En 2016, el italiano Paolo Genovese creó uno de los grandes fenómenos internacionales, 'Perfectos desconocidos', película que ha tenido más de una veintena de versiones o remakes y que en España tuvo una adaptación con Álex de la Iglesia. Un año después, llevó un planteamiento más perturbador con 'The Place: El precio de un deseo'. Cuatro años más tarde, el cineasta vuelve al universo de las parejas con 'Una historia de amor italiana'.
Ahora bien, con 'Una historia de amor italiana', Genovese deja a un lado el humor negro y el toque cínico de su exitosa comedia de salón y se pasa al reflexivo drama conyugal que explora los diferentes estadíos de una pareja a lo largo de un decenio. Lo hace de forma franca, con una mirada optimista con la que explora el lado más romántico del drama y la intercala con otros momentos de tensión, de amargura y con situaciones tremendamente desgarradoras.
Genovese, quien firma el guion con Paolo Costella y Rolando Ravello, crea así una propuesta que bien podría estar emperando con la trilogía de Richard Linklater que inició con 'Antes del amanecer', así como también con filmes tan dispares como 'Un paseo para recordar', 'La peor persona del mundo' o, inclusive, 'Secretos de un matrimonio', al abordar de manera franca temas propios de la vida en pareja como la necesidad de tener un proyecto en común, perspectivas de futuro, una notable autonomía propia, saber que la pareja no es una mitad de nada sino un compañero de viaje, intereses en común o la esencial comunicación para saber qué tipo de pareja se es.
Todo eso lo aborda Genovese con naturalidad y espontaneidad. A ello se suma que se le da cierto toque nostálgico con la introducción de personajes secundarios. Las breves apariciones de estos ayudan a que haya cierta sensación de filme generacional y que narra el paso del tiempo, como hizo Gabriele Muccino en 'Nuestros mejores años'. Aunque Genovese, finalmente, recuerda que, ante todo, lo que se narra es un drama conyugal, dejando que esas secuencias sean una especie de descanso para la conversación que está por llegar.
Hermoso drama conyugal con un tándem protagonista formidable
Aunque Genovese construye un certero drama de pareja complejo, este no hubiera llegado a buen puerto sin su tándem protagonista, encarnado por Alessandro Borghi y Jasmina Trinca. Ambos ya coincidieron en el drama social 'Fortunata', en el que Sergio Castellitto los convertía en cómplices, aunque de una manera muy distinta. Trinca pasa de ser una madre soltera con problemas económicos a una joven sin una vocación clara que termina apostando por su pasión por el dibujo y la ilustración y termina siendo la autora de un cómic de éxito. Borghi pasa de ser un yonqui alternativo con el pelo de Jesucristo a un tímido catedrático de Física que detrás de su corte de cabello formal y sus gafas, oculta un corazón que lo da todo.
Ambos saben transmitir las diferentes sensaciones y emociones que vive una pareja, incluyendo un tema tan espinoso como es el de la infidelidad. Los dos derrochan pasión y química. Precisamente, al ser tan diferentes, ambos consiguen conectar mejor. De ahí, que Genovese haga un retrato muy cuidado de la pareja. A ello se suma que es imposible no dejarse llevar por la emoción que transmiten sus escenas más apasionadas.
'Una historia de amor italiana' es un formidable drama amoroso, que explora con sensibilidad las diferentes vivencias conyugales, partiendo de la mirada atenta y calmada, acompañando a unos personajes que el cineasta cuida. Un formidable regreso al universo de los conflictos personales, que vuelve a demostrar la habilidad de Genovese para mirar tras el trasfondo de sus protagonista.
Nota: 8
Lo mejor: La química entre Alessandro Borghi y Jasmine Trinca.
Lo peor: En algunos momentos, el filme peca de melodramático.