Tras ese perturbador viaje espacial que fue 'High Life', la cineasta francesa Claire Denis regresa a escenarios conocidos con 'Fuego', que llega a salas comerciales tras obtener el Oso de Plata a la mejor dirección en la pasada 72ª edición del Festival de Berlín y de haberse visto en la sección Perlas del 70 Festival de San Sebastián. Un fascinante triángulo amoroso en el que Juliette Binoche vive una auténtica y ardiente odisea de sentimientos en la que se ven las decisiones e inmadurez de una mujer de mediana edad.
'Fuego' adapta la novela 'Un tournant de la vie', escrita por Christine Angot, quien participa también en el guion de esta adaptación cinematográfica. A pesar de su título en castellano, la cineasta defendió que, a pesar de titularse originalmente en francés 'Avec amour etacharnement (Con amor y determinación, en español)'; era su título en inglés, 'Both Sides of the Blade (Los dos lados del filo, traducido)', el más cercano al espíritu del filme. Y, claro, no se equivoca, porque el filme es un peligroso juego del gato y el ratón, en el que Sara, su protagonista, juega a dos bandas entre su relación amorosa, con un hombre con el que lleva ya más de 10 años; con su antiguo amor de juventud, al cual dejó por su pareja actual.
La novela era un testimonio sobre las consecuencias de la indecisión y, en cierta manera, una defensa por cometer el error de querer dejarse llevar por los instintos a cierta edad. 'Fuego' sigue ese espíritu con ciertos tintes autodestructivos, en los que se percibe unos vínculos sentimentales ambivalentes, en los que se intuye que detrás de esa aparente estabilidad amorosa, se esconden una serie de rencores que resurgen cuando irrumpe en escena el antiguo amante de la protagonista.
Este reencuentro propicia el que reaparezcan pasiones que parecían dormidos, haciendo honor al famoso refrán de "donde hubo fuego, quedan ascuas"; cuya referencia se puede intuir en su título en español. Sin embargo, Denis muestra también las consecuencias de la idealización de sentimientos del pasado y cómo revivirlos tampoco garantiza recuperar esa satisfacción perdida. En medio de esos dilemas sentimentales, se encuentra una protagonista fascinante, encarnada por Juliette Binoche, con la que, además, se muestra el contraste personal de una profesional que, aparentemente, simboliza la plena emancipación de la mujer.
La adrenalina de la aventura frente al hartazgo de la rutina
Sara es periodista y trabaja en Radio France, la emisora radiofónica pública francesa, cuya emblemática sede en París se ha convertido en todo un icono arquitectónico y también de la libertad de prensa. La locutora tiene un programa en el que entrevista a figuras públicas que denuncian la desigualdad que se vive a nivel mundial, hablando de temas relacionados con el feminismo o el racismo. Su compromiso social como comunicadora contrasta con una vida sentimental en la que es presa de vínculos afectivos poco edificantes y en un triángulo amoroso que bien podría catalogarse de círculo vicioso. Tampoco ayuda que sus dos amantes sean hombres cuyo nivel intelectual no está a la altura del de ella.
En ese retrato real, Denis expone una historia amorosa tremendamente amarga, que puede interpretarse como un retrato de cómo la independencia y autonomía de una mujer puede quedarse reducido en ciertos ámbitos de su vida y cómo las relaciones sentimentales continúan siendo ese terreno a conquistar. No obstante, no hace un alegato activista, pues su protagonista termina resultando tremendamente antipática por su actitud, lo que la convierte, paradójicamente, en un personaje tremendamente humano, que no tiene que gustar, sino que, simplemente, es.
Aunque 'Fuego' tiene tramas secundarias, como la relacionada con el hijo de la pareja de Sara, encarnada por un siempre sublime Vincent Lindon, el filme sabe enfocar la historia en las contradicciones de una protagonista incómoda e indecisa, la cual termina pagando caro sus titubeos. Denis y Angot vuelven a triunfar con una propuesta conjunta, en la que vuelven también a poner en evidencia lo vacuo del compromiso burgués. 'Fuego' es, sin duda, una clara heredera de 'Un sol interior', en la que Binoche ya jugó a ser una mujer madura totalmente inmadura. Un fascinante retrato femenino que hipnotiza gracias a que nunca busca agradar ni complacer. La cineasta demuestra de nuevo su capacidad de crear situaciones incómodas desde lo más mundano, fascinante a la par que perturbador.
Nota: 8
Lo mejor: La interpretación de Juliette Binoche, la sibilina crítica al burgués parisino y su aparente compromiso social.
Lo peor: Su protagonista termina resultando más irritante que la de 'Un sol interior', que ya es decir, no gustará a aquellos que busquen una propuesta más convencional.