Nunca es suficiente el recordar que el cine francés no es solo la industria cinematográfica más sólida de la Unión Europea, sino también es la principal productora de títulos que logran el punto intermedio entre la mirada comercial y la de autor, con propuestas de diversos géneros, siendo la comedia feel-good uno de sus representantes más emblemáticos, pues títulos de este género son los que suelen conquistar al público español, ejemplo de ello son las espléndidas de 'La familia Bélier', 'Un doctor en la campiña' o 'La delicadeza'.
Siguiendo esa estela, llega 'Foto de familia', segundo largometraje de Cécilia Rouaud, que tras 'Je me suis fait tout petit', retoma la mirada cómica, aunque en esta ocasión la lleva hacia el drama familiar, que enlaza el título con las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Anna Gavalda. Es más, a nadie le hubiera extrañado que el filme fuese una versión más. Y es, precisamente, esa mirada la que convierte a este segundo trabajo es una de esas sorpresas y maravillas costumbristas que llegan a la gran pantalla (todo un milagro actualmente, dada la situación actual).
'Foto de familia' goza una sensibilidad propia a la hora de plasmar problemas, aparentemente, cotidianos, representados en una familia disfuncional y muy propia del presente. Lejos de mostrarse como una crítica, el filme retrata cómo los errores del pasado (mejor dicho, de los padres) acaban repercutiendo en la forma de relacionarse de los hijos. Y eso queda patente en cómo los tres hermanos protagonistas (interpretados por Camille Cottin, Vanessa Paradis y Pierre Deladonchamps) forjan sus relaciones sentimentales, personales y laborales, incluso.
Una mirada cinematográfica sobre el cotidiano y el día a día
Y en la forma de plasmar dichos problemas, Rouaud, quien también escribe el guion, destaca, pues muestra las pequeñas locuras del día a día, evidenciando que eso que se llama normalidad no existe. Y lo consigue con discusiones de pareja, problemas paterno-filiales o de empleo. Y en ese aspecto, gracias a un entregado reparto actoral, se logra transmitir suma espontaneidad en las vidas de estos miembros de una familia parisina y burguesa.
'Foto de familia' podría ser la respuesta en forma de largometraje a esa estupenda serie sobre lo cotidiano que fue 'Marjorie', en la que, durante dos temporadas, se vio el día a día de una ciudad de provincias. Que esas historias lleguen al cine son las que construyen esa mirada propia y alejada de extremos, que tanto se echa en falta en las salas actualmente. Un largometraje delicioso, que se disfruta como si se tomase un café con un croissant en una agradable cafetería en una tarde de otoño.
Nota: 8
Lo mejor: Las conversaciones entre hermanos y el toque de atención sobre la importancia de los abuelos.
Lo peor: Su mirada cotidiana no estará hecha para aquellos que exijan un drama completo de autor.