En 2010, Maria Sødahl estrenó su ópera prima, la ácida 'Limbo', un largometraje con el que logró atraer la mirada de la crítica. Nueve años han tenido que pasar para que la cineasta realizase su segunda película, 'Hope', mostrada en la sección Panorama del 70º Festival de Berlín, nominada a dos Premios de la Academia de Cine Europeo y seleccionada por Noruega como su candidata en la categoría de mejor película internacional para los 93º Premios Oscar.
El tiempo de espera tuvo toda su lógica, pues lo que Sødahl narra en 'Hope' es su propia historia personal. La directora tuvo una dura lucha contra el cáncer, llegando a barajarse que no lo podría superar. Todo un proceso que trascendió a lo sanitario, siendo también una reflexión personal de su propia vida como cineasta, así como también como mujer, madre y esposa. Toda esa dura experiencia, la realizadora la ha canalizado en este segundo trabajo y la esencia íntima y personal se percibe en cada escena de un drama que, más que un testimonio de superación, como una introspección sobre la relación de pareja, así como también de lo que significa el amor.
Y es ahí donde 'Hope' deslumbra y sorprende. Sødahl, quien también firma el guion, se centra en un lapso de tiempo muy corto, desde la detección del tumor, uno que es consecuencia del cáncer que ha sufrido, hasta la operación que puede salvar su vida o no. El filme no aborda el desenlace de esta lucha, sino el camino y es ahí donde se pone el enfoque. La protagonista, Anja, interpretada soberbiamente por Andrea Bræin Hovig, hace una revisión de su vida personal, especialmente desde la perspectiva sentimental.
Un drama conyugal intimista que evoca esas conversaciones de matrimonio de Bergman
En esa revisión, se muestra un matrimonio burgués de artistas, de 20 años de relación, en el que se muestra una relación distante, que en una situación de crisis como la que vive Anja, las pocas costuras que quedaban van rompiéndose. Aunque Sødahl hubiera podido optar por un drama en el que los dos cónyuges acaban no solo diciéndose las verdades a la cara, sino cerrando una situación insostenible, la cineasta decide ir por otro camino, el de la reconciliación, el de cerrar las heridas mediante la honestidad con uno mismo y con el otro.
Una visión pocas veces bien abordada, siendo la mirada de Sødahl un enfoque honesto con sus personajes. La directora enfrenta a su pareja protagonista a unos diálogos dignos de 'Secretos de un matrimonio' de Bergman. Hovig deslumbra con un retrato femenino complejo, que vive un duro proceso de padecimiento y en el que es difícil poner en orden los pensamientos por culpa de la medicación. A su lado, un magnífico Stellan Skarsgård. El actor sueco vuelve a demostrar su habilidad para los dramas intimistas, con enfoque autoral y corte europeo.
En esa conversación de pareja, lo curioso, es que lo que más brilla son esos momentos en los que los esposos se miran y se dicen todo solamente con sus expresiones, desnudándose emocionalmente, provocando que el público sea testigo de momentos de auténtica intimidad. 'Hope' es un relato personal, realizado con esmero y dedicación, que pone la mirada en la experiencia de su protagonista desde un enfoque plenamente femenino. Discreta en su paso por los premios, la segunda película de Sødahl es ya una de las favoritas para la categoría de mejor película internacional en los Oscar. A 'Otra ronda', 'Entre nosotras', 'El olvido que seremos', 'El agente topo', 'Vitalina Varela' y 'La llorona' les ha salido una rival muy digna.
Nota: 8
Lo mejor: Esas escenas en las que Hovig y Skarsgård se lo dicen todo con una mirada.
Lo peor: Infravalorar su enfoque positivo de esa discusión conyugal.
