"Yo películas españolas no veo", se escucha en numerosas ocasiones. ¿Por qué renegamos de lo nuestro? ¿Por qué se dice que el cine español es malo? Es cierto que hubo una época en la que se abusó de las películas hablaban sobre la Guerra Civil y las comedias casposas. Pero esa barrera ya las hemos superado. ¡Y de qué manera!. Los largometrajes españoles cada vez inundan más la cartelera y se posicionan en los puestos altos de la taquilla y por algo será. Me considero amante del cine en general y defensora del cine español por encima de todo. Con esto no quiero decir que todas las películas patrias sean buenas, pero ¿acaso todas las películas del gran gigante Hollywood son buenas? Creo que no.
'Esa sensación' es una de esas películas de cine independiente que podría gustar a muchos pero que no estamos acostumbrados a ver y he de decir que me dejó una sensación agridulce no sabiendo bien dónde posicionarla. 'Esa sensación' cuenta tres historias diferentes donde no hay ninguna relación, y el humor asoma en cada una de ellas. Un virus desconocido pasa de persona a persona haciendo que la víctima diga lo primero que le viene a la cabeza sin tener ningún tipo de sentido. Un chico persigue a su padre por las calles de la ciudad incitado por un cambio en las conducta de su progenitor. Y una mujer se siente atraída por el mobiliario de las calles de Madrid interactuando con ellos de manera pasional. Tres historias diferentes que no dejarán indiferente a nadie.
La película, dirigida por Juan Cavestany, Julián Genisson y Pablo Hernando, donde cada uno de ellos narra una historia, provoca sentimientos encontrados. La primera parte de la película me gustó y me pareció entretenida. Algo diferente que no estoy acostumbrada a ver. Pero a partir de la primera media hora todo se convirtió en una repetición y las historias comenzaron a no tener sentido llegando a rozar lo absurdo.
Las situaciones no son muy comunes y algo con lo que nos topemos muy a menudo. Es verdad que al leer la sinopsis sabes lo que más o menos te vas encontrar y llama la atención. Pero según van pasando los minutos se va volviendo cada vez más surrealista y empieza a no tener sentido.
Historias fuera de lo normal
Cavestany se encarga de dirigir la historia del virus que se transmite de persona a persona y les obliga a decir cosas que piensan pero que nunca se atreverían a decir. Una historia floja que podría posicionarse como la mejor de la tres si los personajes tuviesen más interacción entre ellos y no solo en los momentos en los que sueltan lo que piensan de repente, donde las conversaciones se vuelven más surrealistas si cabe.
La historia que nos muestra Genisson, es la de un hijo que persigue a su padre por toda la ciudad, debido a los comportamientos extraños y nuevos que su padre está experimentando. Se presenta como la peor historia de las tres. No atrapa ni llama la atención. Pasa desapercibida y me atrevería a decir que muchos hemos olvidado o terminaremos olvidando esta narración.
Por último, Hernando nos cuenta el amor que siente una mujer por el mobiliario que esta presente en las calles de la ciudad y las historias de amor que llega a vivir con algunos elementos. A pesar de no haber diálogos, es la historia que destaco pero la que me dejó una sensación agridulce mayor. Al principio es interesante y no parece algo extraño ya que recientemente hemos visto filias sexuales tan extrañas como esta en 'Kiki, el amor se hace', película dirigida por Paco León y que tan buenos comentarios se ha llevado. La historia más fuerte y que más risas arrancó en la sala.
En definitiva, es una película que muestra tres historias poco habituales que llaman la atención pero su forma de narrarlas hace que pierdan fuerza llegando a aburrir y hacer que el espectador pierda interés.
Nota: 4/10
Lo mejor: La novedad de las historias.
Lo peor: El absurdo y surrealismo de las historias.