Ocho años después de dirigir su ópera prima, el documental 'Asier y yo', el actor vasco Aitor Merino regresa con una propuesta más íntima y personal, si cabe, con 'Fantasía', que llega a salas comerciales tras su paso por la 24ª edición del Festival de Málaga y ya como precandidata al Premio Feroz Arrebato de No Ficción, en la que compite por el galardón frente a otros títulos muy bien valorados como 'Sedimentos', 'Quien lo impide' o 'Un blues para Teherán'.
Merino sigue hablando de su entorno con su segundo largometraje. No obstante, las intenciones de 'Fantasía' son muy distintas a las que de 'Asier y yo'. Es más, podría decirse que es una respuesta amable y ligera, aunque no por ello menos cuidada. En cierta forma, el actor de 'El Ministerio del Tiempo' y 'Hospital Valle Norte' crea un diario de a bordo no solo de un viaje que realiza la familia en un crucero que da título al filme, sino también del pasado y presente de la familia Merino Unzueta.
Y ese álbum familiar, en el que existe una reflexión sobre los recuerdos, el significado en sí de la memoria, los lazos familiares, las vivencias o el ocas de la vida, resulta una experiencia cinematográfica deliciosa, Merino graba con sumo amor y cariño a su abuela, a sus padres, a su hermana. El documentalista sabe narrar lo aparentemente mundano, al convertir las vivencias de sus familiares en un relato entrañable que ciertos tintes costumbristas.
Un sentido homenaje al pasado y al presente familiar
Esa sensación de homenaje, en la que Merino busca la honestidad y no imposta ni crea un relato más allá de lo que la propia memoria familiar ofrece, hace de 'Fantasía' un título notable, muy especialmente en los pasajes relacionados con los abuelos, como esos retratos del abuelo al que Merino no llegó a conocer porque murió antes de que pudiera conocerlo y al cual mira a medio camino entre la distancia y los recuerdos prestados.
Sobre ese tema, los recuerdos prestados, habla también el filme. En su aparenta ligereza, 'Fantasía' es un largometraje que reflexiona sobre la importancia del legado familiar y hasta qué punto este influencia en las decisiones de sus descendientes. Merino vuelve a mostrar su habilidad para llegar al corazón y la emoción del público a través de lo honesto y lo sentido, lo que hace que sea una experiencia muy similar a la de ver un álbum de fotos muy bien ordenado y narrado.
Nota: 7
Lo mejor: El cariño que desprende cada escena.
Lo peor: No aspira a mayores ambiciones que el retrato íntimo familiar.