Aunque hay géneros que en el cine español suelen funcionar bien, eso no significa que todas sus producciones logren una calidad óptima. Ejemplo de ello son la comedia y el thriller, este último artífice de grandes títulos recientes como 'Celda 211', 'La isla mínima', 'Que Dios nos perdone' o 'Quien a hierro mata', pero también de otras producciones más olvidables como 'Toro', 'Plan de fuga' o 'La niebla y la doncella'. Es, tristemente, el caso de 'Hombre muerto no sabe vivir', un intento de emular al cine de Quentin Tarantino o Guy Ritchie.
Realmente, la premisa de 'Hombre muerto no sabe vivir' recuerda a la de producciones para televisión como 'Crematorio' o 'Gigantes'. Sin embargo, las series creadas por Jorge Sánchez-Cabezudo y Enrique Urbizu contenían un trasfondo y contenido mucho más complejo de lo que aspira a narrar Ezekiel Montes, quien utiliza como excusa la situación de corrupción y tráfico de drogas en Málaga, recordando que la crisis económica también perjudicó a este sector.
Sin embargo, Montes solo utiliza esta situación como un Macguffin, como los que le suelen atraer a Tarantino, desperdiciando la oportunidad de elevar a nivel cinematográfico una propuesta más en la línea de las series anteriormente citadas. De hecho, Montes se pierde en fuegos de artificio, en los que crea secuencias extremadamente violentas y realizadas con un estilo gore gratuito que rompe con el tono de suspense del filme, el cual tiene una historia con demasiados agujeros en su trama como para ignorarlos.
Un Pulp latino con demasiadas ambiciones
Y es que, en su afán por crear situaciones que recuerdan más a 'Sky Rojo' que a 'No habrá paz para los malvados', Montes olvida perfilar unos personajes creíbles, a pesar de contar en su reparto con actores de primer nivel como Antonio Dechent, Rubén Ochandiano, Paco Tous, Manuel de Blas o Nancho Novo. Cierto es que Dechent ofrece una interpretación digna, pero es algo que se puede esperar siempre de él. Esa supuesta guerra intergeneracional entre la vieja guardia y la nueva orden del narcotráfico provoca que los veteranos cometan demasiados de errores de novato como para hacer creíble la historia.
Son los fallos de guion, de lógica de sus personajes, de la sensación de añadir violencia explícita sin motivo aparente, así como también la ausencia total de papeles femeninos propios para un thriller de 2021 lo que hacen que 'Hombre muerto no sabe vivir' sea una apuesta fallida, como en su momento le pasó a Ernesto del Río con 'Hotel y domicilio' o a Vicente Aranda con 'La mirada del otro'.
Nota: 3
Lo mejor: Que Antonio Dechent siempre ofrece una buena interpretación, aunque tenga que defender personajes como el de Tano.
Lo peor: Tiene una premisa desperdiciada, sus secuencias gore son gratuitas y excesivas, su tono machista la hace parecer una producción de mediados de los 90, sus personajes están mal perfilados... la lista es larga.
