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CRÍTICA

'Gran Turismo': Más divertida que una carrera de F1, pero igual de predecible

Un David Harbour sublime coge las riendas de la película y mantiene en los puntos a 'Gran Turismo' con su pilotaje, a pesar de que el coche que lleva es demasiado inestable.

Por Guille Galindo Más 11 de Agosto 2023 | 11:30
El único redactor de cine al que le gustan más las segundas partes que las originales.

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'Gran Turismo': Más divertida que una carrera de F1, pero igual de predecible

Versionando una histórica frase del mundo del fútbol, la Fórmula 1 es un deporte que inventaron los ingleses, corren pilotos y siempre gana Max Verstappen. La categoría reina del automovilismo vive unos momentos delicados por la lógica falta de interés que despierta cualquier deporte o actividad en la que antes de empezar ya sabemos quién va a ganar.

Por eso, no son pocos los amantes de las ruedas que están abriéndose a nuevas categorías alejadas de la Fórmula 1, o que directamente busca en los videojuegos y simracing la emoción perdida. En este sentido (y casi en el único, sumidos en pleno huracán Barbenheimer y con la huelga de actores afectando incluso a su fecha de estreno en Estados Unidos), 'Gran Turismo' llega en el momento óptimo para canalizar nuestra frustración con dos horas y cuarto de acción al más alto nivel y constantes referencias al videojuego al que tantas horas hemos echado a lo largo de nuestra vida. Y aunque cumple con lo uno y con lo otro, a lo largo de la película volvemos a tener en mente precisamente a la persona de la que queríamos olvidarnos: Max Verstappen.

'Gran Turismo'

Y no porque el principal antagonista de la película sea un joven impetuoso con padre tóxico que bien podría llevarnos al Max de 2017. Tampoco porque aparezca Geri Halliwell, ex Spice Gil y mujer de Christian Horner, director de Red Bull Racing. Pensamos en él porque 'Gran Turismo', a pesar de estar basada en otra competición diferente, es igual de previsible que la actual Fórmula 1 dominada por Verstappen.

David Harbour, piloto del día

Bajo la batuta de Neill Blomkamp, que deja de lado la ciencia ficción para sumergirse en una historia real y radicalmente opuesta a la que nos tiene acostumbrados, 'Gran Turismo' es ante todo una película de superación deportiva, de solventar todos los baches del camino (o del circuito) con tal de cumplir un sueño. El Rocky Balboa versión piloto es, como decíamos, un piloto real, así como mucho de lo que en la película se cuenta.

Se trata de Jann Mardenborough, que formó parte de la GT Academy, un proyecto creado por Nissan y el videojuego 'Gran Turismo' para llevar a los mejores gamers a participar en carreras reales. Su papel lo interpreta Archie Madekwe, y en su interpretación vemos una constante de lo que será el propio filme: momentos de extrema lucidez y otros fácilmente olvidables que aportan nada nuevo.

David Harbour

El trío de protagonistas se completa con Danny (Orlando Bloom), el encargado de Nissan de crear la GT Academy, y con Jack (David Harbour), el ingeniero jefe de la escudería. Es precisamente Harbour el que consigue con su actuación despertarnos el interés por otra cosa que no sean las carreras. Su presencia en 'Gran Turismo' es lo más destacado al margen de la acción. Como buen ingeniero jefe, aporta un plus extra para que 'Gran Turismo' sea mejor: sabe ahondar en el drama y en la emoción a partes iguales, y nos ayuda a empatizar con Mardenborough casi más que el propio Madekwe. Harbour está más que preparado para firmar por una escudería que le permita 'performar' al máximo nivel, como dirían por ahí. Veremos si tiene suerte.

Lo malo de que un actor se convierta en un 'robaescenas' de una película, es que en aquellas en las que no aparece, el metraje sufre para mantener el nivel. Sucede con la subtrama principal, la de la relación padre-hijo, que va evaporándose según pasan los minutos, como si Blomkamp se hubiera dado cuenta de que no había mucho más de donde rascar. Tampoco es que Geri Halliwell eleve el nivel con su papel de madre mediadora. En realidad, los momentos menos interesantes suelen coincidir con ella en pantalla. Más convincente y entretenida es la relación de Mardenborough con su crush (Maeve Courtier-Lilley), que nos deja algunos convincentes momentos de respiro argumental, como la escena en Tokio.

'Gran Turismo'

Las carreras, la gran joya de la película (aunque se repitan clichés)

Decía Neill Blomkamp en la entrevista con eCartelera que su mayor reto en la película había sido rodar las carreras tal y como él quería, sin CGI y con acción real en la pista, incluidos los aparatosos accidentes que vemos a lo largo del filme y que han formado parte de la carrera de Jann Mardenborough en la vida real. Algunos, de hecho, sorprende lo milimétricamente idénticos que son si echamos un vistazo a YouTube.

Blomkamp ha optado en 'Gran Turismo' por inclinar la balanza hacia la acción en detrimento de la palabra, y se nota su mayor implicación e interés en las numerosas escenas por varios de los circuitos más emblemáticos del mundo. El uso continuo de los drones nos aporta un perspectiva aérea espectacular para seguir las carreras desde ángulos inimaginables, pero es en el apartado del sonido donde 'Gran Turismo' echa el resto y nos mete de lleno en un rugido constante de motores que mantendrá igual de enganchados a la pantalla a novatos y expertos del mundo de las cuatro ruedas.

Si nos quedamos con el aspecto puramente técnico, nada que reprochar. Si rascamos un poco más, a las carreras se le ven las costuras. El desarrollo de las mismas sigue demasiadas veces un mismo patrón que nos termina dejando la sensación de que son algo repetitivas, y a veces el realismo queda en segundo plano en pos de la búsqueda constante de epicidad. Una vez más, sabemos lo que va a pasar antes de que se encienda la luz verde.

'Gran Turismo'

Cosas normales en una película de carreras basada en una historia real de superación personal, pero aun así es una oportunidad perdida manifiesta de haber ofrecido algo diferente a nivel de guion con el que destacar sobre otras películas del mismo corte. E idea para la próxima: adelantar coches como si hubieran bajado al mínimo la dificultad al juego te saca de la película más que otra cosa.

¿Qué hay de 'Gran Turismo' en 'Gran Turismo'?

Si has llegado hasta aquí, es que o bien eres fan de cómo escribo (que lo dudo) o bien estás realmente interesado en la película porque formas parte de la comunidad 'Gran Turismo' y no sabes si darle una oportunidad. En ese caso, te recomiendo que lo hagas.

En los primeros 10-15 minutos cuesta saber si ya ha empezado la película o es una promoción larga del videojuego, por lo que te sentirás como en casa. A partir de ahí, es verdad que la cinta empieza a seguir su propio camino y se desliga en mayor medida de 'Gran Turismo', pero los guiños a la saga son constantes: desde esa vista aérea del coche, hasta cómo anuncian la posición en la que va Jann al terminar una vuelta, pasando por otros muchos que irás viendo durante la película.

Además, como gamer, es probable que tú también hayas tenido que aguantar comentarios de tus padres u otras personas influyentes criticando el tiempo que pasas jugando y calificándolo de inútil. En ese sentido, Blomkamp da en el clavo al centrar parte del argumento en esa losa que todo jugador ha tenido que soportar alguna vez en su vida, por lo que te sentirás identificado.

A partir de ahí, habrá elementos que te cuadren más o menos, pero a pesar de sus idas y venidas, el ritmo de la película es lo suficientemente ágil como para no hacerse pesada en ningún momento. De hecho, se te pasa hasta rápido. Eso sí, prepárate para acordarte de Max Verstappen, el rey de lo previsible.

'Gran Turismo' se estrena en cines el viernes 11 de agosto.

6

Lo mejor: Ciertos tramos de brillantez en el guion, David Harbour y cómo están dirigidas las carreras

Lo peor: La historia familiar no termina de enganchar y toda la película es demasiado predecible, incluso las carreras.