El cine de terror ha tenido una época reciente llena de grandes estrenos y sorpresas, y también hemos visto cómo puede volver de sus cenizas y aportar algo fresco y que en realidad sepa inquietar al espectador, o por el contrario, descubrir que se ha basado en unas cuántas fórmulas ya usadas hasta la saciedad, y se ha quedado a medias, y lo peor de todo, no ha conseguido lo que toda película de terror debería hacer: meter el miedo en el cuerpo del espectador.
Con 'Insidious Capítulo 2' nos encontramos ante la que podría ser la última película de James Wan en el género de terror, y es por ello que las expectativas ante la última obra del director son elevadas. Quizás, su trabajo en esta secuela no sea su mejor ejemplo, pero consigue atar algunos de los lazos sueltos que dejó la primera parte. Entrando en su atmósfera, los más puristas del género encontrarán en esta obra algún que otro detalle nostálgico al viejo cine de terror, que puede ser irrisorio para aquel que no entre en la temática del filme, pero que aún así consigue que el espectador se agarre a la butaca en alguno de sus momentos, algo muy de agradecer en una cartelera en la que parece que solo Wan puede hacernos saltar del asiento. En esta ocasión, el largometraje se muestra como una continuación directa de su antecesora, que vuelve a retomar la temática de la primera parte y ante todo, ofrece más profundidad a la historia creada por Wan y Leigh Whannell.
En el argumento de esta nueva entrega nos encontramos con que Josh y Renai Lambert se han mudado con sus hijos a la casa de Lorraine, la madre de Josh, esperando olvidar el pasado y comenzar una nueva vida alejada de todos los males vividos en la primera 'Insidious'. Todo ello durará poco, ya que pronto la familia empieza a experimentar extrañas visiones y fenómenos amenazantes que les obligarán a desentrañar el oscuro secreto que les ha dejado peligrosamente conectados con el mundo espiritual. Con esta premisa se presenta 'Insidious Capitulo 2', una película que engaña en su argumento al pensar que nos encontramos con una segunda entrega con poco que aportar, y que en esta ocasión, ha contado con un guión lo suficientemente rico como para tenernos pegados a la butaca durante mayor parte de su metraje, eso sí, con alguna que otra salvedad.
El peso interpretativo de la cinta vuelve a recaer en Patrick Wilson y Rose Byrne, y mientras uno se enfrenta en esta ocasión con un papel con más matices que en la primera parte, la segunda seguirá la tónica dejada en su primera parte. En el caso de Wilson, nos encontramos con que el guión le ha otorgado en esta ocasión el personaje más atractivo del reparto, y el actor se muestra resuelto en su rol, ya heredado de la primera entrega, y destaca con los nuevos matices que ha conseguido en esta entrega. Eso sí, tampoco logra mantener al personaje durante todo el metraje, y habrá alguna escena en la que se note cierto bajón interpretativo, aunque en los puntos más importantes logra estar a la altura.
Uno de los aciertos de Byrne ha sido el de mantener el cuerpo y las circunstancias que ha dejado mella en su personaje en la primera entrega. Es por ello que encontraremos que la actriz aparece "enchufada" desde los primeros minutos del metraje, lo cual es bastante loable. Si bien no nos encontramos con el papel de su vida, pero aún así se muestra bastante suelta en su papel, aunque su personaje en esta ocasión no desprenda mucha carisma que se diga. Aún así, su trabajo delante de las cámaras es correcto, y ha sabido dejarse sorprender ante las exigencias del guión de una manera creíble, además de darse su tiempo para el análisis de las escenas, por lo que no se muestra anticipada a los acontecimientos.
James Wan en esta ocasión ha dejado un poco de lado el mimo mostrado en 'Expediente Warren: The Conjuring', pero ha procurado ser más efectivo en el metraje, y es por ello que casi desde el minuto uno estemos ya en tensión, sirviéndose en algunos casos de planos en fuera de armonía y girados, y en otros opte por algún travelling interesante, aunque sí hay de una cosa que puede llegar a pecar en alguna ocasión: mostrar de manera demasiado evidente el lugar de donde viene "el susto". Esto no es una constante en todo el metraje, pero sí es cierto que en algunos puntos del filme, casi sepamos lo que va a ocurrir a continuación. Pese a ello, una de las cosas que ha conseguido el director es, pese a mostrar lo evidente, lograr que el espectador se diga a si mismo una de las frases típicas cuando vemos una película de terror: "¡No te acerques ahí!", y pese a esperar más o menos el susto, la tensión está ahí, lo que es todo un logro.
La cinta tampoco ha contado con un presupuesto muy elevado, por lo que no hemos de esperar grandes cataclismos causados por las entidades que rondan a la familia, aunque ello hace que se agudice el ingenio del realizador, e 'Insidious Capítulo 2' tenga los suficientes giros de guión y recursos para no ser aburrida. La cinta juega también más con el mundo extrasensorial, y en esta ocasión, logra una mayor lógica en las escenas paranormales, y volverán a ser sutiles en su puesta en escena.
El largometraje gana en profundidad a partir de la mitad del metraje, donde varias líneas de argumento vayan juntándose y separándose, y es ahí, en la pericia de Wan con la cámara, dónde vemos que la película muestra todo su potencial. No pienso destripar nada, obviamente, pero esta segunda entrega logra que, para todo aquel que no haya visto la primera parte no pierda el hilo, y para que la haya visto, ate algunos de los cabos sueltos de manera bastante resuelta. También notaremos que hay un cambio de recursos estilísticos, más al modo de cámara en mano, dónde el ver las cosas de más cerca logra llenar todo con mayor desasosiego, lo cual es un punto a favor, además de saber cuando parar y no saturar con el recurso. Si a ello le sumamos algún punto de humor que contiene el metraje, el resultado es bastante entretenido .
El terror de Wan
Otro de los puntos a ver del filme es la manera de enfocar el terror por parte del cineasta. Es por ello que encontraremos algunos sustos muy sutiles, jugando con los sonidos, la música y los pasos lentos, y otros de ellos sean sustos más oníricos, que pueden parecer en momento algo fuera de contexto, pero que siguen el lenguaje de la primera parte, por lo que aquel que la hay visto, se dará cuenta que algunos recursos se repiten, aunque es perdonable si vemos a esta entrega como una continuación directa. El guión se ha mostrado bastante resuelto en cuanto a las escenas propuestas y la historia en general, pero no cuenta tampoco con unos diálogos muy trabajados, y en ocasiones, es algo excéntrico con algunas de las pautas mostradas, y se echa de menos más profundización en alguno de los personajes.
Con los suficientes ingredientes para ser una cinta reseñable, hay un gran detalle que lacra el total del filme: la falta de mimo. Creo que lo peor que pudo ocurrirle a esta producción fue otra obra de la casa Wan: 'Expediente Warren: The Conjuring'. Si 'Insidious Capítulo 2' hubiera sido estrenada antes que la anteriormente anunciada, su visión sería más acorde con el final de la cinta, pero al saber de lo que James Wan es capaz de hacer, esta cinta baja un escalón en la escala de calidad del cineasta, ya que no gana la comparación con su anterior película, con la que sí parece que hubo más esfuerzo en su producción. No quiero decir con ello que esta entrega sea tampoco un despropósito, pero sí que es algo chocante el ver cómo baja el nivel dejado por su anterior filme.
En definitiva, nos encontramos ante una obra de terror a la que los puristas del género no podrán quejarse, y que si bien no alcanza las cotas de calidad más altas, sí que tiene los momentos de tensión, sustos y terror necesarios para hacernos pasar un mal trago delante de la gran pantalla. Eso sí, no es la mejor obra del director, y su salto para detrás en calidad en comparación con otros trabajos de James Wan puede quebrar un poco el producto final, aunque si se perdona y se ve a esta producción desde la visión de secuela directa, nos encontramos con una cinta que logra atar algunos de los cabos sueltos de su primera entrega y ofrecer un guión más ambicioso y rico, con algunos giros en su trama y algo más que solo fantasmas. En esta ocasión, no serán solo los muertos los que nos harán pasar miedo.