De desconocidos a estrellas. De lobos solitarios a familia. Los Guardianes de la Galaxia han tenido uno de los arcos de evolución más profundos de todo el Universo Cinematográfico Marvel. Pero por culpa de un importante traspiés su mejor personaje casi se queda sin la oportunidad de cerrar ese arco como realmente merece. Sin embargo, en Disney fueron conscientes de que esta trilogía no la podía acabar otro que James Gunn. Le dieron una vida extra. Y él, aunque se hizo de rogar, no ha desaprovechado la oportunidad porque sabía que tenía algo importante que contar con 'Guardianes de la Galaxia Vol. 3', su canto del cisne en la Casa de las Ideas.
Peter Quill y los demás se vieron muy afectados por el enfrentamiento contra Thanos. James Gunn tenía que mostrar cómo el personaje de Chris Pratt lidia con la existencia de una Gamora que no es la mujer que ama y que, sobre todo, no es una mujer que le ame a él, básicamente porque no le conoce. También con una Nebula que ya no vive sometida al yugo de su padre. Mientras que uno se abandona, la otra ejerce de líder en funciones, ganándose poco a poco la humanidad que Thanos no le permitía tener.
Pero el auténtico protagonista de la historia es Rocket. Desde la primera película sabíamos que el mapache tenía un pasado bastante oscuro, y es precisamente ese pasado el que viene a buscarlo muchos años después. James Gunn dejó claro hace mucho tiempo que Rocket es su personaje favorito, alguien en el que se ve muy reflejado. En esta entrega le convierte en el auténtico corazón de todo, y eso que cómo lo hace era un riesgo que podría no haber funcionado.
A lo largo de la película vamos viendo retazos de la infancia del personaje que calientan el corazón y lo despedazan una y otra vez. En lo que ya es una auténtica tradición dentro de Disney, Baby Rocket es tan sumamente adorable que cualquier cosa que le ocurre se siente el doble de fuerte, tanto lo bueno como lo mal. Su historia tiene un componente profundamente animalista, e introduce otro gran villano para la franquicia marvelita: el Alto Evolucionador.
Chukwudi Iwuji realiza un soberbio trabajo como este hombre que busca la perfección a toda costa, sea cual sea el precio a pagar (aunque normalmente lo acaben pagando otros). Es un enemigo megalómano con ambiciones desmesuradas, pero su plan encaja perfectamente con la lección que nos quiere transmitir el guionista y director dentro de esta historia de los Guardianes. Iwuji no relaja la crueldad ni cuando muestra unos maravillosos retazos de predilección hacia Rocket.
James Gunn aprovecha la inclusión del Alto Evolucionador y de sus experimentos genéticos para regresar momentáneamente al terror, a veces con momentos más efectivos que los que coló Sam Raimi en 'Doctor Strange en el multiverso de la locura'. Hay partes del 'Volumen 3' que son tremendamente oscuras y de lo más grotescas, con homenajes a 'Alien' e incluso a 'Toy Story'. Pero sabe que el sentimiento tiene que estar por encima de todo. En ese sentido, esta película logra poner un nudo en la garganta de una manera menos manipuladora que en el 'Volumen 2'. Esta película quiere dar un salto de madurez, y lo consigue en gran medida gracias a confiar en tramas que plantó hace tiempo.
Sin embargo, lo que no consigue arreglar esta entrega es la descompensación dentro del equipo. Nebula es, después de Rocket, el personaje con la evolución más interesante. Karen Gillan gana un mayor rango de emociones ahora que papá ha mordido el polvo y nos presenta nuevas caras de la guerrera, que sigue estando para pocas bromas pero, a la vez, se nota el efecto de haber entrado a formar parte de un equipo que ha conseguido que se sienta menos sola.
Peter Quill y Gamora también tienen una trama muy interesante que podría haber caído muy fácilmente en algo bastante tóxico, pero está gestionado de una forma muy inteligente y que hace crecer a ambos personajes. Destaca el trabajo de Zoe Saldaña encontrando los matices suficientes para que su Gamora nos resulte familiar y al mismo tiempo se note más la influencia de Thanos en su forma de ser y la falta de influencia positiva de los Guardianes. El arco individual de Peter tiene decisiones poco cocinadas, eso sí.
El que peor parado sale es Groot. El árbol, ahora en modo cachas de instituto, cuenta con un poco más de madurez pero más allá de alguna escena en la que lucirse no llega a conmover como lo hizo en la primera entrega. De hecho, se le siente muy lejos de Rocket, cuando ellos dos eran los únicos que ya venían unidos desde antes de los Guardianes y que el mapache es prácticamente su padre adoptivo. Mantis sigue posicionándose como el principal alivio cómico de la película y su química con el Drax de Dave Bautista sigue siendo fantástica, pero su arco no golpea tan fuerte como los de los demás, aunque resulte lógico. Drax pasa a un papel casi tan secundario como Kraglin (Sean Gunn) o la recién llegada Cosmo (Maria Bakalova), divertidísima y tremendamente achuchable. Quizás por eso existe el especial de Navidad, porque Gunn sabía que había personajes que necesitaban más tiempo para desarrollar sus tramas y Mantis y Drax encajaban estupendamente en el aire festivo y jocoso de la aventura terrana con Kevin Bacon.
Pero el personaje más desaprovechado es Adam Warlock. Will Poulter no tiene tiempo en pantalla suficiente para hacer crecer al personaje o para darle una verdadera entidad. James Gunn, además, arriesga convirtiendo uno de los personajes de Marvel más poderosos en un chaval que todavía está aprendiendo de la vida y de sus poderes, y que tiene un enorme grado de inmadurez. Aunque siempre he abogado por saber separar los cómics de las películas, si hay un plan mayor para el paladín de los Soberanos no despega para nada en esta entrega.
En el apartado técnico destaca un diseño de producción que sigue siendo de lo mejor del UCM, plagado de personalidad. Predominan tonos más apagados que en las anteriores para reflejar la intensidad de la historia, pero sigue siendo un absoluto viaje psicodélico. Los efectos visuales recuperan el nivel que debería tener esta franquicia, sobre todo con Rocket y amigos, y un poco menos con el nuevo brazo de Nebula, pero el verdadero alucine es el espectacular trabajo de prótesis, récord mundial en cantidad sin escatimar en calidad. Las películas de los Guardianes siguen expandiendo el cosmos marvelita de maneras increíbles.
Less Awesome Mix Vol. 3
Lo que esta vez no funciona tan bien es, por desgracia, la música. Mientras que la película sabe encontrar perfectamente con qué canción abrir y con qué canción cerrar, James Gunn se ha visto obligado esta vez a buscar excusas para meter las canciones (que un personaje coja el Zune, que se ponga los auriculares o encienda la nave...), y los temas elegidos no tienen la fuerza de 'Hooked on a Feeling', 'The Chain' o 'Father and Son'. Ese virtuosismo de encontrar el tema perfecto para la escena y que resulte orgánico aquí no aparece tanto.
A pesar de que haya cosas que no funcionen, 'Guardianes de la Galaxia Vol. 3' sigue estando llena de buenísimas ideas en las que se ve el sello de su director, desde escenas de acción fantásticas a golpes de humor que solo James Gunn conseguiría que funcionaran en este escenario tan crudo. El 'Volumen 3' consigue dar el cierre a esta historia sobre peces fuera del agua, sobre raritos que creían que no había sitio para ellos, con un potente mensaje sobre aceptarse a uno mismo, incluidas las imperfecciones, y aprender a crecer sin sacrificar quiénes somos. La empatía y la compasión resuenan especialmente altas, mucho más que las tramas del 'Volumen 2', que queda un poco detrás de esta a pesar de estar también llena de momentazos y de no ser para nada algo menor en la trilogía o el UCM. Superar la primera película era imposible.
Esa primera 'Guardianes' llegó a la franquicia para revolucionarla por completo. Le dio un carisma, una ambición y unas ganas de pasarlo bien que solo había logrado transmitir el Iron Man de Robert Downey Jr. Supo ver más allá de los personajes típicos de la editorial para sorprendernos con árboles gigantes y mapaches que hablan. Pero sobre todo logró poner en valor la importancia de aquellas personas que se cruzan en nuestras vidas y que puede que no sean de nuestra familia, pero llegan a ser mucho más que eso. Esas personas que están al lado en lo bueno y en lo malo, y que están porque quieren. Si Rocket es el corazón de 'Guardianes Vol. 3', los Guardianes son el corazón y el alma del Universo Cinematográfico Marvel. Si este es de verdad el último capítulo de los personajes dentro del UCM, James Gunn ha conseguido una despedida en sus términos, una última misión que logra sorprender y que sigue dando prioridad, por encima de la épica, la acción o el humor, a lo que realmente importa: que todos somos Groot.
'Guardianes de la Galaxia Vol. 3' se estrena en cines españoles el jueves 4 de mayo.
