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CRÍTICA

'Estamos hechos para entendernos': Los amores sordos

Crítica de 'Estamos hechos para entendernos', comedia romántica dirigida, escrita y protagonizada por Pascal Elbé. Con Sandrine Kiberlain, Valérie Donzelli, Emmanuelle Devos y François Berléand.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 17 de Junio 2022 | 09:09
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'Estamos hechos para entendernos': Los amores sordos

Más acostumbrado al thriller, en su faceta como director, el actor Pascal Elbé se atreve con una comedia romántica con cierto trasfondo dramático social. Aprovechando su propia experiencia, crea 'Estamos hechos para entendernos', una historia amable que narra el duro proceso de reinventarse y redescubrir el mundo después de quedarse sordo, así como también el amor que puede surgir tras escuchar de una forma diferente la vida.

Estamos hechos para entendernos

Pascal Elbé pone un punto autobiográfico a esta propuesta, pues el propio actor comenzó a quedarse sordo de manera temprana, para mostrar cómo la pérdida de audición provoca un ensimismamiento que aísla a la persona, especialmente en aquellos que no perciben la merma en la percepción de sonidos, como es el caso del protagonista. Inicialmente, Elbé; quien también firma el guion de la cinta, además de protagonizarla, retrata lo que parece ser una comedia en la que se darán una serie de escenas en las que la sordera del protagonista provocará risas.

Pero Elbé se aleja de lo previsible, sin olvidar que se está ante una propuesta ligera, para plasmar a un hombre que va redescubriendo el sonido conforme va aceptando su realidad. En ello, irrumpe una relación amorosa, que Elbé narra de manera clásica, pues los protagonistas, inicialmente, se detestan. Él es Antoine, profesor de secundaria; Ella es Claire, floricultora, viuda y madre de una niña que dejó de hablar después de que su padre muriera en un trágico accidente automovilístico. Lo interesante es cómo el amor avanza a la par que Antoine acepta su sordera y cómo la antipatía inicial, provocada porque el hombre no escuchaba, termina desarrollándose en situaciones entrañables.

Estamos hechos para entendernos

Una deslumbrante Sandrine Kiberlain

Si a ello se suman unos secundarios de lujo, con Válerie Donzelli, Emmanuelle Devos, François Berléand, Marthe Villalonga y Claudia Tagbo a la cabeza; la película consigue convertirse en una simpática comedia romántica, cuyo trasfondo dramático la eleva, al narrar también los problemas derivados del cuidado de una madre con Alzheimer o un terrible caso de acoso en el colegio. No obstante, quien hace que el filme llegue al notable es su protagonista femenina: Sandrine Kiberlain. La intérprete, que en 'Mi niña' y en 'Elle l'adore' demostró tener muy buena habilidad para los protagónicos en románticos, derrocha elegancia, pasión y buen hacer.

Estamos hechos para entendernos

Por otro lado, da gusto ver cómo apuesta personal el narrar una historia de amor madura con actor de edad similar, él tiene 55 y ella tiene 54 años. No solo porque, tristemente, no abunden en el cine, sino porque permite ver una química diferente. En esa línea, el filme vuelve a recordar que, precisamente, las reinas de las grandes rom-coms galas son mujeres tanto como Sandrine Kiberlain como otras contemporáneas como Alexandra Lamy o Michèle Laroque.

'Estamos hechos para entendernos' es una agradable comedia romántica, cuya base dramática le otorga una mayor trasfondo en su trama. Una mirada optimista a la adversidad. Su historia de amor es enternecedora y conquista gracias al carisma de sus dos intérpretes, así como también la ayuda de la hija de Kiberlain en la ficción, la joven actriz Manon Lemoine. Una deliciosa historia de una pasión en la cincuentena que se disfruta como esos atardeceres de una refrescante tarde de primavera.

Nota: 7

Lo mejor: Sandrine Kiberlain, ella sola llena la pantalla. Está espléndida.

Lo peor: El problema principal es que el personaje de Elbé es tremendamente antipático, incluso cuando comienza a oír, lo que hace que cueste comprenderle.