La rubia más legal del cine se pone seria en el nuevo drama de Philippe Falardeau. 'La buena mentira' promete arrancar más de una lágrima con los ya no tan "Niños perdidos de Sudán" , un grupo de jóvenes sudaneses que lucharán contra viento y marea por sobrevivir en un mundo que no se lo pone nada fácil.
Reese Witherspoon y Corey Stoll encabezan un reparto en el que descubrimos que no hace falta ser una súperestrella de Hollywood para transmitir una realidad tan cruda como la reflejada en esta historia. Arnold Oceng, Ger Duany y Emmanuel Jal son las caras de estos "niños" y los verdaderos protagonistas de un drama ignorado por muchos. Este semidesconocido trío de actores son capaces de poner los pelos de punta en una película, que además de mostrarnos la belleza y la crudeza de las tierras africanas, dará que pensar.
El director de 'Profesor Lazhar' regresa a la gran pantalla con una "buena mentira" que calará hondo entre toda clase de públicos. La rubia tonta que hace unos años se dedicaba a ganar juicios y a hacerse las uñas, se pasa a un tono moreno algo más comprometido, y parece dispuesta a demostrar que el Oscar conseguido por 'En la cuerda floja' la posiciona un escalón por encima de otras reinas de la comedia. Witherspoon se meterá en la piel de Carrie, una trabajadora social con una difícil vida sentimental que se hará cargo de la integración de tres refugiados sudaneses en Estados Unidos.
Aunque se considere a la ex rubia como protagonista, las verdaderas estrellas del filme son ellos, los "niños perdidos", que logran hacerle sombra a los 20 minutos de gloria de Witherspoon. Estos tres intérpretes consiguen poner los pelos de punta al personal con una brillante actuación, en sintonía con la evolución de una historia que nos enseña que no todas las mentiras son malas, y que ser hermanos no es solo una cuestión de sangre.
Desde África con amor
La inmensidad de la sabana africana en contraste con un Kansas City industrializado y corrompido ponen la guinda a este pastel muy "made un Falardeau" al que no le falta ese toque de humor fruto del choque cultural. Y es que a pesar de pasarse toda su vida luchando por un futuro mejor, a la hora de la verdad no es tan fácil salir de un campamento de refugiados y hacerse al complicado y frívolo modo de vida americano, porque donde estén los leones de la selva que se quiten las hamburguesas del McDonald's.
Una película con buena fotografía, moraleja y pocas estrellas de Hollywood, una película de esas que te hacen salir del cine pensando, una película con la que pueden haber nacido tres nuevas estrellas, y una película que por fin nos cuenta una "buena mentira".
