El cine de animación español lleva una época en la que está encontrando cierta consolidación, a pesar de que sigue costando levantar proyectos dentro de la industria española. La animadora Lorena Ares, la cual forma parte de los estudios Dr. Playtus & Ms. Wombat, salta al largometraje como directora con 'Hanna y los monstruos', una entrañable fábula con la que busca acercarse al público infantil para narrar un relato sobre lo que significa ser diferente.
La premisa es sencilla, Hanna es una niña con un carácter adorable, pero que tiene un trastorno de pigmentación en la piel, lo que le hace distinta al resto de los niños de su edad. La pequeña es muy imaginativa y siente una pasión verdadera por los monstruos. Tras encontrarse con uno en el armario de su habitación, termina viajando al pueblo de Monsterville, donde habitan buena parte de los monstruos que huyeron del ojo humano. Lo que ve Hanna es completamente distinto a lo que pensaba, ya que descubren que los monstruos tienen un temor irracional a los humanos.
La premisa puede recordar ligeramente a 'Monstruos, S.A.', por el que los humanos sean una fuente de terror para los monstruos. Sin embargo, la apuesta de Ares, quien dirige un guion escrito por Cristina Broquetas, Ángeles Hernández, David Matamoros, Raúl Portero y José Pérez Quintero, se acerca más a la mirada de Miguel Ángel Uriegas con 'El ángel en el reloj', quien aprovechó el género fantástico para narrar la lucha de una niña que padece cáncer por sobrevivir, o el de Chelo Loureiro con 'Valentina', que exploraba la desbordante imaginación de una niña con síndrome de Down.
Una manera pedagógica de romper los prejuicios
En el caso de Hanna, la pequeña afronta sus miedos y los prejuicios de la sociedad con la mirada esperanzadora y llena de luz un niño. La cinta muestra cómo su carisma y su energía son capaces de derrumbar la ola de prejuicios y miedo que asola a Monsterville. Con un relato sencillo y escueto (apenas de 75 minutos), Ares demuestra saber llevar a buen puerto la premisa principal de la cinta, la cual es una fábula sobre lo que significa ser diferente y estar orgulloso de ello.
Con una animación que sabe sacarle provecho a su nivel de presupuesto, 'Hanna y los monstruos' se ha convertido en una de las primeras firmes candidatas a aspirar al Goya a la mejor película de animación el año que viene, con permiso de 'Momias'. Lorena Ares demuestra tener una visión que sabe combinar aventuras, diversión, cine familiar y espíritu pedagógico.