Muy pronto llega a los cines la ambiciosa producción española 'Grand Piano' dirigida por Eugenio Mira, que inauguró con éxito el pasado festival de Sitges, donde tuvo una acogida más que aceptable. El director de 'The Birthday' y 'Agnosia', dirige un film de reparto internacional, a partir de un atractivo guion de Damien Chazelle, que supone una atractiva muestra de suspense claustrofóbico, en la que el norteamericano Elijah Wood interpreta a un pianista acosado por el miedo escénico.
El actor, centro absoluto de la función, da vida con notable convicción a un interesante personaje de tintes polanskianos. El inicio del film nos presenta a un virtuoso pianista alejado de los escenarios durante cinco años tras una mala experiencia en un recital mientras interpretaba una compleja pieza titulada 'La cinquette'. El fracaso de aquel mal día, provoca un bloqueo y un pánico escénico en el protagonista, que solo volverá a actuar en público gracias al empeño de su esposa por organizar su concierto de retorno.
Tras una breve -y un tanto esquemática- presentación de personajes (la esposa de éxito, los amigos excéntricos y acomplejados, el entusiasta director de orquesta), la película abre paso a lo que realmente nos interesa: un hombre enfrentado a su obsesivo trauma encarnado en un antiguo piano que era propiedad de su fallecido mentor artístico. El elemento de thriller surge cuando la presión que siente el protagonista ante su reencuentro con el público, se agrave por la presencia de una nota en las partituras escrita por un hombre que amenaza con dispararle (a él y a su esposa) desde uno de lo alto del auditorio si falla una sola de las notas de 'La cinquette', pieza fuera del programa que le obligará a interpretar.
La música como personaje clave
Lo más interesante de este eficaz thriller, además de un notable crescendo de tensión y una lograda atmósfera opresiva en un espacio reducido, es su utilización de la música que el protagonista interpreta al piano, no solo como parte de la trama sino también como elemento dramático fundamental, pues funciona como crucial subrayado de las emociones del protagonista a lo largo de la historia, transmitiendo inquietud y aumentando en intensidad a medida que la trama se acerca a sus momentos cumbre.
'Grand Piano', thriller de aires hitchcockianos elegantemente rodado, tan solo patina una vez revelada la identidad del acosador, en un aparatoso clímax que abraza innecesariamente lo convencional. Aún así, hallamos en el epílogo una alegoría redentora que nos reconcilia con la película y nos hace despedirnos con buen sabor de boca de esta terapéutica intriga en clave musical, que bien merecería conectar con un público amplio.