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CRÍTICA

'Hierro' mantiene el nivel en su segunda temporada con una Candela Peña que sigue en la cima

La serie escrita y dirigida por los hermanos Pepe y Jorge Coira vuelve a la altura con un thriller lleno de giros, personajes tridimensionales y una actriz protagonista en, quizás, su mejor papel.

Por Javier Pérez Martín 18 de Febrero 2021 | 11:51

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"No te fíes de esta isla". Lo dice nada menos que la jueza Montes, una mujer que sabe lo engañosa que puede llegar a ser el Hierro, el islote canario donde se desarrolla una de las mejores series de Movistar+ (un podio reñido, la verdad). Precisamente ese paraje aislado, un microclima regido por sus propias leyes en el que una jueza intentaba aplicar la legalidad, fue una de las claves por las que funcionó tan bien la primera temporada de 'Hierro': la tensión provocada por el choque entre ella, la jueza, una Candela Peña en su cima, y los otros, los habitantes de la isla.

'Hierro'

Ya no hay tanto de eso en la segunda temporada, que llega a Movistar+ el próximo viernes 19 de febrero, porque la jueza se conoce mejor los tejemanejes isleños. Tampoco está el factor sorpresa: nadie esperaba que un thriller casi detectivesco con falso culpable se convirtiera en una de las series más exitosas de la plataforma, con mejores críticas y con más premios. El reto de hacer una continuación para un thriller con final más o menos cerrado es doble cuando la primera temporada es buenísima: hay que estar a la altura.

Los hermanos Jorge y Pepe Coira (director y guionista, respectivamente) sortean los obstáculos confeccionando una segunda temporada continuista con los personajes pero con nuevas piezas en el tablero. Díaz, el empresario exconvicto interpretado por Dario Grandinetti, ya no está en el centro del nuevo misterio, aunque se ve arrastrado a él de una forma casi cómica. "¿Crees que Díaz está implicado?", le preguntan a la jueza a mitad de la temporada. "Nació implicado", responde ella. La relación entre ellos dos se vuelve más estrecha y más compleja después de que él consiguiera demostrar su inocencia, al menos en el asesinato de su yerno (su involucramiento en trapicheos con narcotraficantes ya es otra cosa). Los polos opuestos se atraen, un cliché que se cumple en el caso de estos dos, ella jueza y él casi delincuente; cliché salvado simplemente porque Peña y Grandinetti son las dos grandes estrellas de la función y saben jugar con los grises que hay entre dos personas de bandos opuestos que simplemente se caen muy bien.

'Hierro'

Ese nuevo misterio tarda en arrancar. Todo empieza con una batalla legal entre una pareja divorciada por la custodia de sus dos hijas: ella es una exdrogadicta con buen corazón que vive en la isla, a la que da vida Aroha Hafez; él, un empresario urbanístico que vive entre Madrid y Miami, interpretado por Matias Varela. Quien además está en medio de una negociación para adquirir el terreno donde se encuentra la platanera de Díaz, porque quiere construir un complejo urbanístico paradisiaco. Mientras tanto, un asesino a sueldo interpretado por Antonio Durán 'Morris' llega a la isla con un objetivo, y Díaz, por su parte, tiene que lidiar con el hijo y la hermana de Samir, a los que dan vida Enrique Alcides y Celia Castro, que están preocupados porque la investigación de la jueza pueda salpicarles.

La cantidad de nuevos personajes con sus respectivas tramas y la lentitud con la que la temporada entra en harina son un riesgo y podría expulsar a algún espectador impaciente. Será un error por su parte, porque 'Hierro' vuelve a recurrir a personajes tridimensionales, un guion inteligente que acaba atando todos los cabos y una ambientación exquisita que cumple otro cliché: el de que la isla es un personaje más.

Lo es gracias a un cuidado por el detalle que crea todo un universo más allá de la trama: en 'Hierro' vemos cómo se limpia un juzgado antes de un juicio, asistimos a una mecánica y rigurosa descripción de una escena del crimen o se nos muestra a una villana tomándose pastillas acompañadas de yogur para disimular su mal sabor (pastillas que después tendrán un peso en el desenlace). No hay línea de guion gratuita ni plano que no aporte, ya sea en favor de la historia, de una construcción de personajes complejos o de una ambientación extremadamente realista.

Lo que sí está más potenciado en esta segunda tanda de episodios es los giros de guion. Mientras que el thriller de la primera temporada estaba cocinado a fuego lento y tenía pocos ingredientes, el nuevo misterio va acumulando sorpresas a cada episodio y quemando trama a una gran velocidad, llevando el desenlace a terrenos extremos (y llenos de tensión).

'Hierro'

La isla de Candela

Por suerte todo se mantiene en pie gracias al magnífico reparto. Están tan bien las novedades (Hafez, Varela, Alcides, Aina Clotet, Iris Díaz...) como los repetidores (imponente y juguetón Grandinetti, graciosísimo Luifer Rodríguez, Kimberley Tell, Tania Santana, Maykol Hernández, Marga Arnau), y destacan algunos (icónica Castro como esa señora villanesca con voz mecánica) pero destacar, al fin y al cabo, no es su trabajo: todos ellos forman el coro que da la réplica a Candela Peña.

Candela Peña está inconmensurable e irrepetible. Diríamos que parece haber nacido para interpretar a esta jueza meticulosa, ceñida a la ley y a las telas de su ropa, seria e inflexible, pero sabemos que no es así porque la hemos visto dar vida a personajes muy distintos e incluso opuestos a la jueza Montes. Algo hay en esta mujer, en su autoridad peleona, en su hartazgo y su estoicismo maternal que Peña quizá no habría podido encarnar hace 10 ó 15 años. Será el momento y el lugar, o simplemente el azar; en cualquier caso, 'Hierro' es de Candela y Candela es de 'Hierro'. No hay más preguntas, señoría.

Nota: 8

Lo mejor: Candela Peña

Lo peor: Algunos de los giros de guion son funcionales pero restan un poco al conjunto

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