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CRÍTICA

'High Life': Al filo del abismo

Crítica de 'High Life', dirigida y coescrita por Claire Denis. Protagonizada por Robert Pattinson, Juliette Binoche, Mia Goth y Lars Eidinger. Premio FIPRESCI en el 66º Festival de San Sebastián.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 8 de Febrero 2019 | 13:46
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Pocos cineastas logran causar sensaciones tan opuestas como Claire Denis. La realizadora, tras dirigir las densas 'Los canallas' y 'Un sol interior', vuelve a traer un largometraje complejo, al que se le suman varios momentos llenos de simbolismos. 'High Life', una película de ciencia ficción que supone su debut en un proyecto rodada en inglés y que está protagonizado por Robert Pattinson y Juliette Binoche. Premio FIPRESCI en el 66º Festival de San Sebastián y exhibida fuera de concurso en el 56º Festival de Gijón.

High Life

Filme que va a dos tiempos. En el lejano espacio, cerca de los límites con un agujero negro, más allá del Sistema Solar, vive Monte, un hombre joven, junto con su hija pequeña Willow. Los dos viven en una nave espacial, completamente aislados. Monte tiene una férrea disciplina sobre el control del deseo, de hecho, tuvo a la niña en contra de su voluntad, aunque con el paso del tiempo la quiso como progenitor realmente. En la otra línea narrativa, se muestra cómo Monte y una serie de compañeros suyos, todos ellos convictos y presos con penas severas, llegan al espacio como parte de una misión para encontrar una fuente de energía alternativa.

Un viaje espacial metafísico que evoca a la mítica 'Solaris'

Denis crea un filme concentrado, de ritmo pausado, que contrasta con escenas de fuerte contenido sexual, violento o una combinación de ambos. La cineasta, que contó con la ayuda del físico y experto en agujeros negros, Aurélien Barrau, crea un filme lleno de simbolismo, más cercano a mensaje metafísico que a una verdad científica, que solo aparece para darle coherencia a la trama. Por otro lado, el escultor danés-islandés Olafur Eliasson tiene su primera colaboración en el cine para elaborar la nave donde están los protagonistas.

High Life

La cineasta toma de referencia a la mítica 'Solaris', tanto la novela original de Stanislav Lem, como los filmes realizados por Andréi Tarkovski y Steven Soderbergh. Eso sí, Denis no puede evitar añadir su sello propio, introduciendo un toque perverso que convierte a 'High Life' es una interesante respuesta actual a la obra de Lem. Porque, como ocurre con 'Solaris', el largometraje es una reflexión existencialista, en la que los protagonistas se deben más a los símbolos que a la lógica y el sentido.

Esto provoca que el filme esté repleto de pausas incómodas, escenas turbias y desagradables y grotesco desfogue sexual. Por otro lado, Denis añade, en las escenas de Monte y su hija, la reconciliación con el pasado y la aceptación del amor y el cariño, alejado de cualquier referente sexual. Interesante contraste, que convierte a la película en una experiencia metafísica cinematográfica.

Una película que no deja indiferente a nadie

Porque el filme no es solo simbolismos y escenas con varios significados, también posee una hipnótica fotografía, obra de Yorick Le Saux, una envolvente música, de Stuart A. Staples, que crea un claustrofóbico halo de enigma y, sobre todo, un reparto formidable. Robert Pattinson continúa su camino en la elección de papeles extremos, ya lo demostró cuando estuvo bajo las órdenes de David Cronenberg en 'Cosmópolis' y 'Maps to the Stars', el actor británico está sabiendo forjarse una carrera interesante gracias a papeles como el de Monte.

High Life

Sin embargo, la que deslumbra y hechiza es Juliette Binoche, cuya presencia es magnética. La actriz rodó 'High Life' a la vez que las muy diferentes 'Viaje a Nara (Vision)' y 'Non-Fiction'. Binoche trae cierto aire de bruja o espíritu shakesperiano, cuyo largo cabello negro recuerda también al de los fantasmas japoneses de mujeres poseídas por el rencor, fascina en cada escena, provocando una mezcla de horror y compasión.

'High Life' es un drama existencialista con el amor y el odio como tema central. Una muestra más de que el cine de Claire Denis, con muy poca empatía hacia el público general, logra no dejar indiferente a nadie, algo que solo cineastas apasionados y con cierta afición a la polémica consiguen. Como si de 'El Club' de Pablo Larraín se tratase, pero situado en el espacio exterior', 'High Life' es una película seductoramente atrayente.

Nota: 8

Lo mejor: Su reflexión existencialista y Juliette Binoche, en su faceta más extrema.

Lo peor: Denis no es asertiva con el público, lo que hace que el filme provoque sensaciones contrapuestas.