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CRÍTICA

'Gru 2. Mi villano favorito': Desternillante conversión en el padre perfecto

La secuela no conseguirá alcanzar la frescura que logró mostrar la primera parte, pero nos ofrece toda la diversión que esperábamos de este villano y, sobre todo, de los Minions.

Por Jesús Agudo Más 7 de Julio 2013 | 08:59
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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El cine de animación nos ha ofrecido un sinfín de villanos llenos de carisma, capaces de conquistar al público a pesar de pertenecer al lado oscuro. Jafar, Úrsula o Maléfica son algunos ejemplos de estos seres 100% malvados, pero igualmente estupendos. Universal Pictures decidió hace unos años romper los moldes y darle el protagonismo al malo de la película. Aunque tenía truco, ya que 'Gru, mi villano favorito' se convirtió en una cinta adorable y enternecedora, además de mostrar un nuevo modelo de familia: el del padre soltero.

Gru 2. Mi villano favorito

En 'Gru 2. Mi villano favorito', encontramos al famoso villano completamente reformado, y convertido ya en un padrazo de pies a cabeza. Agnes, Margo y Edith han conquistado su corazón, sus planes de dominación mundial han sido sustituidos por fiestas de cumpleaños y una nueva vida como fabricante de mermelada. Sin embargo, la tranquilidad de los suburbios no le alejará de los problemas, cuando vengan a reclutarle para capturar a un peligroso villano. Porque, ¿quién mejor para meterse en la mente de un malvado que un malvado?

Ya la primera parte de las aventuras de Gru resultó un soplo de aire fresco, una cinta llena de humor, de momentos tronchantes y espacio para la emotividad. Algo que han querido mantener en la segunda parte, y que en gran medida han conseguido. No sorprenderá tanto como lo hizo la primera, pero las risas no nos las quitará nadie. Gru vuelve a tener unos momentos grandiosos, a pesar de que los Minions vuelven dispuestos a robar todo el protagonismo.

Y lo consiguen. Cada vez que salen en pantalla, ya es una predisposición a la carcajada, y 'Gru 2' está plagado de "sketches" protagonizados por los siervos amarillos, de nuevo tan geniales como siempre. Tras ver la película, he de decir que ya pueden contar conmigo para la película protagonizada por los Minions, tienen "talento" de sobra para matarnos a todos de la risa. Su versión pasada por lo que podría ser una inyección de Red Bull, despeinados y de color morado, no mantienen el salero de los bichitos amarillos, pero tampoco cuentan con mucho tiempo en pantalla. Las travesuras de los Minions compensan que Agnes (y sus hermanas) haya pasado a un segundo plano, una de las consecuencias de no formar parte de la trama principal. Sus apariciones, eso sí, serán breves pero grandiosas.

Gru 2. Mi villano favorito
Otro de los personajes que sorprende para bien es Lucy, la agente de la Liga Antivillanos. Y no será por el horrible doblaje de Patricia Conde, sino por su bipolar forma de ser. Los chicos de Illumination han creado a toda una secundaria, que también nos dará risas en varias ocasiones. Aunque la atracción con Gru esté algo forzada, la película nunca pretende ser sorprendente, por lo que se lo pasamos por el humor que desprende la pelirroja. Su debut es más destacado que el de "El Macho", villano de esta entrega, que no es más que una sucesión de estereotipos mexicanos que permiten incluir en la banda sonora a Pitbull, sí, a Pitbull. Para villanos carismáticos, ya está Gru.

De malo malísimo a padre padrísimo

Al protagonista le sienta muy bien el papel de padrazo. ¡Hasta se viste de hada por sus hijas! La evolución queda patente. Aunque ha perdido algo de gracia (a pesar de que Florentino Fernández vuelve a estar sembrado) ahora que no tiene intenciones malignas, sigue contando con una lengua viperina y unas salidas realmente graciosas. Se echa de menos, eso sí, que en ningún momento parezca que haya un atisbo de arrepentimiento por abandonar el lado oscuro, algo que podría dar también mucho juego. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que es una película para niños, y a pesar de sus pequeños guiños al público adulto, no deja de ser simple y llevadera. La originalidad en el guion no es un objetivo, sino que más bien han buscado repetir la fórmula de la primera entrega. Por eso, si nos gustó 'Gru, mi villano favorito', la secuela tiene medio camino hecho. Si no lo hizo, es mejor no molestarse.

En el apartado técnico, poco que reprochar a la cinta de Pierre Coffin y Chris Renaud. La animación está lo suficientemente lograda, con un estilo cartoon muy efectivo. Eso sí 3D tampoco es nada del otro mundo. La banda sonora vuelve a contar con temas muy actuales de la mano del ya mencionado Pitbull o de FloRida, por ejemplo. Mención especial merecen los momentos musicales de los Minions, que se llegan a marcar un 'YMCA' o protagonizan una desternillante parodia de las boybands de finales de los 90.

Aunque 'Gru 2. Mi villano favorito' se quede un poco atrás respecto a la primera (es difícil no notar la falta de "maldad" y de más momentos de Agnes), que no deje de ser bastante predecible y en gran parte infantil, no hay duda de que nos encontramos ante uno de los largometrajes más divertidos del verano, con grandes dosis de humor para niños y mayores. No decepciona el regreso del villano a la gran pantalla pero, de haber más entregas, esperamos un poco más de gamberrismo y maldad, que nos recuerde lo mucho que pueden "molar" los malos de las películas animadas. Ah, y sigo queriendo un Minion para que convierta mi vida en un caos.

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