En muchas ocasiones, la comedia es el mejor instrumento para narrar una realidad incómoda. De hecho, Adam McKay se ha vuelto todo un experto de la sátira política. Con una mirada más amable y cercana al cine feel-good, llega a los cines 'Mis funciones secretas', el nuevo largometraje del suizo Micha Lewinsky, que obtuvo el premio a la mejor actriz en los Premios de la Acamedia de Cine Suiza.
Lewinsky, el cual firma el guion junto con Plinio Bachmann y Barbara Sommer, trae un filme que sigue la línea de sus anteriores trabajos, 'La alcaldesa' y 'A Decent Man', en los conjugaba comedia con un interesante trasfondo político. En el caso de 'Mis funciones secretas', el realizador trae un aunténtico escándalo político, en el que la policía secreta suiza espiaba a militantes, seguidores, intelectuales, activistas y universitarios de ideologías de izquierda, algo que se destapó en 1989, tras la caída del muro de Berlín y con la consiguiente ruptura de equilibrios que provocó un cambio en la sociedad helvética.
De hecho, ese año se provocó un cambio, gracias a los resultados del referéndum que pedía un país menos militarizado, dada la naturaleza neutral de Suiza. Bajo esta premisa, Lewinsky crea una comedia en la que utiliza una trama amorosa para dejar en evidencia una sibilina persecución política. El cineasta crea también una cinta de espionaje, al convertir a Viktor, su mundano y plomizo protagonista en un agente encubierto improvisado, cuya grisácea vida recobra energía al introducirse como espía en una compañía de teatro, surgiendo el amor por una colega, Odile, así como también por el arte dramático.
Comedia que funciona gracias al carisma y la química de sus actores
Y es aquí donde la cinta yerra. La comedia satírica política da paso a la romántica, siendo demasiado feel-good, mucho más de lo que aparentaba con su puesta en escena. Aunque Philippe Graber y Miriam Stein derrochan química, eso no evita que se sienta que su premisa hubiera dado para una propuesta más ácida. No obstante, eso no impide disfrutar de un título lo suficientemente bueno para valorarlo como comedia romántica.
Más cerca de la alemana 'Guerra de mentiras' que de la estupenda 'El orden divino', 'Mis funciones secretas' (título que tiene doble significado) es una propuesta decente y bienintencionada que se defiende como comedia romántica gracias a la química de sus protagonistas y a un Graber cuyo carisma recuerda al de Georg Friedrich en la notable 'Aloys', aunque se eche en falta más garra en su aspecto político.
Nota: 7
Lo mejor: El ver cómo evoluciona el Viktor de Philippe Graber. Su química con Miriam Stein.
Lo peor: La sensación de que su trama política daba para más y está desaprovechada.