Desde que 'Guardianes de la noche: Tren infinito' se convirtiese en un fenómeno mundial, la animación japonesa ha logrado que tener varios títulos convertidos en sensaciones internacionales, como 'Jujutsu Kaisen 0: La película', 'Dragon Ball Super: Super Hero', 'One Piece Film Red' o la reciente 'Suzume' (aunque ésta haya venido precedida por éxitos propios como 'Your Name' o 'El tiempo contigo'). Se ha roto esa barrera de que las producciones niponas eran sólo de público nicho, con las clásicas excepciones del cine de Studio Ghibli o el dirigido por Mamoru Hosoda o Makoto Shinkai.
El último fenómeno era una deuda pendiente que tenía Toei con el público, el de darle un final digno a 'Slam Dunk', una de las series de animación más míticas de los años 90. Con 101 episodios emitidos entre 1993 y 1996 y cuatro películas, la factoría dejó inconclusa la adaptación del manga de Takehiko Inoue (adaptó sólo 22 de los 31 tomos que tiene la novela gráfica). Su regreso no solo era esperado, sino que está siendo todo un fenómeno que ha logrado trascender a su público aparentemente objetivo. No es únicamente un chute de nostalgia, sino una propuesta innovadora con espíritu propio que se ha convertido por pleno derecho en uno de los títulos más innovadores de la animación japonesa.
'The First Slam Dunk' enfoca su trama en el partido de baloncesto con el que cerraba el manga, en el que el Shohoku debe enfrentar al Sannoh, equipo que ostenta el reconocimiento de ser imbatible. A pesar de que Hanamichi Sakuragi era el protagonista principal de la serie, la película opta por poner el foco en Ryota Miyagi, otro jugador del Shohoku, con el que se ahonda en su triste pasado y cómo sus experiencias lo han curtido en la vida y lo han convertido en quién es.
Ese decisivo partido es el eje central, aunque el film sabe mantener la expectación hasta el final, gracias a una narrativa que sabe combinar las analepsis de tal forma que se introducen en momentos clave en los que la cinta logra no perder el ritmo. A pesar de ser el tramo final de la adaptación del manga, 'The First Slam Dunk' está pensada para atrapar al espectador en general, tanto a los fans incondicionales como a los más profanos, siendo una de sus mayores virtudes.
Un extraordinario film con una animación única
Pero si su trama está magníficamente ejecutada, lo que hace que 'The First Slam Dunk' sea una obra maestra es la magistral y virtuosa combinación de la animación CGI y la tradicional. Aquí se ve el mimo con el que el propio Takehiko Inoue, quien ha llevado las riendas de este proyecto tanto en la dirección como en el guion y el storyboard, pues quería llevar el virtuosismo de lo tradicional a lo más sofisticado de lo digital y tecnológico. Su combinación es exquisita, como si los colores cobrasen vida de una forma pocas veces vista.
Su innovación, siendo atrevidos, puede compararse a las de las dos entregas del 'Spider-Man' de Miles Morales. Logra ese efecto nostálgico, pero su apuesta por secuencias en las que se ve lo mejor del CGI disfrazado de animación 2D lo eleva, lo trae al mundo actual. A ello se suma un ritmo narrativo trepidante, un cuidado por los personajes extraordinario y hasta una banda sonora exquisita, la mejor compuesta por Satoshi Takebe desde la melancólica 'La colina de las amapolas'.
Inoue no solo logra sacarse la espinita de ver su obra completamente adaptada, también crea un largometraje único, en el que se ve todo el cariño y pasión que ha tenido por el manga original. Un equilibrio perfecto entre lo de ayer y lo de hoy, en una de las películas más fascinantes de la animación japonesa actual, que también logra un lugar privilegiado en ese subgénero llamado cine deportivo. 'The First Slam Dunk' se sitúa en los playoffs de los títulos imprescindibles.
