*La crítica se ha realizado a la versión sin censura de la película.
Cuando se anunció el reboot de 'Hellboy', muchos fans de las entregas de Guillermo del Toro se sintieron traicionados y decepcionados al saber que el director mexicano y Ron Perlman no completarían su trilogía, una reacción algo injusta con esta nueva interpretación del héroe. Pero, ahora que hemos visto lo que la nueva 'Hellboy' tiene que ofrecer lo tenemos claro, habríamos preferido ver la conclusión de la versión original.
Sin embargo, eso no significa que este reboot no tenga cualidades destacables, porque esta nueva entrega del personaje es un divertido, grotesco y macarra desastre que, a pesar de estar muy lejos de ser una gran película, sabe divertirse con el universo de las viñetas creado por Mike Mignola, regalando a la audiencia una aventura llena de acción y violencia con una dosis de gore muy bienvenida, pero que se podía haber estirado un poco más en la versión que llegará a nuestro país (la censura que ha sufrido el montaje final no ha ayudado). Aunque, siendo justos, la edición que hemos visto contaba con las dosis de sangre y vísceras prometidas.
Una trama inconexa
Aunque 'Hellboy' sea más o menos entretenida, resulta casi imposible seguir los hechos que están sucediendo a lo largo de la película, la trama da saltos de una localización a otra sin demasiada fluidez, casi como si se hubieran diseñado las espectaculares escenas de acción primero, para luego tratar de buscar una forma de darle sentido a lo que está pasando, abusando de la exposición, un recurso mal utilizado por parte de los guionistas. La película comienza con una breve narración del origen de Nimue (la villana de la película), pero más adelante los personajes siguen reiterando una y otra vez quién es o qué quiere, convirtiendo el diálogo en escenas redundantes.
Este tipo de estructura, llena de diferentes localizaciones y con una concatenación de escenas de infarto, ha funcionado en el pasado, películas como 'Misión Imposible: Fallout' o 'Aquaman' son prueba de ello. Sin embargo, 'Hellboy' parece haber sido reescrita y reeditada hasta la saciedad, desmontada y vuelta a montar tantas veces que el resultado final no es más que un sinfín de escenas vagamente conectadas. Tal vez fruto de su "infernal rodaje".
Por suerte, muchas de estas escenas son maravillosas por sí solas y las peleas y secuencias de acción son tan espectaculares y entretenidas que la audiencia puede "quedarse a disfrutar de ese momento", aunque esta se pierda en la trama, olvidándose de dónde vienen o por qué están ahí los personajes. La secuencia en la que Hellboy tiene que pelear contra tres gigantes a la vez es especialmente brillante, al igual que su enfrentamiento con la bruja Baba Yaga, personaje de los cómics que se deja caer en la trama, casi literalmente (parece que su aparición en la cinta va a alguna parte, pero en realidad no aporta nada a la historia).
A ritmo de Rock
Este nuevo Hellboy viene dispuesto a dar mucha caña y, tal vez en un intento de ambientar la acción, las elecciones musicales que acompañan las peleas parecen tomar un papel tan protagonista como los golpes, disparos y mutilamientos de las mismas. Con una banda sonora compuesta de temazos interpretados por Mötley Crüe o Alice Cooper, la película depende demasiado de la iconicidad de la música, en lugar de centrarse en narrar bien lo que está pasando. Algo parecido a lo que le sucedía a 'Escuadrón Suicida', que terminó convirtiéndose en una sucesión de videoclips protagonizados por superhéroes en escenas de acción.
Este vago intento de encandilar con música se delata completamente con la inclusión de cierta artista de moda, cuyo tema más popular hace una aparición inesperada que funciona "malamente". Si a alguien le extrañó que Pitbull versionara 'Africa' de Toto en 'Aquaman', que se prepare para ver a Hellboy beber tequila con Rosalía de fondo. Una elección musical fuera de lugar que termina por sacar a la audiencia de la escena, llevándose el premio a la selección musical más bizarra del cine comiquero.
La inevitable comparación
Para muchos fans, Ron Perlman es Hellboy. Sin embargo, David Harbour ofrece una interpretación a la altura del personaje, con sentido del humor y vulnerabilidad, especialmente cuando comparte escena con Ian McShane, que hace un gran trabajo sustituyendo a John Hurt como el Profesor Broom, el padre adoptivo del protagonista. Harbour y McShane consiguen levantar la película, exprimiendo al máximo el potencial del libreto.
En cuanto a los temas y trama, la nueva 'Hellboy' no ofrece nada nuevo. Más allá del macarra envoltorio, la película no se diferencia demasiado de la versión de 2004. El conflicto del protagonista sigue siendo el mismo (decidir si quiere defender a la humanidad o si prefiere abrazar su lado más oscuro, en una decisión sobre pertenecer al mundo de los monstruos o quedarse en el nuestro). Por otro lado, la relación de padre e hijo de Hellboy y Broom sigue siendo un pilar fundamental del núcleo emocional del guion.
En resumen, esta nueva entrega del superhéroe demoniaco no termina de alcanzar su potencial, pero es lo suficientemente entretenida como para pasar por las salas de nuestro país sin generar una gran impresión. Dejándonos con ganas de más, o tal vez de algo mejor.
Nota: 6
Lo mejor: La interpretación de David Harbour e Ian McShane y las secuencias de acción.
Lo peor: La convulsa e inconexa trama, la repetitiva y molesta exposición y que trate de repetir temas vistos en la versión anterior.