La Fase 4 del Universo Cinematográfico Marvel no deja de experimentar. Lejos de elegir un camino claramente marcado, cada título que se presenta -ya sea en la gran o la pequeña pantalla- pretende demostrar que con la Saga del Infinito solo hemos podido ver una mínima parte de las posibilidades que tiene esta franquicia. 'Eternals' de Chloé Zhao prometía, además, ser la película más desmarcada de todo lo que habíamos visto hasta ahora. Y en parte lo es, aunque quizás no tanto como parecía.
Sin duda es una propuesta muy ambiciosa. La ganadora del Oscar por 'Nomadland' se atreve a presentar nada menos que diez nuevos personajes en una historia que nos lleva desde los inicios de la humanidad hasta el presente posterior al chasquido de Thanos. 'Eternals' está basada en los cómics que el legendario Jack Kirby publicó en los locos años 70, centrados en unos alienígenas inmortales del planeta Olympia enviados a la Tierra hace miles de años por los Celestiales, unos poderosos seres espaciales capaces de crear planetas, para proteger a la humanidad de unas criaturas depredadoras llamadas Deviantes y que así los terrícolas pudieran desarrollarse y prosperar. Los Celestiales les dan una regla muy clara: solo pueden interferir si los Deviantes están involucrados.
Esta norma inquebrantable se encuentra en el centro de la idea presentada por Zhao a Marvel y es el punto más fuerte de la historia de la película. El relato de los "dioses en la Tierra" es sin duda lo más interesante, cuanto más se acerca la directora a la "humanidad" de estas criaturas incapaces de envejecer y que han vivido milenios entre los seres humanos, cuanto más explora cómo se han adaptado a vivir entre nosotros, más cautivadora resulta 'Eternals'. La película va dando saltos continuamente entre el pasado y el presente, mostrando cómo los Eternals van descubriendo las maravillas de los seres humanos y llegan a entender por qué somos dignos de su protección, algunos hasta el punto de que les resulte casi imposible mantenerse al margen tras haber presenciado injusticias, guerras y masacres que ellos podrían haber parado sin despeinarse. Así veremos cómo esta familia, un tema que está resultando muy recurrente en la Fase 4, acaba separándose hasta el día de hoy, en el que una nueva amenaza les obligará a volver a reunirse. Pero ellos no son los mismos que aterrizaron hace 7.000 años.
Zhao consigue que nos importe cada uno de estos personajes, aunque le haya sido imposible encontrar el equilibrio entre diez protagonistas que no habíamos visto antes en el UCM. La historia se centra sobre todo en Sersi (Gemma Chan), la Eternal más cercana a los humanos y la que más ha hecho por encajar a lo largo del tiempo. En la película la veremos crecer de quizás el miembro del grupo más propenso a poder vivir perfectamente sin poderes a encontrar a la heroína y líder que no sabía que podía ser, y Chan defiende el papel fantásticamente. Poco a poco iremos conociendo a los demás miembros de esta peculiar familia, cada uno con un superpoder concreto que nos ayudará a distinguirlos (Sersi puede transformar la materia; Thena, el personaje de Angelina Jolie, convierte la energía cósmica en cualquier arma imaginable; Druig, el de Barry Keoghan, puede controlar la mente), y cada uno cuenta con un conflicto, un drama existencial, para que conectemos con ellos. El problema es que, a pesar de que la película dura dos horas y media, hay personajes que quedan relegados a una posición muy secundaria y sus historias son resueltas con poco atino o de forma bastante abrupta. Es muy difícil conseguir lo que logró James Gunn con 'Guardianes de la Galaxia', aunque él tenía que jugar solamente con la mitad de fichas que Chloé Zhao. Al menos ha conseguido que todos ellos tengan alguna escena con la que se pueden lucir, dando a Jolie momentos de acción muy espectaculares o convirtiendo a Lauren Ridloff y Kumail Nanjiani en unos robaescenas. Ninguno de ellos son personajes básicos, pero tal bombardeo de caras nuevas puede que juegue en contra de su atractivo a largo plazo dentro de la franquicia. ¿Cuántos niños y niñas acabarán decantándose por Makkari o por Ikaris en el recreo? ¿Puede tanto personaje conquistar la cultura popular como un Capitán América?
Lo que sí forman es uno de los repartos más diversos del Hollywood actual, y todo ello está integrado de manera totalmente natural. Makkari (Ridloff) es la primera superheroína sorda del UCM, pero es tan poderosa como cualquiera de sus compañeros y compañeras. Phastos (Brian Tyree Henry) es el primer protagonista gay de la saga. No solo es la primera representación LGTBQ+ real que vemos en Marvel, es una de las tramas más bonitas de la película, dando a Phastos una motivación, proteger a su familia, que miles de personajes heterosexuales han tenido a lo largo de la historia del cine. Son la propia representación de la diversidad que tenemos las criaturas que han venido a proteger. En ese sentido 'Eternals' es un triunfo, y cada actor y actriz del cast ha estado a la altura de las expectativas.
También al otro lado de las cámaras encontramos un trabajo de primer nivel. Chloé Zhao consigue que la película tenga algunas de las escenas más bonitas del UCM gracias a haber apostado por escenarios reales (Fuerteventura entre ellos) y a su característico juego de planos, contraluces y a aprovechar la luz natural, aunque quizás por eso la película tiende a ser demasiado oscura en algunos tramos. El diseño de producción, tanto de la parte histórica como de la más fantástica y espacial, y los efectos visuales terminan dando personalidad propia a la cinta con una forma de magia (que utiliza la energía cósmica) que la diferencia de las de, por ejemplo, Doctor Strange o Wanda. Y la cautivadora banda sonora de Ramin Djawani termina de darle el envoltorio épico a estos personajes, que para los humanos acabaron convirtiéndose en parte de sus mitos y leyendas (no es coincidencia que Ikaris suene a Ícaro y Thena recuerde a Atenea, por ejemplo).
Ojalá el guion hubiera tirado más por ese lado, por el de la huella de los Eternals en la historia de la humanidad y cómo han adaptado sus conflictos internos e impulsos a una vida más terrenal, y no tanto por esconder, en realidad, una historia que recuerda demasiado a muchas otras películas de Marvel. Por supuesto que el tono intimista de Chloé Zhao llena la película de una madurez, solemnidad y peso que carecen otros títulos de la franquicia, pero no condiciona a la trama lo suficiente y volvemos a encontrarnos con un grupo de superhéroes intentando salvar al mundo de la enésima destrucción del planeta y de una amenaza que vuelve a ser un enemigo impersonal y plano que no está a la altura del nivel de detalle del resto de la película. Los Deviantes son villanos totalmente olvidables que tampoco hacen justicia a la versión del tebeo, más carismáticos y con conflictos sobre su propia existencia y su papel en el mundo que les convertían en mucho más que "depredadores". Por suerte el guion tiene sus sorpresas y sus giros que equilibran un poco la acción, pero que culminan en un clímax resuelto de una forma bastante burda. Aunque la película no pierde mucho ritmo, lo que es loable dada su duración, la misión principal es un ejemplo perfecto del mayor problema que tiene Marvel en el punto en el que se encuentra: estar a la altura de las propias expectativas. ¿Cuántas veces se puede intentar destruir el mundo? Esta sensación de deja vu con el estilo Marvel también ocurre con el humor, que por primera vez en bastante tiempo llega a resultar difícil de empastar con una trama más seria y adulta (el sexo ha llegado por fin a Marvel) como la de 'Eternals'. Risas consigue, pero son algo más incómodas que en otras ocasiones. La película parece diferente, sin duda gracias al estilo de Zhao luce diferente, y tenía historias distintas de sobra para jugar. Pocos personajes del UCM pueden tener problemas derivados de haber vivido en el mismo lugar durante miles de años sin envejecer. Es una pena que al final 'Eternals' sea una película más convencional de lo que podría haber sido, y demasiado cargada.
¿Cómo encaja en el plan maestro?
No todas las películas posteriores a 'Vengadores: Endgame' pueden tener la escala de 'Vengadores: Endgame'. Si hay algo que 'Shang-Chi' supo hacer muy bien fue presentar personajes, sentar las bases y dejar que crezcan en futuras entregas, y tenía muy claro que quería contar una historia de padres e hijos. 'Eternals' quiere ser una historia de origen de diez personajes, cada uno con un drama existencial, y que el problema principal sea la destrucción del mundo, si acaso intentando darle un atisbo de debate sobre el colonialismo. Y mientras que la primera parte la salva aunque lo haga de forma irregular, la segunda la desvía muy lejos de la exploración de personajes y de esos dilemas entre lo divino y lo humano que son mucho más frescos que otro Apocalipsis, que además vuelve a hacer bastante poco creíble que no aparezca ningún otro superhéroe para al menos ver qué está ocurriendo.
¿Puede pecar Marvel de pasarse de ambiciosos? La película llega en un momento en el que el UCM tiene muchos frentes abiertos y después de verla tampoco queda claro cuál va a ser el camino a seguir a largo plazo. A las primeras pinceladas del multiverso y lo que sea que trama la condesa Valentina ahora tenemos que sumar una expansión gigantesca de la mitología del UCM, una que no es nada fácil porque introduce diez Eternals, a los Celestiales y a los Deviantes, y que por supuesto a lo largo de la trama se va enredando y dando más pistas para el futuro, como es la aparición de Dane Whitman, el personaje de un sorprendentemente carismático Kit Harington. ¿Quizás están abarcando demasiado? ¿Llegará un punto en el que los espectadores que no sean fans acérrimos de la franquicia digan "basta" con tanto personaje nuevo, tanto legado, tanta serie y tanta información que tragar de golpe? 'Eternals' llega demasiado pronto en esta nueva era para Marvel, que quizás debería apostar más por recular y volver a lo básico: presentar el relevo generacional y darles tiempo para crecer antes de enfrentarlos al gran enemigo o problema de esta nueva Saga. A falta de ver las escenas postcréditos (que no nos enseñaron en el pase de prensa), no termina de quedar claro cuál será su papel en el plan maestro de Kevin Feige.
Nota: 7
Lo mejor: La construcción de personajes y sus conflictos individuales. Esa deriva hacia temas más adultos. El diseño de producción y la música. Algunos planos son de los más bonitos del UCM.
Lo peor: A nivel narrativo quiere contar demasiado en un punto ya complicado del UCM. Quiere ser rompedora, pero esconde una película 100% Marvel, para bien y para mal. La reducción de los Deviantes a enemigos impersonales.
