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CRÍTICA

'Joy': La constancia del esfuerzo

Crítica de 'Joy', la nueva película de David O. Russell. Protagonizada por Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Diane Ladd, Virginia Madsen, Édgar Ramírez, Isabelle Rossellini y Bradley Cooper.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 7 de Enero 2016 | 17:34
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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David O. Russell es de esos directores a los que les encanta creerse que ellos mismos son la crème de la crème y que ha hecho todo lo posible por crear películas que encandilen a la crítica para estar siempre en la palestra de los Oscar. Ya se vio en 'La gran estafa americana', de manera descarada, su intención de crear cine solo para esos premios. Un intento más es 'Joy', protagonizada por su musa actual, Jennifer Lawrence, así como otros habituales en su cine como Robert De Niro y Bradley Cooper.

Joy Mangano, desde niña, tuvo la idea de crear e inventar cosas. Su abuela le inculcó que ella había nacido para brillar. Aunque esos sueños, ya de mayor, parecían imposibles de realizarse. Joy se ha convertido en una treintañera que trabaja en la sección de atención al cliente en una empresa de Long Island. Creadora de varias patentes, Joy querrá vender como sea su producto estrella: La fregona milagrosa. No le será fácil, habrá más de un bache, siendo los familiares los que más problemas le den.

Joy

El afán de superación

La figura de Joy Mangano fue una de las más reconocidas en los años 90 ya que se convirtió en una de las estrellas de la teletienda en Estados Unidos gracias, justamente, a su fregona milagrosa (capaz de secarse automáticamente). Una mujer que es un icono del gran sueño americano, del Yes, you can, y de aquello que hace funcionar al sistema capitalista. Esto la convertía en una premisa ideal para crear un biopic como hizo Steven Soderbergh con 'Erin Brockovich'.

Sin embargo, David O. Russell no está a la altura del realizador de 'Ocean's Eleven' al intentar crear una heroína mundana, aquella que provoca que la gente la admire por su estoicismo y que logra crear esa sensación de poder hacer frente a las adversidades con constancia. Ya que 'Joy', pese a su interesante comienzo, va por caminos demasiado conocidos que solo logran dar la sensación de estar ante un telefilm. Russell no ha querido inspirarse fehacientemente en la vida de Joy Mangano, la ha edulcorado poniéndole mayores baches que, en la vida real, no ocurrieron.

Con lo cual, Russell ha querido mostrar a una heroína sin estudios pero con una gran inteligencia, que tiene en su familia el mayor apoyo y también la mayor oposición. Querer restarle realidad le ha ido a la contra y provoca una sensación de déjà vu que solo logran salvar los actores.

Joy

Un papel demasiado maduro para Lawrence

La chica mimada del realizador, Jennifer Lawrence, salva el tipo como dignamente puede. Lo cual es un gran problema para ella, que este papel le ha llegado demasiado temprano, como también le ocurrió con 'La gran estafa americana' y 'El lado bueno de las cosas'. Una joven de 25 años difícilmente va a aparentar ser una madre soltera de 34 años y frustrada. Lawrence demuestra ser una actriz excepcional ya que le da credibilidad a la situación como buenamente puede, pero eso no quita que ese papel hubiera asentado más en otras actrices con edad similar a la de la protagonista como es el caso de las solventes Kirsten Dunst, Julia Stiles o Anne Hathaway.

Junto a Lawrence están unas estupendas Virgina Madsen, Diane Ladd e Isabella Rossellini. No se puede decir lo mismo del elenco masculino. Robert De Niro siempre está solvente, haga lo que haga. El problema aquí es que no se sabe exactamente qué papel juega, si es el de padre comprensivo o padre incompetente. Tampoco están bien perfilados los personajes de Édgar Ramírez, como el ex marido de Jennifer Lawrence, y Bradley Cooper, un personaje prácticamente invisible.

'Joy' se acerca más a propuestas como 'Betty Anne Waters' o 'El amor y otras cosas imposibles' que a 'Erin Brockovich' o 'Happy-Go-Lucky'. Sí, cierto es que funciona como medianamente puede, pero queda muy lejos de otras propuestas del realizador que sí le salieron bien como en los casos de 'The Fighter' y 'Tres reyes', aunque por encima de la sobrevalorada 'La gran estafa americana'. Un drama coherente pero al que le falta algo para ser excepcional.