El Oso de Oro de la 66ª edición del Festival de Berlín es una de las propuestas más esperadas y que más expectación ha causado entre público y crítica. Las palabras de Meryl Streep, presidente de la Berlinale 2016, sobre "lo necesario" que era reconocer este tipo de producciones valientes provocó que 'Fuego en el mar (Fuocoammare)', documental italiano dirigido por Gianfranco Rosi y que representa a Italia en la 89ª edición de los premios Oscar, siendo una de las claras favoritas a la estatuilla.
La perspectiva es clara, durante las últimas dos décadas la isla italiana de Lampedusa ha recibido más de 400.000 inmigrantes ilegales, de más de 20.000 se los ha llevado el mar. Lampedusa está sólo a 112 kilómetros de la costa mediterránea de África y a 160 kilómetros de Sicilia, es una zona en la sociedad que vive en la propia isla tampoco es precisamente rica. El documental muestra por un lado el duro viaje de aquellas personas que huyen no sólo del hambre, sino de cruentas guerras y que sólo buscan esperanza, por otro lado se enseña el día a día de Samuel, el preadolescente de 12 años que es hijo de pescadores y que vive en la isla de Lampedusa ajeno a esa otra realidad.
Película polémica de forma improvisada, improvisada puesto que no es su intención serlo, al mostrar, con cierta distancia, las duras imágenes de aquellos que se lanzan al mar, aquellos que no tienen ya nada que perder y que sólo desean una vida mejor. Está claro que Rosi deja varias cuestiones a la hora de mostrar esas imágenes, especialmente sobre el gran dilema que tiene Europa con el drama de los refugiados, algo que, pese a no ser nuevo, está, desgraciadamente, de actualidad.
Rosi firma de forma fría y carente de cualquier tipo de banalidad como la sensiblería o el sensacionalismo. El cineasta, a caballo entre la conciencia periodística y el arte cinematográfico, evidencia la clara desconexión que hay con un drama que toca tan de cerca y, a la vez, tan de lejos. En ese sentido, cobra especial importancia el joven Samuel, un chico que, pese a su edad, puede vislumbrar ligeramente las propias carencias de la clase trabajadora, aquella que tiene problemas para llegar a fin de mes, aquella cuya situación es frágil. De ahí, que el claro contraste entre las preocupaciones de la clase media trabajadora europea y aquellas personas que son capaces de sacrificar su vida con tal de alejarse de guerras y hambre. Un contraste que evidencia hasta qué el punto es factible el compromiso en la ciudadanía, provocando que el espectador pueda sentir que está mirándose al espejo. No es baladí un tema tan complejo y que requiere de una mezcla entre profunda conversación y rápida actuación.
Compromiso real
En ese sentido, Rosi firma una obra sensacional, en la que los tiempos están muy medidos y que, pese a ser catalogada de documental, logra estar a la altura de otras producciones recientes como 'Red Army' o 'La sal de la Tierra'. Cierto que deja varias cuestiones por responder, algo que, en vez de restarle, le suma puntos al provocar que el propio público se cuestione su propio punto de vista.
Esto provoca que 'Fuego en el mar' es una producción directa y comprometida con lo que denuncia y que no hace alarde de su férreo apoyo a aquellos que sólo desean tener una vida digna. Elegante, cruda y solemne, 'Fuego en el mar' es digna del Oso de Oro que ostenta y que recuerda a la victoria de la iraní 'Taxi Teherán'. Un ejemplo de compromiso social real.
Nota: 8
Lo mejor: Su mensaje es directo y las preguntas que deja.
Lo peor: Juzgarla erróneamente por su compromiso social.