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CRÍTICA

'Hijos del sol': La infancia desheredada

Crítica de 'Hijos del sol', dirigida y escrita por Majid Majidi. Premio Marcello Mastroianni del 77 Festival de Venecia, seleccionada en la shorlist de los Premios Oscar 2021 a la mejor película internacional.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 14 de Mayo 2021 | 09:01
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Sin duda, Majid Majidi es uno de los cineastas iraníes que mejor ha sabido realizar cine social en su propio país, siendo uno de los mejores exponentes de la industria del país persa junto con Abbas Kiarostami o Jafar Panahi. Y lo vuelve a demostrar con su último largometraje, 'Hijos del sol', que obtuvo el premio Marcello Mastroianni a la mejor interpretación revelación para su joven protagonista, Rouhollah Zamani, en la 77ª edición del Festival de Venecia y que estuvo en la shortlist de las seleccionadas para los 93 Premios Oscar a la mejor película internacional.

Hijos del sol

Ya desde su ópera prima, la imprescindible 'Baduk', Majidi demostró tener una visión mucho más concreta sobre los derechos de la infancia, siendo 'Niños del paraíso' -nominada al Oscar al mejor filme internacional- el exponente más reconocido en todo el mundo. Con 'Hijos del sol' vuelve a sus orígenes, al narrar la cruda realidad de los niños iraníes de las clases más bajas y de cómo tienen que comenzar a ganarse la vida desde pequeños y cómo esto imposibilita su acceso a un derecho básico, la educación. A ello le añade también la realidad de muchos refugiados de Afganistán, cuyas paupérrimas condiciones de vida se añaden a una situación brutal de desigualdad.

Con 'Hijos del sol', Majidi -que coescribe el junto con Nima Javidi- trae un relato que combina el drama social con el cine de aventuras, apuesta extraña y arriesgada que sabe evitar en ser demasiado devastadora -no es 'Las tortugas también vuelan' o 'Cafarnaúm'-, como también demasiado ligera -no es una cinta feel-good como las recientes 'Blanka' o 'Fahim'-. Eso hace que el filme sea un largometraje excepcional, que brilla tanto en su vertiente social como en su mirada sobre la pureza de la inocencia de la infancia.

Hijos del sol

Un desgarrador drama social que sabe combinarse con esa mirada inocente del cine de aventuras infantil

Y eso acerca más a 'Hijos de sol' a películas como 'Cuenta conmigo'. La búsqueda de un tesoro unido a una situación social y económica extrema. Aprovechando esa premisa, Majidi busca construir cierto halo de luz en el filme, apostando también por reivindicar a aquellas instituciones que luchan por darles educación y alimento, siendo lo más básico que necesita la infancia. Y es ahí donde la cinta sabe brillar, en ser consciente de una situación de extrema necesidad pero también es capaz de otorgar cierta esperanza, aunque sea de manera breve.

Hijos del sol

Unido a un cuidado estético que cuida la parte técnica, su fotografía -obra de Hooman Behmanesh- transmite cierta atmósfera de nostalgia y de sensación de pérdida. Aunque lo que más brilla son las interpretaciones infantiles. Rouhollah Zamani es el alma de la cinta, ofreciendo una actuación tan entregada que recuerda a la de Lady Tabares en 'La vendedora de rosas' o a la de Rosa Isabel Morffino en 'Juliana'. No es el único, los hermanos Shirzad, Shamila y Abolfazl, quienes interpretan a los niños refugiados afganos- están espléndidos, como también Mani Ghafouri. Mención especial también para Javad Ezzati como ese profesor entregado que busca que esos niños tengan un futuro.

'Hijos del sol' es un largometraje magistral, el mejor que realiza Majidi desde la magnífica 'Lluvia'. Una propuesta entre aciaga y luminosa, un grito desesperado de ayuda hacia la infancia en uno de los países más complicado de Oriente Próximo. Un drama social que cuenta también con esa mirada inocente de los niños, que recuerda que, incluso en las peores situaciones, son capaces de encontrar momentos de sonrisas. Un título imprescindible.

Nota: 9

Lo mejor: El descubrimiento que han sido las interpretaciones infantiles y la solidez con la que Rouhollah Zamani lleva el peso de la cinta.

Lo peor: Que su vida comercial en cines no sea tan extensa como otros títulos similares.

Películas
  • Año: 2020
  • 99 min. Irán Drama
Rostros