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CRÍTICA

'Jaula': El riesgo por impactar merece la pena, aunque sea irregular

Ignacio Tatay e Isabel Peña renuncian al terror por someter a Elena Anaya a un muy sorprendente thriller dramático demasiado lento.

Por Rafa Jiménez Más 9 de Septiembre 2022 | 10:03
Redactor de cine y series, especializado en los estrenos actuales y Marvel. Muchas críticas y entrevistas

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'Jaula': El riesgo por impactar merece la pena, aunque sea irregular

Cuando se estrena una nueva película de M. Night Shyamalan ('El sexto sentido', 'Tiempo'), ya se sabe lo que toca: ir al cine sin saber nada de la trama esperando la gran sorpresa que eleve un desarrollo brillante o, a veces, irregular. Este segundo caso es el de la nueva gran apuesta de Sony por el terror y el cine español, 'Jaula', en cines el 9 de septiembre. Por ello, lo único que se puede avanzar de la historia es que presenta a un tensionado matrimonio adulto que acoge repentinamente a una extraña niña. ¿Su rareza? No habla nada y tan solo se siente a salvo dentro de cuadrados de tiza pintados en el suelo.

la niña Eva Tennear en 'Jaula'

Tan contenida como la sinopsis son las interpretaciones de todo el reparto. Los secundarios Pablo Molinero ('La peste'), Eloy Azorín ('Alta mar') y Esther Acebo ('La casa de papel') junto a los magistralmente hipnóticos Carlos Santos ('El test') y Eva Llorach ('Quién te cantará') son puras ollas a presión constantes que saben cuándo tragar y cuándo despuntar. Estos vecinos del bosque están muy bien dirigidos en miradas y coreografías por el debutante Ignacio Tatay. Su guion co-escrito con la galardonada Isabel Peña ('El Reino') depura inteligentemente los personajes y diálogos para abarcar poco y apretar mucho. Al menos durante su primera mitad.

En este primer acto marcado por el drama ya empieza a lucirse la auténtica estrella de la película: Elena Anaya. Ya sea por su interpretación de Paula o por estar escrita en parte por una mujer que ha escrito antes complejos personajes femeninos, 'Jaula' propone de base una actual y muy cruda lectura de lo que significa ser madre y esposa en un complicado día a día. Igual que Kate Winslet luchó por cada arruga en su 'Mare of Easttown', Anaya y el guion brillan en todas esas luces y sombras.

Un tono de thriller contenido como el de aquel de HBO es el que marca el segundo acto del film. Al igual que el primero, flaquea bastante de ritmo y acaba haciéndose demasiado pesado. El pulso lento tiene sentido, pero se habría lucido más en un formato de miniserie inquietante (Netflix participa en la película, quién sabe, porque material desde luego que hay). Afortunadamente, lo que viene después recupera el ritmo, pero también marca una descompensada división de la película en dos partes potentes pero que no se potencian entre sí.

Lo atrevida que es y que podría haber sido

Aunque el resultado final no se ensambla perfectamente, los tres actos de 'Jaula' presumen de un gusto estético para nada egocéntrico con una puesta en escena muy inteligente: sabe cuándo aprovechar los espacios de la casa y cuándo vibrar con steadycam. A ello también ayuda la magnética banda sonora de Snorri Engilbertsson, bien válida para cualquier pesadilla de Jordan Peele ('NOP'). El montaje también sabe inquietar. Tan solo hay que perdonarle un recurso desaprovechado en un momento clave del film: unos flashbacks alargados que simplemente vuelven a contar lo mismo pero desde otra posición de cámara, sin aportar nada que un simple plano o diálogo ya nos hubiera dejado deducir.

Elena Anaya en 'Jaula'

Así entramos en un sorprendente tercer acto que justifica la participación de la productora de Álex de la Iglesia, Pokeepsie Films. Aquí está un tramo sobresaliente en 'Jaula', ya que no se queda simplemente en sorprender, sino que aprovecha ese impacto memorable de vivir en una sala de cine para desatar una asfixiante locura. Además de tensa, es atrevida a nivel social, y hasta necesaria podríamos atrevernos a decir. Sorprende mucho una apuesta tan oscura, violenta y seria en nuestro cine.

La resolución podría haber sido la guinda con más atrevimiento, pero lo cierto es que renuncia al terror para no despistar del potente mensaje. Consecuente e inteligentemente, no esperéis jumpscares o sustos repentinos; 'Jaula' no es esa clase de película. Por esta decisión de ritmo y de guion, el metraje se habría beneficiado de una mayor duración como requieren proyectos tan intensos y similares en miras sociales como 'Prisioneros'.

Con esta ambición en el thriller y el terror, da más rabia ver que la película tropiece en dos cuestiones tan básicas de ambos. En el primer caso, aunque sea muy impactante, el detonante del conflicto está basado en una coincidencia. Y en cuanto a las reglas del terror, es frustrante que no se permita adivinarlo. Se puede anticipar el qué, pero en ningún momento se justifica el por qué. Siendo un planteamiento tan grande y atrevido, no se puede acabar el metraje pensando que fue porque sí.

Es una pena, porque con ese tema (ESE tema...), 'Jaula' podría haber sido una película mucho más relevante. Pero aún así lo es. En general, hay mucho compromiso, estilo y respeto a los temas que trata: la maternidad, lo social, lo mental, los traumas... Todos ellos se dibujan con mucha solemnidad, aunque al final se haga con meros trazos de tiza como los que desatan toda la locura de los 106 minutos de película.

Nota: 6

Lo mejor: es imposible que no abra la boca del impacto a todos los espectadores.

Lo peor: el ritmo de la primera parte y su desaprovechada conexión con el resto.

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