Afortunadamente, gracias al esfuerzo de distribuidoras nacionales, ya no es extraño que lleguen películas de animación japonesa a salas de cine. Títulos como 'Your Name' o 'Mirai, mi hermana pequeña' han conquistado al público español, además de haber nombres de cineastas como Mamoru Hosoda, Makoto Shinkai, Naoko Yamada, Keiichi Hara o Mari Okada, que demuestran que la industria ha trascendido más allá de sagas, franquicias o factorías de prestigio como Studio Ghibli.
Después de curtirse en la dirección de series como 'Negima' o 'Noragami', además de participar en el departamento artístico de películas como 'Pokémon: ¡Te elijo a ti!', Kôtarô Tamura debuta con su primer largometraje, 'Josée, el tigre y los peces', adaptación de la novela corta homónima de Seiko Tanade, siendo la tercera adaptación a la gran pantalla de la obra, la primera en animación. La cinta clausuró el 25 Festival de Busan.
Tamura dirige un guion escrito por Sayaka Kuwamura, guionista experta en el género romántico tanto en el cine como en la televisión. Esa experiencia se nota en el filme, al tratar su trama amorosa con una delicadeza extraordinaria. Aunque su estilo y temática pudiesen recordar a 'A Silent Voice' o 'El himno del corazón', el libreto de Kuwamura opta por narrar un amor más adulto, lo que hace del filme un relato alejado de lo esperado en el drama romántico nipón.
'Josée, el tigre y los peces' narra la historia de dos caminos que se entrecruzan, un alma herida y otra que busca sanar y cómo terminan entrelazándose con un hermoso relato de amor. La belleza de esta pasión radica en un punto pocas veces visto en el género, las relaciones que buscan la propia autonomía, aquellas que muestra a dos enamorados como dos compañeros de viaje que son capaces de ser independientes, dejando que haya momentos de delegación voluntaria.
Una hermosa historia de amor narrada con pasión y esmero
No es habitual encontrar filmes que ensalcen este tipo de relaciones, que son las que realmente ayudan a crecer y evolucionar. Esa madurez y esa vista más allá hacen que el filme de Tamura esté hermanado con otro largometraje de animación reciente, 'El amor está en el agua', que narraba el proceso de duelo de una joven y de cómo es capaz de mirar hacia el futuro. Ahí también está otra de las virtudes de 'Josée, el tigre y los peces', pues la pasión busca impulsar los propios sueños sin por ello renunciar al amor.
El guion de Kuwamura evita caer en una trama naíf, pues muestra que esas pasiones no son fáciles y que esas relaciones requieren un compromiso que no todo el mundo está dispuesto a dar, sin que por ello signifique que no haya sentimientos verdaderos. El equilibrio del filme, en ese sentido, hace a esta adaptación una magnífica experiencia. Ayuda también el carisma de sus protagonistas, un veinteañero que sueña con investigar los peces en la costa de México y una joven en silla de ruedas que ha visto sus alas cortadas y que lucha por encontrar su propia vocación.
Ese ansia de encontrar los propios sueños, de querer llevarlos a cabo, hacen que 'Josée, el tigre y los peces' sea una respuesta contemporánea y adulta a obras maestras como 'Susurros del corazón' o 'La colina de las amapolas', dos joyas del afamado Studio Ghibli, pues el filme también pone en valor la magia de lo cotidiano, una mirada costumbrista que realza, más si cabe, una auténtica alhaja animada.
Si a ello se le añade una animación cuidada hasta el milímetro, la factoría Bones está detrás de esta hazaña pues cada secuencia está realizada con mimo y esmero, y una banda sonora que evoca a clásicos románticos de los 90 (imposible no acordarse de 'La familia crece'), 'Josée, el tigre y los peces' se convierte en experiencia cinematográfica fabulosa, de esas que quedan en la retina. Un nuevo logro que muestra que la animación japonesa cada vez apuesta más por historias que se salen de lo convencional sin por ello renunciar al encanto costumbrista de lo cotidiano.
Nota: 8
Lo mejor: Una animación fascinante, unos personajes llenos de carisma, la historia de amor atrapa desde el primer instante.
Lo peor: Habrá cierto público que la rechace por apostar por las relaciones equilibradas y por ser un canto a lo cotidiano.