Alejándose de la mirada de fábula de su anterior largometraje de ficción, la estupenda 'El tesoro', Corneliu Porumboiu realiza el que es uno de sus largometrajes más accesibles, 'La Gomera', mostrado en la Selección Oficial del 72º Festival de Cannes y premio al mejor guion en el 16º Festival de Sevilla, además de haber representado a Rumanía en la 92ª edición de los Premios Oscar, en la categoría de mejor película internacional.
Aunque pueda considerarse uno de sus títulos más accesibles, no llega a ese nivel que tuvo 'El tesoro', en el sentido de que este filme estaba pensado para ser una especie de fábula moderna. En el caso de 'La Gomera', Porumboiu prueba con el thriller, con una historia digna de Enrique Urbizu y su 'No habrá paz para los malvados'. Ahora bien, el cineasta, que también escribe el guion, no ha querido poner las cosas fáciles, pues en este thriller de medias verdades, el director decide jugar con el público, fragmentando la línea narrativa, convirtiendo a la cinta en un auténtico rompecabezas.
Son los espectadores los que tienen que construirla, de manera que podrán ver acontecimientos que suceden antes o después a placer. Este movimiento, debido a la temática de la cinta, recuerda a los primeros filmes de Quentin Tarantino, especialmente a 'Pulp Fiction'. Es más, su protagonista, Cristi, interpretado estupendamente por Vlad Ivanov, uno de los rostros más reconocidos del cine rumano, podría codearse tranquilamente con personajes de la filmografía del director de 'Reservoir Dogs' como Jackie Brown o Vincent Vega.
Un thriller que muestra el lado más canalla del cine rumano
Y esa conexión, con un enfoque más hollywoodiense, aleja a Porumbiu de la habitual mirada social propia de su cine, como '12:08 al este de Bucarest' o 'Policía, adjetivo'. Es más, el estilo de 'La Gomera', cuyo principal escenario es la mentada isla del archipiélago canario, es también una novedad en el cine rumano -al menos el que se exporta-, pues se distancia del estilo de otros directores como Cristian Mungiu o Cristi Puiu. Por otro lado, hay guiños a títulos imprescindibles del séptimo arte como 'Psicosis' o 'Centauros del desierto'. Aunque el toque que hace a 'La Gomera' especial es la utilización del lenguaje silbado, característico de la zona, que le da un toque de originalidad a la cinta.
Y en medio de este juego de mentiras, policías corruptos y vendettas, está Ivanov, interpretando a un agente corrompido que termina siendo una especie de antihéroe improvisado. A su lado, una sensual Catrinel Marlon, que reinventa el concepto de femme fatale. En la otra cara de la moneda, está Rodica Lazar, con un papel que recuerda al de Elisabet Gelabert en 'Gigantes'. Mención especial para Agustí Villaronga, cuya elegante porte va como anillo al dedo a su personaje, un importante capo de la mafia.
Quizás no tenga esa mirada social a la que el cine rumano ha acostumbrado al público internacional. No obstante, se está ante un thriller comercial sólido, que mantiene la expectación hasta el último momento y que demuestra que es posible realizar películas con mirada comercial en los márgenes de Hollywood, así como también de las industrias más importantes de Europa.
Nota: 7
Lo mejor: La ruptura narrativa, que logra mantener la tensión y la intriga hasta el último momento. Las escenas de música clásica, especialmente las de la Barcarolla.
Lo peor: Tiene un problema, es que no provoca empatía con las acciones de su protagonista. Al final, el público acaba poniéndose de parte de su jefa, un personaje femenino potente y que hubiera sido mejor personaje principal.
