Llevar al cine un musical de éxito y tener la misma repercusión nunca ha sido fácil. Durante 2014 hemos podido disfrutar de la entrañable y divertida 'Amanece en Edimburgo', basada en uno de los musicales británicos de mayor éxito de los últimos años con canciones del famoso grupo The Proclaimers. Ahora, Clint Eastwood nos trae 'Jersey Boys', otro musical más que cosechó muy buenas críticas en Broadway y que está basado en la vida del grupo musical 'The Four Seasons'.
El grupo conocido por la característica voz de Frankie Valli, nos dejó canciones como 'Sherry' y 'Big Girls Don't Cry', interpretadas ahora por un John Lloyd Young que no tiene nada que envidiar al cantante original. Eastwood vuelve a embarcarse, sin pena ni gloria, en un biopic tras estrenar en 2011 'J. Edgar', protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Con un protagonista con una gran voz donde el falsete revive de nuevo, el director de 'Gran Torino' nos presenta a los protagonistas de este peculiar grupo en un gran primer acto que no llega a cansar tanto como sus sucesores. Cuando consiguen firmar el contrato con la discográfica, la película va decayendo con planos largos e innecesarios y con un maquillaje muy poco realista hasta caer estrepitosamente en la nota más baja de la partitura de Eastwood.
La película rompe con la tercera pared para hablar y conectar directamente con el espectador, pero lo que hace más bien es hacerle sentir un poco incómodo con alguna que otra situación, sobre todo con la última escena de la película donde cada componente del grupo habla sobre su vida.
Por otro lado, tenemos a Michael Lomenda, que debuta como actor en una película interpretando al bajo de 'Four Seasons', recordándonos así al breve papel que obtuvo Adam Driver en la magnífica 'A propósito de Llewyn Davis' de los hermanos Cohen, aunque sin llegar a brillar mucho. En cambio, Christopher Walken sí lo hace aportando el toque de humor que necesita la película.
¿Cantamos o contamos una historia?
Las idas y venidas de personajes clave en la película hacen que se eche de menos a algunos de ellos como es el de Renée Marino que podría haber dado más juego y profundidad a la historia de Frankie Valli. Y es que entre tanto guiño a Frank Sinatra y al propio Eastwood haciendo un peculiar cameo, dedicar más tiempo en profundizar en las historias de otros personajes es un tanto difícil.
En conclusión, la película no consigue destacar como las canciones interpretadas por el grupo y menos aún como lo hace la voz de John Lloyd Young, sobre todo en la escena musical de 'I Love You Baby'. Solo pedimos que Martin Scorsese aprenda de los errores de Eastwood y nos traiga una película biográfica de Frank Sinatra al nivel de 'La vida en rosa (Edith Piaf)' con Marion Cotillard.