A pesar de estar muy lejos de ser perfecta, 'Escape Room' puede convertirse en la elección ideal para aquellos aficionados del terror que mezcla el suspense, los puzzles y la supervivencia, una fórmula familiar popularizada por sagas como 'Saw' y 'Cube'. Una propuesta basada en el popular pasatiempo que sabe divertirse con su concepto. 'Escape Room' es totalmente predecible, y a pesar de ser algo que más de un espectador habrá visto, demuestra que no es necesario reinventar una fórmula para producir una buena película. Este thriller no intenta ser más inteligente ni elevado de lo que es y no deja a la audiencia atrás en ningún momento, lo que permite al espectador entretenerse tratando de averiguar qué está pasando al mismo tiempo que lo hacen sus personajes.
Los personajes
'Escape Room' está protagonizada por seis personajes completamente distintos y sus personalidades chocan al principio, lo que da lugar a una serie de conflictos que aderezan la acción. Sin embargo, los diálogos no ayudan demasiado durante el primer acto, dificultando sentir apego hacía los personajes. De hecho, en un momento de la película uno de ellos se convierte en altavoz del espectador: "Creo que estoy jugando al juego más entretenido del mundo con las personas más desagradables del mundo". Por suerte, en cuanto la película empieza a cobrarse víctimas (quien piense que decir esto es un spoiler tiene mucho que aprender sobre este tipo de cine) los protagonistas comienzan a volverse personajes mucho más simpáticos, gracias en parte a sus backstories, distintas tragedias y traumas personales convenientemente relacionados con cada una de las habitaciones temáticas y sus trampas.
En cuanto al reparto, sería criminal no destacar el trabajo de Deborah Ann Woll, con diferencia la mejor actriz de la película y el rostro conocido de la cinta, Woll ha alcanzado la fama en televisión por su trabajo en series como 'True Blood' y 'Daredevil'. Su personaje es, por mucho, el más interesante, una ex-militar con estrés post-traumático, una mujer tan fuerte como frágil.
El director
Pero la auténtica estrella de la película es el director, Adam Robitel, que consigue redimirse después de 'Insidious: La última llave'. Robitel da forma a la acción propuesta por el guion, gracias a unas entretenidas trampas que dan juego al cineasta a la hora de mover la cámara, especialmente en las escenas que tienen lugar durante la "habitación del revés". Una secuencia de infarto que, sin decir demasiado, consigue marear a la audiencia de la mejor forma posible, un trabajo de realización y dirección que, salvando las distancias, recuerda a los mejores momentos de Robert Zemeckis en 'El desafío (The Walk)'. La forma en la que Robitel juega con la perspectiva y el eje vertical de la pantalla, cambiado arriba por abajo y el suelo por el techo es, sin lugar a dudas, su mejor momento como director en 'Escape Room'.
El resto de las trampas y pruebas son ingeniosas, aunque en más de una ocasión la cinta exige a la audiencia que eleve su suspensión de la incredulidad hasta puntos más allá del sentido común, casi pidiendo que apaguen un poco su cerebro. Lo que no es del todo un defecto, puesto que 'Escape Room' es la clase de película que se beneficia de una trama y acción completamente delirantes y desenfrenadas.
No acierta con el final
El mayor defecto de 'Escape Room' es su final. A pesar de sus 95 minutos, la duración ideal para este tipo de películas, esta podría funcionar mucho mejor con un metraje más corto para evitar terminar llegando a los créditos finales casi a rastras, quizás porque la conclusión de la trama parece venir por partida triple. Podría decirse que 'Escape Room' se termina tres veces, lo que alarga demasiado el discurso, en detrimento del factor entretenimiento, su principal baza.
Para terminar, es importante señalar que más de uno extrañará un poco más de gore durante ciertas escenas. 'Escape Room' sabe marcar bien la distancia para separarse de otro tipo de cine, el subgénero del terror de tortura más parecido a 'Saw'. Probablemente en un intento de evitar comparaciones que son más que inevitables.
Nota: 7
Lo mejor: Es entretenida, predecible y no tiene ambición más allá de lo que es.
Lo peor: Un final que se alarga, tratando de forzar el interés en una secuela.