En 2014, Patricia Font deslumbraba con el magnífico corto 'Café para llevar', protagonizado por Alexandra Jiménez y Daniel Grao, que logró llevarse el premio Goya al mejor cortometraje del año. Tras dirigir series como 'Citas', Font salta ahora al largometraje 'Gente que viene y bah', adaptación de la novela homónima de Laura Norton, autora del éxito de ventas 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas'.
Bea es una mujer joven, independiente y con una vida de ensueño. Trabaja como arquitecto para de las empresas más reconocidas del sector y vive con Víctor, su novio, con el que tiene varios proyectos al trabajar los dos en la misma compañía. Todo parece ideal, de hecho hasta hay planes de boda. Con lo que Bea no contaba era con que Víctor se iba a enrollar con una de las presentadoras más guapas de la televisión y que se iba a enterar toda España del desliz. Después de una discusión con su novio delante de uno de los clientes más importantes de la empresa, Bea es despedida. Sin novio, sin casa y sin trabajo, todo en una semana, la joven decide volver a su pueblo natal y reencontrase con su madre y sus hermanos.
Imágenes idílicas para una comedia romántica
Primero, hay que entender que la fuente original de la película es un best-seller, precisamente de Laura Norton, una escritora que podría ser una mezcla del estilo de Inga Lindström y la estética de Federico Moccia. De hecho, 'Gente que viene y bah' recuerda mucho a las películas alemanas de sobremesa que se pueden ver en televisión: Una protagonista con una vida fabulosa que descubre que novio le es infiel y huye a un lugar paradisíaco y de ensueño, con un nuevo galán con un trasfondo dramático detrás y unas subtramas feel-good.
'Gente que viene y bah' no dista mucho de títulos como 'Bajo las estrellas de Oland' o 'El verano del recuerdo'. La clara diferencia es su reparto. Clara Lago defiende con mucha dignidad un papel que invitaba a la sobreactuación. La actriz de 'El juego del ahorcado' sabe llevarlo a su terreno, dotándolo de espontaneidad y frescura.
Clara Lago y el resto del reparto derrochan naturalidad
Lo mismo pasa con los actores secundarios, Alexandra Jiménez es sinónimo de buena interpretación. A su lado, Carlos Cuevas, con un papel que permite ver su vis cómica y Fernando Guallar, el galán actual de la televisión española gracias a 'Velvet Colección'. Álex García, al que se le vio en 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas', está correcto. Aunque, la que más deslumbra es Carmen Maura, la gran actriz española sigue derrochando carisma, con un personaje dramático que sabe transmitir positividad y optimismo pese a las adversidades.
Pese a un espléndido reparto, 'Gente que viene y bah' no ofrece más de lo que se puede ver a simple vista, una comedia romántica ideal para la sobremesa. Se nota que detrás de ella está uno de los guionistas de 'No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas', ambas son producciones de rápido consumo, para el público que disfrutó de la novela de Norton. Al menos, es una película honesta, que no engaña al público, tratándose de un filme por encargo simpático pero anodino, con un reparto que está muy por encima de un guion predecible y de manual. Habrá que esperar para ver una película que tenga el alma de Patricia Font, que tan bien supo verse en 'Café para llevar'. ¿Quizás un largometraje sobre ese estupendo corto?
Nota: 4
Lo mejor: Todo su reparto, que derrocha naturalidad y espontaneidad.
Lo peor: Esa sensación de que es un filme alemán de sobremesa.