Josh Gordon y Will Speck vuelven a formar equipo para dirigir 'Fiesta de empresa', su nueva comedia tras 'Patinazo a la gloria' y 'Un pequeño cambio', y como ya viene siendo habitual en su breve filmografía, lo hacen conformando un casting de actores de cierto renombre dentro del estado actual de la comedia norteamericana.
Desde un punto de vista ciertamente irreverente, lo que nos propone el tercer largometraje de Gordon & Speck es la representación exorbitada de uno de los tópicos a los que cualquier trabajador de a pie ha tenido que hacer frente en su vida profesional: las temidas fiestas navideñas de empresa. Otorgándole a ésta un aire absolutamente desfasado e hiperbólico, la bacanal de música, alcohol y ostentación por los decorados de Navidad que veremos en 'Fiesta de empresa' surge en el momento en el que Clay Vanstone, gerente de la sucursal de Zenotek de Chicago, decide organizar una fiesta de tintes legendarios para así poder captar a un cliente que les asegure la continuidad de la oficina, la cual Carol Vanstone, hermana de Clay y presidenta de la compañía, ha decidido cerrar.
T.J. Miller y Jennifer Aniston son los encargados de interpretar a sendos hermanos, cuya eterna lucha de egos y riñas infantiles continúa latente aun siendo adultos. En el epicentro de la competitividad familiar, se verá el director técnico de la delegación, Josh Parker, encarnado por Jason Bateman, quien vuelve a compartir protagonismo junto a Aniston a las órdenes del tándem de realizadores, tras 'Un pequeño cambio'.
Arropados por un conjunto de secundarios con tendientes a robar planos, y entre quienes destacan Olivia Munn ('X-Men: Apocalipsis'), Kate McKinnon ('Cazafantasmas'), Jillian Bell ('Pesadillas') y Courtney B. Vance ('American Crime Story'), asistiremos a un conjunto de situaciones que traspasan la frontera de lo políticamente incorrecto, una de las principales bazas de un título que apuesta por la grosería en una serie de descacharrantes gags que seguro conseguirán satisfacer a los amantes de la comedia más desenfadada.
Sin más pretensiones que las de entretener, no hay que tomarse en serio un film que pone toda la carne en el asador en el exceso, y que viene a hacer sombra a esos desenfrenos cinematográficos que hasta la fecha han sido propiciados por parte de fraternidades universitarias ('Desmadre a la americana', 'Malditos vecinos') o adolescentes de instituto en plena sobresaturación hormonal ('American Pie', 'Project X'), siendo en esta ocasión los responsables del escándalo los currantes con los que el Jordan Belfort de 'El lobo de Wall Street' trabajaría absolutamente complacido.
'Fiesta de empresa' es el claro ejemplo de que el potencial de Jennifer Aniston como actriz cómica es mucho más enérgico cuando se aleja de la comedia romántica de turno y decide apostar por su lado más cínico y desvergonzado ('Somos los Miller', 'Cómo acabar con tu jefe'), y con el que consigue hacer que nos olvidemos de la eterna Rachel de 'Friends'.
Representando a casi todos los tópicos habidos y por haber en ese ecosistema que conforma la oficina de trabajo (el jefe nerd, la aburrida jefa de recursos humanos, el trabajador quisquilloso, el becario), a los que se le suman los del desenfreno derivado de una fiesta de tal calibre, tenemos ante nosotros un film fiel a su espíritu, que sin transcender más allá de ningún límite y sin aportar nada nuevo a la comedia, tiene todos los números para convertirse en la comedia de estas navidades.
Nota: 6
Lo mejor: Su innegable carácter cómico-festivo y desprejuiciado.
Lo peor: No realiza nuevas aportaciones y puede tildarse como un conglomerado de ideas ya vistas con anterioridad. Además, su duración puede resultar incluso excesiva, dando la sensación de que no hacía falta estirar tanto la idea.