupendos Olivia Côte, Fatsah Bouyahmed, Marie Petiot, Vincent Dedienne y, sobre todo, Melan Omerta. Este último, quien debutó con la miniserie 'Poètes', es todo un descubrimiento. Tiene esa mirada asilvestrada que recuerda a la de Rod Paradot en 'La cabeza alta', como también a los primeros papeles de Tahar Rahim. Además, tiene ese aire rebelde que evoca a Stéphane Rideau en su juventud, aquel que deslumbró con 'Los juncos salvajes' y 'Sin respiro'.
Y luego está el canto de amor a las flores. Pinaud ejecuta un filme en el que estas se convierten en las otras protagonistas, mostrando todo un mundo que fascina por su labor y dedicación. La manera en la que narra esta pasión por las rosas y cómo el juego de la genética permite crear distintas especies evoca a ese encanto de las mezclas de aromas que planteó la maravillosa 'Perfumes', que bien podría ser una prima hermana de esta cinta.
'Entre rosas' es cine feel-good con pedigrí, con aire añejo que recuerda que las producciones de 'clase media' siguen muy vivas y que aún tienen historias fascinantes que contar. Un delicioso largometraje para deleitarse como si de un paseo por la Rosaleda del Parque del Oeste se tratase. Uno de esos manjares que se disfruta dentro de lo cotidiano y que recuerda que la magia del cine muchas veces está en esos pequeños detalles.
Nota: 8
Lo mejor: La pasión por las rosas, la interpretación de Catherine Frot y el descubrimiento de Melan Omerta.
Lo peor: Es una historia convencional, no gustará a aquellos que busquen propuestas más ambiciosas, en todos los sentidos.
