Aquellos maravillosos años 90, cuando se gestaron algunos de los clásicos del cine moderno más queridos de la industria, no pueden faltar aquellas pequeñas mamarrachadas que no solamente te entretenían, sino también te podías echar unas risas. Una de ellas fue 'Independence Day', dirigida por Roland Emmerich, donde una invasión alien se convertía en el punto principal de la película, consiguiendo crear situaciones de lo más espectaculares, en el momento, con varias batallas aliens, una sucesión de explosiones y algún que otro gag cómico con un Will Smith en la cúspide de su fama. En una época plagada de reboots, remakes, secuelas de viejos clásicos y etc., no es extraño que el propio Emmerich haya decidido estrenar su secuela 20 años después, que lleva el título de 'Independence Day: Contraataque'.
La película se centra, nuevamente, en una invansión alienígena que se sitúa dos décadas después de lo ocurrido en 'Independence Day'. La tecnología y la sociedad humana ha conseguido avanzar a pasos agigantados gracias al aprendizaje de los alienígenas de hace dos décadas. El problema surgirá cuando descubran que los aliens vuelven con ansias de venganza y con un avance tecnológico notorio. Viejos conocidos como David Levinson, interpretado por Jeff Goldblum, volverán a la carga para evitar la destrucción de la Tierra. Para ello contará con nuevos fichajes como Jake Morrison, interpretado por Liam Hemsworth y cómo no, el descendiente de Steven Hiller, interpretado originalmente por Will Smith, Dylan Hiller, en la piel de Jessie Usher.
Tal y como podemos leer, no son tan descabelladas las razones para ver qué ha pasado 20 años después y cómo han evolucionado tanto los personajes originales como el contexto en general. Sorprendentemente, Emmerich ha querido dar un tono más oscuro a la película, dotándolo de mayor carga dramática. El problema surge cuándo este intento de cambio de registro chirría en varias ocasiones, dado que es bastante notoria la búsqueda de las situaciones lacrimógenas y de llamamiento a la nostalgia. Además, pese al reclutamiento de personajes antiguos con actores como Vivica A. Fox o Bill Pullman, la intención del realizador no es otra que únicamente utilizar a estos personajes como vehículo de presentación de la nueva generación de soldados de 'Independence Day'. De esta forma, podríamos decir que el error es que no han sabido manejar esa unión entre el pasado y el futuro, por lo que queda demasiado inestable durante todo el film, liando al espectador al no saber realmente quién lleva la batuta y qué importancia tiene cada personaje, dado que va variando según le apetece al director y no bajo una coherencia lógica. Está claro que Jeff Goldblum se lleva de calle al resto de personajes, algo que ya hiciese en la primera, pero esta vez no se ve acompañado por un partenaire a la altura.
Con respecto a las interpretaciones, nos encontramos a dos grupos bastante separados: por un lado, Jeff Goldblum como David Levinson, Bill Pullman como el presidente Whitmore, Judd Hirsch como Julius Levinson, Vivica A. Fox como Jasmine Hiller y Robert Loggia como el General Grey y por otro, Liam Hemsworth como Jake Morrison, Jessie Usher como Dylan Hiller y Maika Monroe como Patricia Whitmore. No es extraño que dos de los nuevos personajes más importantes ya salieran en la primera en su versión infantil, pero la realidad es que están bastante lejos de la buena química que hubo entre los protagonistas originales de 'Independence Day'. El principal problema es que los personajes del pasado, aquellos a los que se le da peso en la historia, roban totalmente las escenas y dejan aparcados a la nueva generación. De esta forma, el espectador sigue sintonizando más con los viejos conocidos que con los nuevos. Aun así, Emmerich ha aprovechado para utilizar a personajes antiguos para fomentar la vena dramática del film, más de uno soltará una lagrimita en alguna que otra escena. Destacar sobre todo el trabajo del grupo liderado por Goldblum. Gracias a ellos, la película no se ha desplomado interpretativamente. Como dato, Liam Hemsworth no tiene la fuerza suficiente para capitanear este barco, por lo que en algunas ocasiones incluso se hace tedioso, mientras que Maika Monroe, pese a ser más secundaria, recoge perfectamente el testigo de Pullman en el film. Una mujer de armas tomar.
Uno de los puntos fuertes de 'Independence Day: Contraataque' son ese llamamiento al pasado que era necesario al tratarse de una secuela de hace tantos años. A lo mejor uno de los más rocambolescos e incluso, que causa gracia es el intento de meter a Will Smith con calzador aunque fuese con fotografías y retratos por la película. Pero externamente de ello, durante la secuela han sabido estructurar ese viejo recuerdo de aquellos personajes que tanto queríamos pero con coherencia, ya no son jovencitos o maduros interesantes, ahora ya están en plena vejez. Tal vez el presidente Whitmore es el personaje más chocante pero aún así imprescindible para mostrarnos que incluso en el mundo de las películas no se vive de los éxitos del pasado siempre. Y cómo no, no podía faltar algunos gags como también la escena con perro incluido que ha habido en ambas películas. El problema es que esta llamada a la nostalgia hace que nos demos cuenta de la falta de carisma del nuevo equipo de soldados, no tienen nada que ver con esa socarronería mostrada por Will Smith y Jeff Goldblum a la hora de salvar el planeta en la anterior entrega.
El guion flaquea en algunas ocasiones, en ese intento de conseguir encajar todas las piezas al gusto del realizador, el problema es que pierden consistencia y se dan soluciones poco trabajadas para algunas secuencias. Esto hace que la duración del film sea en ocasiones demasiado extensa, y haya lagunas argumentales que no permiten desarrollarse bien narrativamente. Por lo tanto, 'Independence Day: Contraataque' no llega a situarse de forma superior en 'Independence Day' en cuanto a guion, sino que incluso se podría decir que se encuentra en la fina línea de estar a la altura y de ser más floja. Aun así, Emmerich ha sabido resucitar su viejo clásico de una forma que pueda atraer sobre todo a los amantes de lo nostálgico y a nuevos fans de la ciencia ficción. Nunca es tarde para meterte en el mundo catastrofista del director de perlas como '2012' o 'El día de mañana'.
Efectos especiales salvadores
Sin duda, lo que hace de 'Independence Day: Contraataque' superior a la primera es el espectáculo visual que se puede observar desde la secuencia de introducción. Se nota que Emmerich ha sabido utilizar los avances tecnológicos a su favor, algo que se nota en la majestuosidad de los aliens en esta ocasión. Las batallas interestelares han sido más cuidadas y realmente, consiguen transportarte totalmente al universo galáctico del que te están hablando. Una manera perfecta para ir directamente al corazón de los espectadores, dado que recordemos que 'Independence Day: Contraataque' no pretende ser un film filosófico ni mucho menos, sino una película de entretenimiento donde la sucesión de explosiones y naves espaciales no sean pocas, y sin duda, lo consigue.
Se puede concluir que 'Independence Day: Contraataque' es una secuela a la altura de su predecesora. Innova en la manera visual que presenta la historia pero peca con la intención de dar un carácter más maduro a las tramas que se encuentran en ella. Entretenida, a lo mejor un poco excesiva en cuanto a tiempo en pantalla, conseguirá que los fans que se lo pasaron muy bien con la primera disfruten al máximo con la segunda. Una vuelta al pasado con un lavado de cara a medio camino, pero que sin duda, cumple su cometido: un show visual de entretenimiento. En cines a partir del 1 de julio.
Nota: 6
Lo mejor: Los efectos especiales y las múltiples explosiones y batallas que hay.
Lo peor: Esa búsqueda de seriedad innecesaria y la falta de química entre el nuevo reparto.