El cine francés puede presumir de tener un acertado equilibrio entre una mirada autoral y otra comercial, especialmente en aquel que tiene un enfoque social. Títulos como 'Con todas nuestras fuerzas' (2013), 'Hipócrates' (2014), 'Un doctor en la campiña' (2016) o 'Las invisibles' (2019) son buen ejemplo de ello. Ahora llega una mirada crítica sobre el sistema educativo en Francia con 'Los profesores de Saint-Denis', el segundo largometraje del tándem Mehdi Idir y Grand Corps Malade, siendo la primera experiencia del segundo en una propuesta alejada de su biografía.
Realmente la propuesta es sencilla, mostrar el trabajo de los CPE (consejeros principales de educación), una especie de orientador escolar que está presente en todos los niveles educativos, incluyendo el universitario y el de formación profesional. Su labor es esencial para evitar el fracaso escolar, siendo en los centros de familias de bajos recursos los que mayor tasa tienen. Ahí ponen el foco Idir y GCM, que escriben ambos el guion de esta propuesta original con la que se busca no solo reivindicar la figura de los consejeros, sino también las dificultades que tienen los jóvenes de clase trabajadora y aquellos que viven al borde de la exclusión social en el famoso banlieue.
Una mirada social sobre el sistema educativo
En ese sentido, ambos directores tienen referentes, con títulos muy cercanos a la temática como 'La profesora de historia' (2014) o 'El buen maestro' (2017), aunque el principal ejemplo es 'La clase' (2008), la aplaudida película de Laurent Cantet. La crítica es muy certera, al mostrar cómo el sistema falla respecto a las expectativas de vida de los alumnos de clases bajas. No obstante, al poner el foco en la figura de los consejeros, muestra cómo estos profesionales intentan evitar que estos chavales acaban fracasando. No es una labor sencilla, especialmente porque la labor de los padres no es suficiente debido a los trabajos precarios de unos y la falta de integración de otros.
Su objetivo social es notable e Idir y GCM logran realizar una propuesta que, efectivamente, invita a mirar críticamente el sistema pero ofreciendo un halo de esperanza. Ahí está la figura de la implicación de los consejeros, auténticos santos por saber gestionar cada caso de forma individual y personalizada. De hecho, su labor logra que varios estudiantes, que parecían destinados al fracaso, acaben el bachillerato.
Por otro lado, el filme explora la vida personal de los docentes. Es estupendo que los directores hayan querido mostrar esa faceta, que muchas veces es ignorada. Aunque tengan trabajos que exigen mucho, puede verse que todos tienen una vida aparte, que van a fiestas, que disfrutan de unas cañas entre amigos. Aunque, quien destaca esencialmente es la figura de Samia Zibra, la CPE del instituto y que ejerce de columna vertebral de la cinta, al ser ella la protagonista.
La estupenda interpretación de Zita Hanrot
Zita Hanrot continúa su carrera en ascenso. Su interpretación de Zibra está llena de entrega y empatía. La intérprete, conocida por la serie 'Amor ocasional' (2018 - actualidad), ha ido escalando poco a poco en papeles desde que ganase el César a la mejor actriz revelación por 'Fatima' (2016). Su papel en el filme es fundamental, logrando conectar con su dedicación a la orientación escolar y su profesionalidad, puesto que Zibra tiene problemas personales que no llegan a afectar a su labor docente.
Idir y GCM elaboran un filme notable con inspiración social, en la que se percibe a Cantet, Mention-Schaar y los hermanos Dardenne como referentes, al estar concebido como largometraje con mirada social pero también pensado para el público y concienciar de la importancia de un buen sistema educativo y como este no puede dar por perdidos a los estudiantes procedentes del banlieue. Una película didáctica e ideal para que vean, precisamente, estudiantes de secundaria y sus profesores.
Nota: 7
Lo mejor: La interpretación de Zita Hanrot y la mirada social del sistema educativo.
Lo peor: Realmente lo que se narra ya se ha visto y la referencia final a 'Mentes peligrosas' no ayuda.
