Durante la pasada edición del Festival de San Sebastián se presentó con una gran acogida de crítica 'La Audición', la segunda película de la directora alemana Ina Weisse, que se alzó con la Concha de Plata a la mejor actriz. Dos meses después de su paso por el festival llega a nuestras carteleras.
Obsesión en las aulas
'La Audición' nos cuenta la historia de Anna, una profesora de música en una de las escuelas más prestigiosas de Berlín, donde cada año realizan audiciones para admitir a nuevos alumnos. En una de ellas, Anna es la única que apuesta por Alexander, un niño de apariencia sencilla en el que los demás profesores no ven nada especial; pero Anna se obsesiona y lucha por llevarle a lo más alto sin importarle las consecuencias y afectando tanto a su vida personal como profesional.
Bajo la apariencia de un thriller, la película nos sumerge en el día a día de la protagonista. Una mujer difícil, compleja, con muchas capas y diferentes personalidades. El espectador, en un gran acierto por parte de la directora, acompaña y observa cómo se desenvuelve Anna con sus alumnos, compañeros de trabajo, amigos y familiares pudiendo analizar de una forma más directa y focalizada al personaje. Poco a poco, mientras la relación con su alumno se va estrechando y complicando, ella se va desestabilizando cada vez más y la tensión e incomodidad en el relato va in crescendo hasta llegar a afectar todas las facetas de su vida. Todo acompañado de una excelente banda sonora de música clásica que marca a la perfección el ritmo de la película.
La dirección de Ina Weisse es remarcable ya que hay una sensación de frío que está presente en todos los planos y recuerda especialmente al cine de Michael Haneke, cuyos crudos retratos sobre la clase media alta europea son una clara inspiración para la película. Más en concreto su conocida película 'La pianista, que nos relataba la tormentosa vida de una músico bastante peculiar. Weisse acierta más cuando se centra en el estudio del personaje mientras que patina un poco más cuando decide acercarse más al thriller en su tercer acto; aun así consigue mantener la atención del espectador durante toda la cinta.
Fría como el hielo
La obsesión y el perfeccionismo en un mundo tan exigente y competitivo como el de las artes es algo que hemos podido ver en más ocasiones en el cine como en 'Whiplash' o 'Cisne negro', pero en 'La Audición' se nos presenta a un personaje más humanizado y más consciente de su locura. La directora no busca en ningún momento justificar las acciones ni el comportamiento de Anna ni tampoco la quiere presentar como una villana, simplemente ella es así.
La película debe gran parte de su fuerza e impacto a la magnética Nina Hoss. Su interpretación es un tour de force en sutileza y matices. También cuenta con la gran ventaja de aparecer en casi todas las escenas de la cinta y es su presencia tan amenazante la que da esa sensación de incomodidad al asistente. Con una mirada de hielo y una postura estatuaria, la intérprete desafía y nos recuerda a la enorme Isabelle Huppert, cuya especialidad son los retratos de mujeres de estas características; pero Hoss otorga su propia presencia, y su maravillosa composición de personaje le otorgó el muy merecido premio en San Sebastián. A pesar de ser una interpretación muy medida y cerebral, la actriz también tiene sus momentos de lucimiento cuando el personaje muestra su lado más vulnerable. Nos encontramos ante uno de los mejores trabajos interpretativos del año.
Nota: 8
Lo mejor: La interpretación de Nina Hoss y su incómoda propuesta.
Lo peor: Su tercer acto más cercano al thriller que al drama psicológico que nos presenta al principio.
