Aunque reconocido ampliamente como guionista, ha estado detrás de libretos de títulos reconocidos como 'Por encima de la ley', 'Instinto maternal' o 'Los miserables', el franco-chileno Giordano Gederlini tenía como asignatura pendiente la realización, especialmente tras su irregular ópera prima, 'Samouraïs'. Ahora vuelve con 'Entre la vida y la muerte', que supone el debut del malagueño Antonio de la Torre en un proyecto en francés, quien viene bien apadrinado por Olivier Gourmet, uno de los grandes intérpretes belgas, como también por la etérea Marine Vacth, quien da un giro a su carrera con un papel de acción.
Gederlini juega sus cartas desde el inicio, abriendo varias incógnitas, que irá desvelando poco a poco. Su presentación atrapa desde el inicio, con un Antonio de la Torre perplejo al ser testigo de cómo un joven con toda la vida por delante se lanza a las vías del metro en el que él trabaja como conductor. Una escena que muestra una serie de acciones y consecuencias que irán revelándose poco a poco, como el hecho de que el veinteañero suicida, Hugo, se trate del propio hijo del protagonista, Leo Castaneda.
Con un comienzo que alimenta al misterio, Gederlini, quien también firma el guion, inicia un adrenalínico juego del gato y el ratón con cierta atmósfera de cine noir, en la que De la Torre se convierte en una especie de antihéroe improvisado que recuerda al de sus actuaciones en 'Tarde para la ira' y 'Que Dios nos perdone', en los que se convirtió en un hombre devorado por las ansias de venganza, con resoluciones extremas y con secuencias que muestran una frialdad pasmosa ante situaciones violentas. En el caso de 'Entre la vida y la muerte', el actor malagueño revela menos información incluso respecto a las cintas de Raúl Arévalo y Rodrigo Sorogoyen, aumentando la expectación por sus intenciones y, sobre todo, por su trasfondo.
Ahí entra en juego dos actores que saben darle réplica al malagueño, Marine Vacth y Olivier Gourmet. En el caso de la primera, sorprende con un papel mucho más duro y físico que en sus anteriores trabajos en la gran pantalla. Otrora belleza etérea en 'Joven y bonita' y 'El amante doble', Vacth muestra un talante semejante al de Laetitia Casta en sus papeles más arriesgados. La actriz demuestra un carácter fuerte que le abre la puerta a una serie de personajes muy diferentes al que se le ha solido ver. Por otro lado está Gourmet, actor consagrado que en sus breves apariciones deslumbra. Intérprete poliédrico, el belga vuelve a mostrar una versatilidad extraordinaria, en la que es capaz de transmitir naturalidad hasta en situaciones extremas.
Antonio de la Torre deslumbra también en francés
Gederlini crea un thriller con alma de cine negro en el que se introduce en los bajos fondos de Bruselas para narrar una historia clásica de venganza, en la que De la Torre terminando encarnado a un hombre reconcomido por los tormentos del pasado, que en su vendetta por la muerte de su vástago busca una especie de catarsis que le ayude a poder mirarse frente al espejo. No había mejor actor para el papel que el ganador del Goya por 'Azuloscurocasinegro' y 'El reino'.
Por otro lado, De la Torre sorprende con una espontaneidad pasmosa a la hora de hablar francés, aunque encarne a un español afincado en la capital belga, lo que le permite poder expresarse con acento propio. Es más, nadie diría que no sabía hablarlo antes del filme. Con 'Entre la vida y la muerte', además, muestra su músculo como estrella europea, siendo, precisamente, el cine en francés un terreno más ambicioso en lo cinematográfico para una estrella que bien podría ser la contraparte masculina de Isabelle Huppert en lo referente a estilo de interpretación, pues ambos logran hacer espontáneo lo más inesperado, brutal y extremo.
'Entre la vida y la muerte' es un notable thriller, con el que Gederlini se quita la espinita que fue su fallida ópera prima y muestra talento para realizar cine de género. Un relato que hipnotiza gracias a sus protagonistas, como a su apartado técnico, con una fotografía sublime, obra de Christophe Nuyens, quien muestra su habilidad para el largo tras encargarse de la fotografía de series como 'Riviera', 'Versailles', 'Baghdad Central' o 'Lupin'. Además de un cuidado diseño de producción, firmado por Eve Martin, y una banda sonora compuesta por Laurent Garnier, que elevan una historia de suspense potente, que es un nuevo triunfo en la carrera de Antonio de la Torre.
Nota: 7
Lo mejor: La habilidad de Antonio de la Torre de convertir algo brutal o extremo en una acción que parece normal para la lógica del personaje.
Lo peor: Su parte final es demasiado previsible.
