Disney lleva mucho tiempo apoyándose en su propia biblioteca, en Marvel y en 'Star Wars' para mantenerse en el primer puesto de la taquilla mundial. Pero tampoco se quiere olvidar de la película que le dio una grandísima alegría en taquilla y una franquicia que siguió funcionando unas cuantas entregas más. Una película que se inspiró en una de las atracciones de sus parques, sí, pero que era lo más original que nos habían dado en mucho tiempo. Con Jack Sparrow mostrando ya síntomas de agotamiento, era hora de comprobar si se puede triunfar dos veces con la misma fórmula. Pero 'Jungle Cruise' no es 'Piratas del Caribe', tampoco en los parques.
La atracción, que no podemos encontrar en Disneyland París, fue idea del propio Walt Disney. Quería un safari en su primer Disneyland, pero para evitar los problemas que traen los animales reales puso a sus Imagineers a hacer animatrones. Para los primeros visitantes este paseo por el río era una oportunidad única para ir a tierras lejanas sin abandonar California. Pero con el tiempo se volvió una atracción tremendamente aburrida. Para compensar la falta de sorpresa y la lentitud del barco, decidieron convertir a los capitanes de cada buque en las propias atracciones, guiando a los visitantes con una colección de chistes a cada cual más terrible. "Chistes de padres" como dicen ellos mismos.
Y con ese espíritu empieza la película de Jaume Collet-Serra. En los primeros minutos de metraje nos presentan a los dos (tres) protagonistas de esta nueva aventura: Frank Wolff y Lili Houghton, acompañada por su hermano MacGregor. Lily, el personaje de Emily Blunt, es una científica que, por ser mujer en el Londres de principios del siglo XX, no es tomada en serio, menos todavía cuando dice que quiere ir de expedición a Brasil para encontrar una flor que supuestamente lo cura todo. Es decidida, cabezota, y actúa antes de pensar. Frank, el personaje de Dwayne Johnson, tiene un pequeño bote con el que hace paseos turísticos en el río en Brasil. Su presentación está llena de guiños a la atracción de Disneyland, pero a pesar de que la película tiene todo el rato la estética de la atracción bien presente, pronto empieza a volar libre como lo hacía 'Piratas del Caribe'. El humor "de padres", por suerte, se quedará un poco más.
Collet Serra tiene muy presente a la saga de Jack Sparrow porque ha querido utilizar muchos de los ingredientes que le funcionaron a Gore Verbinski en las primeras entregas: se apoya mucho en el humor, la acción es espectacular o es una coreografía entretenidísima (como en la presentación de Emily Blunt), tiene su toque de aventura clásica a lo 'La reina de África' pero también un ritmo más moderno, y coquetea también con lo sobrenatural. Todos esos ingredientes vuelven a funcionar bastante bien en 'Jungle Cruise', aunque hubieran funcionado mejor si la película no tuviera una duración tan elevada (un poco más de dos horas) para el tipo de historia que es. Ni mucho menos aburre hasta condenarse a sí misma, pero el resultado es mucho más irregular. Jamás dejaré de reivindicar una buena película de hora y media.
La aventura de 'Jungle Cruise' recuerda mucho también a las expediciones de Indiana Jones o títulos como 'Tras el corazón verde', y de nuevo remarco que ojalá esta película funcione porque este género sigue siendo una efectivísima válvula de evasión, capaz de atrapar y llevarnos a lugares remotos haciéndonos partícipes de la propia misión, y ojalá hicieran más aventuras así. La película no se desvía de las líneas básicas de una aventura con sus tesoros, sus peligros, sus templos escondidos, sus llaves y sus trampas. Y siendo una apuesta tan clásica, sigue siendo imperecedera. Quizás este largometraje abusa más del ordenador y aunque los efectos visuales funcionan en general, hay momentos en los que no están tan pulidos como debería una película de esta envergadura. Ocurre por ejemplo con las maldiciones de Aguirre (Édgar Ramírez) y sus compinches, entre ellos Dani Rovira y Quim Gutiérrez, una tripulación española que estuvo a punto de encontrar la flor y acabó sufriendo la ira de la jungla. Comparando con, por ejemplo, la locura visual que fue Davy Jones, Aguirre sale perdiendo a pesar de que el efecto que pretenden conseguir sea algo más complejo por mantener la cara humana del actor. Por cierto, fantástico acento castellano el de Ramírez.
Él tiene la labor de ser el villano sobrenatural de esta película, pero hay otro malo en la historia de Frank y Lily: el príncipe Joachim de Alemania. Jesse Plemons interpreta a un pasadísimo de rosca estereotipo alemán que vuelve a sacar la vena más juguetona del actor y que, aunque sea un topicazo como una casa, y suponga regresar a la era de los villanos "over the top", en esta historia no desentona para nada. Quien sí empieza desentonando bastante y por suerte va encontrando su lugar a medida que transcurre la película es Jack Whitehall, el "exclusive gay moment" de 'Jungle Cruise'. MacGregor empieza como un compendio de todos los tópicos del personaje mariquita, un mero alivio cómico que Disney pretende pasar por representación. Y aunque nunca, por supuesto, llegará a decir que es gay a pesar de que encuentra el amor "en otros lugares", su presencia en la película se va haciendo menos insoportable hasta resultar un personaje bastante entrañable al que también dejan dar de vez en cuando algún puñetazo y formar parte activa de la trama.
Menudas estrellas
Pero el verdadero tesoro de 'Jungle Cruise' son sus dos protagonistas. Son una pareja de lo más inusual, pero qué bien funcionan juntos y qué maravillosos compañeros de viaje son. Es inevitable que vengan a la mente Brendan Fraser y Rachel Weisz en la fantástica 'The mummy (La momia)'. Tanto Johnson como Blunt derrochan carisma y diversión desde sus primeras escenas. The Rock, sobre todo, sabe canalizar muy bien el espíritu de los capitanes de la atracción y se presenta como un pícaro lleno de trucos y chistes realmente malos (en el mejor sentido). Se lo han pasado en grande haciendo esta película y consiguen que nosotros también la disfrutemos como enanos. Puede que no sean el huracán que fue Jack Sparrow, ese personaje que solo con ocupar un póster vendería entradas, pero vería toda una saga de aventuras de Lily y Frank. La película no queda abierta para ello, pero ojalá le vaya lo suficientemente bien como para que podamos verlos de nuevo corriendo más aventuras.
Disney ha conseguido repetir la fórmula 'Piratas del Caribe' con bastante buen resultado en 'Jungle Cruise' elevando la atracción y usándola como fantástico punto de partida para una aventura para toda la familia perfecta para disfrutar este verano en pantalla grande. No es tan redonda ni tan sólida como la película de Verbinski, principalmente por culpa de la duración. Pero es una película solvente, muy entretenida y divertida, con una banda sonora de James Newton Howard que es puro homenaje al género (ojalá alguien me explicara, eso sí, por qué 'Nothing Else Matters' de Metallica es el himno de España, aunque no tengo quejas al respecto). Una aventura que consigue llevarnos lejos y sentirnos parte del viaje. Y Frank y Lily no serán Jack, pero ya le hubiera gustado a Jack tenerlos a cualquiera de los dos como segundos de abordo.
Un último apunte: si queréis conocer la atracción y su historia más de cerca, algo que os recomiendo para entender ciertos detalles y chistes de la película, tenéis disponible en Disney+ la muy interesante serie 'Detrás de la atracción' con un capítulo dedicado a 'Jungle Cruise'.
'Jungle Cruise' llega a cines y a Disney+ (con Acceso Premium) el 30 de julio.
Nota: 7
Lo mejor: El carisma y la química desbordante de Dwayne Johnson y Emily Blunt. La aventura es clásica, pero muy entretenida.
Lo peor: El intento de "representación" del personaje de Jack Whitehall. Con menos duración habría sido mucho más sólida. Algunos efectos visuales están poco pulidos.