La ficción de HBO siempre se ha caracterizado por poner a prueba los límites de lo que se puede mostrar en televisión, dando mucho que hablar tanto por la calidad de sus series como por la cantidad y naturaleza de los desnudos y escenas de sexo que estas incluyen. La cadena aplica la misma actitud rompedora a su nueva serie, 'Euphoria', una ficción altamente provocadora con la que se adentra en un género que hasta ahora no había tocado, el drama adolescente.
Creada por Sam Levinson ('Nación salvaje'), basándose en la serie israelí del mismo nombre, avalada por el reputado estudio A24 y con el cantante Drake entre sus productores, 'Euphoria' es un drama estilizado e hipermoderno a caballo entre el cine de Larry Clark y Danny Boyle. La serie sigue a un grupo de estudiantes de secundaria mientras lidian con los problemas de su edad en una época de incertidumbre, experimentación y confusión. Zendaya interpreta a la protagonista, Rue, una chica huraña, asocial y problemática que regresa al instituto después de una temporada en rehabilitación tras sufrir una sobredosis.
La primera temporada consta de ocho episodios de alrededor de una hora de duración. En eCartelera ya hemos podido ver los cuatro primeros gracias a HBO España, que estrena la serie el 17 de junio. A continuación os contamos nuestras impresiones de lo visto hasta ahora, con un aviso: 'Euphoria' va a dar mucho que hablar.
"El mundo se va a acabar y ni siquiera ha terminado el instituto"
La adolescencia es ya de por sí un periodo vital confuso y tumultuoso. Si a eso sumamos los tiempos de agitación social y política que vivimos, y la falta de rumbo y motivación de las nuevas generaciones, arruinadas por las anteriores, lo que obtenemos en 'Euphoria' no es precisamente un relato alegre y optimista. Más bien todo lo contrario.
Como decíamos antes, la historia gira en torno a Rue, una chica que, tras una infancia marcada por la enfermedad mental y la muerte de su padre, se entrega a los hábitos autodestructivos consumiendo alcohol y drogas hasta que, un día, su hermana pequeña (Storm Reid) la encuentra en su cuarto ahogándose en su propio vómito tras una sobredosis. Después de una temporada en rehabilitación, Rue regresa a casa asegurando estar sobria y querer permanecer así. Pero como cualquiera que haya vivido con un adicto sabe, la mentira es uno de sus principales síntomas.
Siguiendo los pasos de Selena Gomez, Vanessa Hudgens ('Spring Breakers') y Miley Cyrus, la exchica Disney y actual chica Marvel da un giro de 180 grados a su carrera con su papel más arriesgado hasta la fecha. Rue es Zendaya como nunca la habías visto, impactante, valiente, desgarradora. La actriz de 22 años demuestra y pone a prueba sus capacidades interpretativas en un rol muy exigente que, como ella misma ha confesado, ha drenado su energía (algo que salta a la vista). Eso es precisamente Rue, una esponja de dolor, tristeza y frustración que te absorbe y te consume, y Zendaya personifica a la perfección el espíritu ambivalente y complicado de una persona rota por las drogas y la enfermedad. Su trabajo es digno de elogio y, posiblemente, alguna que otra nominación.
Rue es el centro de la serie, pero 'Euphoria' también nos cuenta la historia de sus compañeros de instituto, un grupo de adolescentes desorientados que, como ella, se encuentran en plena búsqueda existencial, explorando el sexo, el amor y la amistad en la era de los smartphones y las redes sociales. Sin embargo, las tramas del resto de personajes, con excepción de Jules (la revelación Hunter Schafer, actriz trans que interpreta a una chica trans), están bastante desconectadas de la de Rue, dando la sensación de que Zendaya está en su propia serie (con menos sexo y desnudos) dentro de otra serie.
Quien haya visto 'Nación salvaje' (y deberíais, porque es brutal) se encontrará en 'Euphoria' con algo muy familiar. Y es que Levinson repite en la serie lo que hizo con su película más reciente, presentando a un grupo de personajes muy similar y abordando los mimos temas: la obsesión por el sexo y la gratificación instantánea, el porno, la masculinidad tóxica, el abuso y el consentimiento, la cosificación de las adolescentes por parte de sus compañeros, el cuerpo como moneda de cambio, el slut-shaming, la identidad sexual, la distorsión de la imagen en redes sociales y cómo estas pueden arruinar la vida de un menor... Solo por citar unos cuantos.
'Euphoria' también nos confirma a Levinson como un cineasta inquieto y experimental, muy dado al montaje frenético y a jugar con la cámara, a bailar con ella rodeando a sus protagonistas y no dejar que el ritmo pare en ningún momento. El resultado es una serie visual y estéticamente embriagadora. Hay planos para enmarcar, travellings constantes (como poseídos por Martin Scorsese o Paul Thomas Anderson), hipnóticos viajes nocturnos en bicicleta mágicamente iluminados, imágenes que giran 360º para mostrarnos el tiempo saltando, montajes a ritmo de hip hop que nos sumergen en el desenfreno de las fiestas donde los protagonistas se abandonan... En definitiva, todo un viaje audiovisual.
La serie que no querrás que vean tus padres
Creéis que estáis curados de espanto, pero lo que vais a ver en 'Euphoria' no lo habéis visto en otra serie teen. Comparadas con ella, 'Skins', 'Por trece razones' y 'Sex Education' parecen 'Barrio Sésamo'. Esas series han provocado el debate por su forma tan directa y sin tapujos de hablar de temas controvertidos asociados a la adolescencia, pero la de HBO va un paso (más bien una zancada) más allá, con contenido explícito y gráfico que incomodará a más de uno y será sin duda objeto de polémica. De hecho, HBO debería incluir un aviso antes de cada capítulo, y ya no por el sexo realista y la cantidad de penes que el espectador va a ver en cada capítulo (son muchos, muchísimos), sino por las delicadas problemáticas que trata y posibles triggers que maneja: adicción, agresión sexual, pornografía infantil, bullying, autolesiones, suicidio, sexo entre adultos y menores...
Aquí es donde 'Euphoria' puede ser excesiva hasta para el más pintado. La serie llega a ser muy oscura y apenas da tregua. Se centra tanto en la decadencia y pinta a las nuevas generaciones de forma tan turbia y desesperanzada, que a la historia le cuesta respirar, y por tanto también al espectador. Es a partir del tercer episodio cuando Levinson se da cuenta de que la serie necesita algo de luminosidad y esperanza para sus protagonistas, encontrándola en la preciosa amistad entre Rue y Jules, el corazón de la serie. Ahí es donde 'Euphoria' arranca verdaderamente, donde los personajes pasan a ser más reales, las relaciones empiezan a tomar forma y el espectador puede relajarse, aunque sea momentáneamente, ante tanta miseria.
Perturbadora, agresiva, salvaje, dura, pero también fascinante y afilada como una navaja ("Por favor, que no sea un tirador loco", "Creo que ya no me queda capacidad de atención para la vida", "No debería decir esto, pero las drogas son guays, hasta que dejan de serlo"), 'Euphoria' nos da acceso privilegiado al mundo de los adolescentes de hoy en día, lo queramos o no. Y deberíamos quererlo, porque es importante saber lo que ocurre cuando no estamos mirando, para tratar de entender lo que hacen, y por qué lo hacen, mientras buscan "algo que le dé sentido a todo esto".
Lo mejor: Su dirección y apartado estético, y una Zendaya sensacional.
Lo peor: Que tanta negatividad y emociones fuertes puedan ser difíciles de digerir y que, por tanto, los primeros episodios espanten a más de uno.
Nota (primeros cuatro episodios): 8
'Euphoria' llega a HBO España el 17 de junio.