La animación vive un momento creativo muy interesante. Incluso la de los grandes estudios de Hollywood, normalmente más reacios a salirse de las líneas que saben que les funcionan (o que al menos les han funcionado antes). Estamos viendo historias nuevas y formas frescas de contarlas. La propia DreamWorks nos dio a todos una enorme sorpresa con 'El gato con botas: El último deseo'.
El regreso de Po tras un descanso de ocho años (al menos en la gran pantalla) parecía el momento perfecto para romper también con esa primera trilogía, que se podía llegar a considerar un viaje en sí mismo, el del protagonista hasta convertirse en todo lo que ansiaba, y romper con lo que creíamos saber de 'Kung Fu Panda' para llevar la saga a una nueva etapa.
'Kung Fu Panda 4' va, precisamente, de los cambios. Po es feliz como el Guerrero del Dragón, salvando el Valle siempre que un nuevo enemigo pone en peligro a sus habitantes. Pero el maestro Shifu le encomienda una nueva tarea: buscar al próximo Guerrero del Dragón. Porque recibir el Báculo de la Sabiduría supone también un ascenso: Po tiene que ser el líder espiritual del Valle, y eso ya es demasiado trabajado para un solo oso panda. El protagonista, por supuesto, no recibe esta oportunidad feliz y contento.
Por si esto no fuera suficiente drama para nuestro pobre Po, pronto se enterará de que una nueva amenaza, quizás la más compleja a la que se haya enfrentado, le va a obligar a lanzarse a una nueva aventura, una en la que también tendrá que dejar los prejuicios de lado. 'Kung Fu Panda 4' nos lleva lejos del Valle y nos presenta a una nueva coprotagonista: Zhen, un zorro blanco muy acostumbrada a coger lo que no le pertenece.
Así que sí hay cosas que han cambiado en la saga con esta cuarta entrega. Mike Mitchell y Stephanie Stine sientan en el banquillo a los Cinco Furiosos para cambiar las dinámicas de Po. Esta vez estará solo, o más bien "mal acompañado" porque tendrá que aliarse con una ladrona que no predica los valores de bondad y generosidad. Un giro interesante para el personaje, que sale de su zona de confort para descubrir que no todos han tenido una vida tan fácil como él en el Valle.
Zhen es una incorporación que funciona: un personaje con carisma y desparpajo, que hace lo que puede para llenar el hueco de los Cinco Furiosos, aunque eso resulte tremendamente difícil (son cinco contra uno). Y que también sabe lucirse en las escenas de acción y tener química con Po. Su historia cuenta, además, con los suficientes recovecos para querer saber más de ella. Es un personaje con ingredientes para convertirse en nuevo favorito de los niños y niñas.
Esta ladrona está ligada, además, al principal escenario de esta aventura: Ciudad Enebro. Un contraste enorme respecto a la apacible y rural vida del Valle. Ciudad Enebro es una urbe vibrante y deshumanizada. El Guerrero Dragón no es nadie para unos habitantes que van corriendo de un lado a otro porque ese es el ritmo en la gran ciudad. Además, está manchada por la corrupción, de ahí que muchos hayan recurrido al crimen para sobrevivir.
Los bajos fondos de la ciudad son, junto con la taberna de mala muerte que visitan a medio camino, dos de las localizaciones más llamativas de este viaje, gracias en parte a esa predisposición de Po a ver lo mejor de la gente y los cómicos desencuentros en los que se ve envuelto al toparse con la realidad. Descacharrantes los tres conejitos rabiosos adictos a la violencia. Casi dan ganas de que el guion, firmado por Jonathan Aibel, Glenn Berger y Darren Lemke, hubiera tirado por este lado más ácido para explorar los grises que el oso panda no suele concebir.
Pero la historia es más directa y más simple. Es una buddy movie que confía en ese ser de luz que es nuestro Guerrero del Dragón para ejercer un impacto en los que le rodean, incluso en los más cínicos. Esa defensa de que los cambios no siempre son malos es más un "en realidad lo puedes tener todo, no hace falta que cambies demasiado".
'Kung Fu Panda 4' se abraza a ese mantra dándonos una aventura muy continuista que se apoya en los puntos fuertes de la saga: su protagonista bonachón, su ambientación, su humor (genial la "misión secundaria" de los padres de Po) y sus escenas de acción. Es en estas últimas en las que se nota el paso de los años y las posibilidades que tiene ahora la animación por ordenador. Mike Mitchell dirige escenas frenéticas en las que las cámaras (virtuales) hacen virguerías mientras los personajes "dan caña". Siguen siendo los momentos más espectaculares de estas películas.
Camacamacamacamaleona
En este sentido, Camaleona sonaba como una incorporación tremendamente interesante de cara a las peleas. La villana tiene un aire más sobrenatural que los anteriores enemigos de la saga ya que es una hechicera capaz de cambiar su forma y tamaño a su antojo. Su estética es fantástica y da muchísimo juego a la hora de crear esas copias escamadas de otros personajes. Siempre es de agradecer el regreso de un villano con un puntito camp como este, aunque Camaleona deja, por desgracia, con ganas de más. No cuenta con muchas escenas, y solo dos o tres le permiten relucir su lado más desatado.
En las escenas de lucha sí tiene más momentos para brillar gracias a su habilidad para cambiar de estrategia en cualquier momento. Interesante también recurrir a villanos del pasado para darle más empaque a sus poderes y no caer a la vez en un 'Vengadores: Endgame' de 'Kung Fu Panda' en el que se le olvide mirar hacia delante (aunque hay varios guiños sobre todo a la primera). Es una pena que el climax no llegue a tener la fuerza suficiente ni la sensación de que nuestros héroes estén en cualquier momento en verdadero peligro. Eso también afecta a la percepción que acaba dejando Camaleona como gran villana de villanos.
Para ser una película sobre abrazar los cambios, 'Kung Fu Panda 4' acaba resultando muy conservadora, también en el aspecto visual. Sí se permite jugar con cambios de estilo en momentos puntuales, y por supuesto que las expresiones, el pelaje, el detalle de los escenarios o los efectos de luz han sido mejorados (aunque probablemente resulten imperceptibles para el espectador medio). Pero la película llega cuando llega, y la sensación es de que no ha sabido aprovechar tan bien el descanso como lo hizo su compañero de estudio, el Gato con Botas.
Tiene a su favor que lo que ya les funcionó tres veces lo sigue haciendo una vez más. 'Kung Fu Panda 4' es muy divertida y ágil (bendita hora y media), la banda sonora de Hans Zimmer tiene momentazos (y nos da una versión rockera de 'Baby One More Time' de Britney Spears interpretada por Jack Black que es oro), y el humor y la acción siguen siendo fantásticos. Pero si esta entrega supone abrir un nuevo capítulo en la historia del Guerrero del Dragón y darnos más entregas en el futuro, le habría venido muy bien haber prestado más atención a su propia lección sobre los cambios.
'Kung Fu Panda 4' se estrena exclusivamente en cines el 8 de marzo.