La ficción de Tim Kring acaba de volver a nuestras pantallas, en España en el canal SciFy, recordándonos en pequeños destellos lo mejor de su predecesora. Para alegría de sus fans, 'Heroes' renacía este otoño de sus cenizas para refundarse en 'Heroes Reborn'. El propio nombre era ya todo un manifiesto de intenciones. Su primer episodio nos demuestra que quieren, pero no parece que puedan volver a aquella esencia que les hizo especiales y que se fue diluyendo en sus últimas temporadas. Su primer episodio recuerda más a la última etapa de 'Heroes'. Quieren que hagamos reset. Los héroes están preparados para salvar al mundo de nuevo. Pero ¿lo estamos nosotros?
Hagamos un breve flashback. La irrupción de 'Héroes' en 2006 fue todo un acontecimiento en el panorama televisivo internacional. Su primera temporada fue todo un fenómeno fandom que revitalizó el género de la ciencia ficción televisiva y consiguió llegar a públicos más amplios. En su primera entrega, una amenaza de destrucción masiva sin identificar unió a nuestros héroes- que vivían en el anonimato- para salvar al mundo. Los queridos hermanos Petrelli o Hiro Nakamura llegaron a nuestros corazones para salvar a Claire Bennet y salvar al mundo. "Save the Cheerleader, Save the World" fue su gran lema y motor narrativo de aquella trama. ¡Qué buenos recuerdos! Muy influida por el 11-S, la ciencia ficción aparecía como un género capaz de repensar grandes temas, entre ellos, el terrorismo. Fue una temporada brillante, trepidante y sobre todo heroica. Lo fue también su episodio piloto. Su estética de cómic fue llevada a la perfección a la pequeña pantalla. Pero todo eso quedó pronto muy atrás. 'Heroes' se desinfló como un globo y su segunda temporada fue reducida. Perdió audiencia y fans, siempre confiados en que otra temporada como la primera era posible. Pero no. Una de las primeras franquicias transmedia en torno a una serie de televisión (produjo cómics, merchandising, fan art...) agonizaba. Hasta ahora.
Así arranca 'Heroes Reborn'
13 de junio. Un acto terrorista en Odessa, Texas, acaba con Primatech, la organización encargada de buscar a personas con poderes especiales para conseguir un mundo mejor. ¿Quién lo ha hecho y por qué? Sin saber muy bien la respuesta, un año después los Evos (las personas con superpoderes) viven otra vez en el anonimato por temor a represalias. Esta es la premisa del primer episodio de 'Heroes: Reborn', una trama que nos recuerda bastante al inicio de la serie en 2006 aunque con aires y caras renovadas. Un aparente acto terrorista. Algo mayor que está por llegar. ¿Y dónde está Claire Bennet? Tenemos a su padre, Noah Bennet, intentado buscar la verdad de lo ocurrido un año antes. Necesitamos a los héroes de nuevo. Y no tenemos a nuestros queridos Petrelli ni a Hiro esta vez para desgracia nuestra.
Aquellos espectadores que no hayan visto sus anteriores entregas, tal vez estén un poco perdidos. En el primer episodio son muchos los personajes que aparecen, en muchas localizaciones y diferentes tiempos narrativos (5 momentos narrativos diferentes), y esto dificulta claramente el seguimiento para los viejos fans, pero sobre todo para los nuevos. El resultado: la trama queda muy fragmentada. Además, en su primer episodio doble, no sabemos muy bien cuál es el objetivo de estos personajes dentro de la historia. Intuimos que habrá algo que les unirá a todos. Pero eso, intuimos. Porque ni ellos mismos lo saben por el momento. Es verdad que vemos prometedores héroes como el nacimiento de katana girl, que nos sumerge en toda una experiencia de videojuego en nuestra televisión (¿tendremos pronto el videojuego de verdad?). Pero cuesta empatizar con los personajes, tal y como hicimos la primera vez con Petrelli y compañía.
Nuestros héroes vuelven a enfrentarse a su destino, algo que siempre les ha dado terror. Volvemos a escuchar la voz de Suresh susurrando cómo el destino no se puede evitar. No pueden evitarlo. Tienen que salvar el mundo. Y nosotros tenemos 13 episodios para acompañarles. Habrá que darles un poco más de margen para ver si renacen de verdad o el destino ya está escrito. Aunque no sé cuántos llegaremos al final para verlo. Les deseamos suerte. La van a necesitar.